Hablemos de dinero

Gemma Puig: "El dinero pagado en alquileres no lo he perdido porque me ha permitido decidir dónde quería acabar viviendo"

La física y meteoróloga explica su relación con el dinero y el trabajo en la 'Empresas'

Gemma Puig, meteoróloga
Júlia Riera Rovira
07/11/2025
3 min

La física y meteoróloga Gemma Puig (Berga, 1976) fue la primera generación de la familia en ir a la universidad: "Mis padres no habían estudiado y nos transmitieron la idea, a mi hermana ya mí, que debía estudiarse". A Puig le gustaban las ciencias y se graduó en física. De pequeña decía que quería ser astronauta: "Pero una vez en la carrera hacía astronomía y meteorología, que era la rama más de la Tierra y el Cosmos".

Durante la época estudiantil ganó su primer dinero dando clases de repaso. "Sin embargo, no tengo el recuerdo de decir ese dinero es mío, porque nunca tuve la sensación de que los demás [los de los padres] no fueran míos. Si necesitaba algo sabía que me lo podía comprar".

Entró en el mundo laboral haciendo una entrevista con Tomàs Molina: "Empecé a hacer las prácticas en una empresa de la corporación. No era exactamente TV3 todavía, era una empresa que se dedicaba a vender contenidos meteorológicos. Empecé a hacer las prácticas y me quedé". "Es el único sitio donde he trabajado con nómina, es mi primera nómina y hasta la actual", detalla. Entró para trabajar en la base de datos de los modelos meteorológicos y, de hecho, nunca imaginaba ser la mujer del tiempo en TV3: "Hubo un momento de reestructuración y Mònica López me dijo: «Gemma, si quieres seguir trabajando aquí tienes que presentar, también». No recuerdo exactamente cuánto tiempo me dio, pero debían de ser unos 15 días. Y hasta ahora.

"En el momento en que te pones delante de una cámara y la gente cree lo que tú dices, tienes una responsabilidad. Nosotros añadimos que tenemos una responsabilidad incluso sobre la vida de las personas, sobre todo ahora, que hay estos fenómenos tan complicados". Y en este sentido, considera que está en un sitio donde "las condiciones están bien", pero eso no quiere decir que en momentos de mucha responsabilidad, cuando tiene más trabajo, piense "podría cobrar más".

En cuanto a finanzas personales, intenta ser ahorradora: "Sí que pienso en tener ese rincón por si algo pasa". Guarda una proporción de sus ingresos, aunque a veces es difícil mantener el equilibrio, sobre todo cuando tienes hijos y la economía ya no depende sólo de lo que tú quieres: "Hay que distribuir, sois cuatro personas y todo el mundo tiene sus necesidades".

En verano o en Navidad llevar el control también se complica: "Tiendes a hacer algo más de lo que podrías porque quieres disfrutar, quieres hacer un viaje o quieres hacer una salida y entonces esto desequilibra un poco lo que puedes hacer durante el año." "El verano es ese momento que en el ámbito familiar estamos los cuatro y piensas «ahora que podemos, aprovechémoslo»", detalla la meteoróloga. De hecho, en los viajes y en esquiar es donde Puig se suelta un poco más: "El dinero que gasto, sobre todo compartiéndolo con mi familia, sea con los padres, la hermana, las sobrinas, el marido o los hijos, no me sabe mal".

Por otro lado, la científica analiza mucho el producto y el precio antes de realizar una compra: "Evidentemente, si me compro un coche lo medito mucho, mucho, mucho. Pero incluso con la ropa". "Y luego pienso, quizás no era necesario dar tantas vueltas para comprarte un jersey que, además, era barato", detalla.

Y, en el caso de la vivienda no ha sido diferente: "Cuando fui a vivir con mi marido, fuimos de alquiler. Y estuvimos 20 años de alquiler. Y ahora hace 3 años que nos compramos un piso". "Si ahora hiciera los números, quizá diría: «ostras, cuánto dinero». Pero yo creo que no los he perdido, porque el alquiler me ha permitido moverme y me ha permitido decidir dónde quería acabar viviendo". Y desde que está hipotecada no le ha cambiado demasiado el día a día: "Al final también pagaba un alquiler que cada vez iba subiendo más. Y, una parte del dinero dedicada a la vivienda, ya ha estado toda la vida". De hecho, también tiene la vivienda familiar en Berga: "Ahora la utilizo para mí". Pero si la jubilación no le diera por vivir no descarta alquilar una de sus propiedades.

Puig asegura que pese a tener el mismo contrato laboral desde el 2001 siempre ha hecho cosas distintas: "Con la tecnología, he ido cambiando mucho trabajo, he aprendido muchísimo y sé que haré cosas nuevas". Por eso, está motivada para seguir trabajando en este sector.

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