Finanzas personales

Cambios tributarios en Vinted, Wallapop o eBay: ¿cómo te afectan?

Sólo se compartirán los datos de los usuarios que realicen más de treinta transacciones anuales o ingresen más de 2.000 euros

¿Qué hacemos con la ropa?
25/02/2024
3 min

BarcelonaDesde hace unos años, la concienciación social hacia el slow fashion –y también el deseo de recuperar algo de dinero– ha supuesto un auge de la venta de artículos de segunda mano entre particulares. Para realizar estas transacciones, se han puesto especialmente de moda aplicaciones como Vinted, Vestiaire Collective o Wallapop, en las que los usuarios pueden colgar anuncios para vender no solo ropa y calzado sino también muchas otras cosas como muebles, aparatos tecnológicos o incluso coches.

Hasta ahora, estas actividades, sobre todo en cantidades pequeñas, pasaban desapercibidas frente a Hacienda. A principios de febrero, sin embargo, se estrenaron cambios en la normativa que afectan, desde el punto de vista tributario, a los usuarios de estas plataformas. Y no solo las mencionadas, sino las que integren cualquier transacción entre particulares, como eBay o la plataforma de alquiler de pisos turísticos Airbnb. Esta nueva regulación, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), aprueba un nuevo modelo de declaración informativa para la comunicación de información por parte de los operadores.

"Hace referencia a la obligación de las plataformas digitales de brindar a la administración tributaria información sobre las actividades que realizan sus usuarios", explica Benja Anglès, profesor agregado de los estudios de derecho y ciencia política de la UOC e investigador del grupo de investigación Taxbusiness. Generalmente, en el caso de artículos de segunda mano, el usuario no obtiene un beneficio, porque vende algo por un valor más bajo que por lo que lo compró; en estos casos no es necesario declarar.

Es solo en algunas ocasiones que estos productos se revaloran, como el arte o artículos de coleccionista; y también en plataformas como Airbnb, en la que el propietario obtiene un rendimiento económico. Estos casos sí que es necesario tributarlos. También el de aquellos que utilizan las plataformas como una extensión de su negocio, como tiendas o particulares que compran a mayoristas y vienen a través de estos canales.

Requisitos

No todo el mundo verá sus datos compartidos con Hacienda. De hecho, existen una serie de plataformas y usuarios legalmente excluidos, básicamente cuando sean entidades públicas o porque no llevan a cabo las actividades sujetas. También se establece una limitación para usuarios o vendedores ocasionales, siempre que realicen anualmente menos de treinta operaciones de venta de bienes, con un importe no superior a 2.000 euros al año.

En caso de que un usuario particular venda muchas cosas por las plataformas, se recomienda que guarde los tickets y las pruebas para demostrar a Hacienda que no ha hecho negocio, sino que simplemente ha hecho limpieza de armario, por ejemplo. En cualquier caso, los datos que las plataformas deberán aportar a las autoridades son nombres, dirección fiscal, número de transacciones y cantidades pagadas, el número de cuenta de la actividad y los tributos o retenciones ya ingresados en la cuenta.

Negocios encubiertos

En realidad, el cambio de normativa se debe a que "Hacienda tiene muy difícil seguir y comprobar qué actividades se realizan y cuáles son susceptibles de tributar", explica Anglès. Además, cada vez es más evidente el uso de plataformas digitales para actividades comerciales: "Hacienda quiere perseguir a aquellos que ya utilizan las plataformas como negocio, como quien tiene una tienda de zapatos y se ahorra poner local y registrarse como empresa, porque las plataformas ya le sirven de escaparate y venta", explica el experto en derecho tributario. Así pues, "ahora serán las propias plataformas digitales las que tendrán que proporcionar esta información a las autoridades tributarias correspondientes", explica Anglès. "Se busca identificar los tradicionales negocios de la economía sumergida que han dado el salto a las plataformas digitales", explica el experto.

"Además de comprobar el cumplimiento de las obligaciones tributarias, las administraciones pueden intercambiar esta información con el resto de estados miembros de la UE, e incluso de otros estados dentro del ámbito de la OCDE", detalla Anglès. Para simplificar y reducir costes, las plataformas deben comunicar las rentas de los usuarios en un solo país, incluyendo el alquiler de propiedades, servicios personales, venta de productos y el arrendamiento de vehículos.

Así pues, se creará un registro de operadores de plataformas digitales que incluye a los operadores con domicilio fiscal en España y los que, aunque no residan en España, operan en su territorio. Por último, sin embargo, "hay que tener en cuenta que no han variado las obligaciones tributarias de los usuarios o vendedores de las plataformas digitales; lo que ha cambiado es que a partir de ahora son las propias plataformas las obligadas a comunicar sus actividades para que la administración tributaria pueda comprobar el cumplimiento de estas obligaciones y actuar cuando considere que no se ha realizado correctamente", concluye Anglès.

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