El hidroducto 'catalán' que va de Barcelona a Marsella, en el listado de infraestructuras que pueden recibir fondos europeos
La Comisión Europea prevé anunciar definitivamente qué proyectos energéticos financiará antes de este verano
BruselasTras el fracaso del proyecto del Midcat, que el presidente francés, Emmanuel Macron, tumbó, España, Portugal y Francia acordaron la construcción de un hidroducto submarino que conectará Barcelona y Marsella, el bautizado como H2Med. Esta infraestructura alternativa sí contaba con el visto bueno de París, pero existían dudas de si podría recibir fondos europeos destinados a potenciar las energías verdes porque, más allá de estar preparado para transportar hidrógeno a largo plazo, también está pensado que transporte gas durante los primeros años que entre en funcionamiento.
Sin embargo, este martes la Comisión Europea ha hecho pública la lista de 166 infraestructuras que podrán beneficiarse de fondos europeos en un futuro y ha incluido este corredor de hidrógeno, que conectará la península Ibérica con Francia y Alemania. Además, en el listado se incluye la planta de electrólisis de Tarragona y otras instalaciones similares o de producción de hidrógeno del resto del Estado que se encuentran en Bilbao, Cartagena, Asturias o la llamada Vall Andaluza del Hidrógeno Verde.
Este listado de Proyectos de Interés Comunes es el primero del ejecutivo comunitario que excluye las infraestructuras relacionadas con combustibles fósiles. De esta forma, va en la línea del objetivo de Bruselas, especialmente a raíz de la guerra en Ucrania y el chantaje del régimen de Vladimir Putin con el gas, de ir reduciendo el consumo de combustibles fósiles y acercarse hacia la autosuficiencia energética, que sólo puede llegar de la mano de las renovables. "La era de los fondos europeos para infraestructuras de energía fósil ha terminado", ha señalado la comisaria europea de Energía, Kadri Simson.
Sin embargo, algunas entidades ecologistas han criticado que se hayan incluido en el listado iniciativas que pretenden adaptar a la larga infraestructuras que se utilizan para transportar combustibles fósiles. En este sentido, consideran que se abre la puerta a que en la práctica las compañías energéticas sigan aprovechando dinero comunitario para, durante un tiempo, seguir trabajando con gas o petróleo, y retrasen o ralenticen aún más la entrada de las energías renovables .
Ratificación definitiva
El hecho de que el H2Med haya entrado en el listado de Proyectos de Interés Comunes no quiere decir que de forma definitiva Bruselas haya decidido que financiará su construcción. La ratificación de qué proyectos reciben fondos europeos se anunciará en una fase de evaluación de las infraestructuras más avanzada, que se prevé que sea antes de este verano.
Una de las condiciones para que el también conocido como BarMar pueda recibir fondos comunitarios es que lleve y almacene una mezcla de hidrógeno con gas o biometano sólo hasta el 2030. A partir de ese momento, tendrá que transportar sólo hidrógeno. Así, si la nueva infraestructura quiere contar con la ayuda de Bruselas, no podría suministrar gas o lo podría hacer durante muy poco tiempo, ya que el propio gobierno español ha estimado en diferentes ocasiones que se tardaría unos cinco años en construirlo la y Francia, aún más pesimista, cree que difícilmente empezará a funcionar antes del 2030.
De hecho, Macron siempre ha defendido que este tipo de infraestructuras tardan muchos años en construirse, por lo que no pueden servir para solucionar los problemas actuales de aprovisionamiento de gas derivados de la guerra en Ucrania. "Por el carácter europeo y el interés común, es necesario que la financiación europea sufrague la mayor parte del proyecto", defendió la ministra de Transición Ecológica del gobierno español, Teresa Ribera, cuando España, Francia y Portugal acordaron la construcción del H2Med.