Energia

La incongruencia del mercado de la electricidad

El precio de la luz sube a pesar del descenso de la demanda y la generación con más energías renovables

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Torres eléctricas en Rubí.

Barcelona“Cuanto antes avancemos hacia estas energías [las renovables], antes podremos tener una energía que no solo sea la más limpia, sino también la más barata”. Son palabras de la ministra de Economía, Nadia Calviño, que argumenta que crecer en renovables es el camino para abaratar la electricidad. Parece lógico, pero el mercado eléctrico lo desmiente. El avance en las renovables es continuo. En 2019, antes de la pandemia, un 37,2% de la electricidad se generaba de fuentes renovables. Ahora ya roza el 51%.

Otro aspecto que desmiente el mercado es el de las emisiones de CO₂. El encarecimiento de los derechos de emisión es uno de los factores que, según las eléctricas, hacen subir el precio de la luz. Pero cada vez se produce más electricidad que no genera emisiones. La eólica ya es la primera fuente de generación eléctrica en España, sobre un 23% del total. Según los datos de Red Eléctrica –la empresa que opera el sistema–, entre enero y el julio el 70% de la electricidad se generó sin emisiones, cuando en el mismo periodo de 2019 era el 59% y hace un año el 60%.

Un tercer aspecto muestra la distorsión del mercado. La teoría económica dice que cuando crece la demanda, si no lo hace la oferta, los precios suben. En el caso del mercado eléctrico, la oferta más bien ha subido, puesto que entran en funcionamiento nuevos parques eólicos e instalaciones fotovoltaicas. Y la demanda baja. Por lo tanto, los precios se tendrían que abaratar. Así, yendo a los datos de Red Eléctrica, se puede comprobar que la demanda eléctrica del mes de julio fue en España casi un 5% inferior a la de julio de 2019. Pero el precio de media en el mercado mayorista del megavatio hora (MWh) fue casi un 80% superior.

Mercat elèctric

Es cierto que el gas natural, que se utiliza para generar electricidad en los ciclos combinados, se ha encarecido mucho en el último año. Tomando como referencia su precio en el mercado español, ha pasado de una media de 18,2 €/MWh en diciembre de 2020 a 28,7 €/MWh en junio de 2021. Un aumento del 57%. Y estos ciclos combinados emiten CO₂. Pero entre enero y julio, esta tecnología que quema gas solo ha generado el 13% de la electricidad en España. 

La clave hay que buscarla en el funcionamiento del mercado, un sistema marginalista en que la última tecnología que entra es la más cara (el gas) y marca el precio de toda la producción eléctrica. La patronal Foment del Treball ya ha pedido un nuevo sistema de mercado, en el que se establezca un precio segmentado para cada tecnología. Así, la parte de energía nuclear, hidráulica y de renovables, que no genera CO₂ y no utiliza combustibles fósiles, siempre sería más barata. Pero la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, lo ha descartado argumentando que el modelo marginalista es el que impone Bruselas.

Vaciado de embalses

Este mercado marginalista genera lo que se llama dividendos caídos del cielo. Si se cobra el precio que marcan los ciclos combinados por toda la producción, hay tecnologías que no emiten CO₂, como la hidráulica, que reciben una sobrerretribución.

Los alcaldes de la provincia de Zamora, pero también organizaciones de consumidores como la OCU, han puesto el grito en el cielo por el comportamiento de las plantas hidroeléctricas este verano, puesto que han marcado el precio el 53% de las horas frente a los ciclos combinados, que lo han hecho el 13% de las franjas horarias, pero a un precio muy elevado, si bien “las plantas hidráulicas tienen unos costes de producción muy bajos, casi inapreciables, puesto que el agua cae del cielo y las instalaciones, en la mayoría de los casos, ya están amortizadas desde hace tiempo”, dicen fuentes de la OCU.

Para entenderlo, se sospecha que las hidráulicas han maximizado su producción aprovechando los precios altos de la electricidad para aumentar al máximo los beneficios caídos del cielo. La sospecha ya la investigan el ministerio y la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia, después de que los embalses de las cuencas del Duero, el Tajo y el Miño se hayan vaciado en muy poco tiempo. El secretario de estado de Medio ambiente del gobierno español, Hugo Morán, considera que en estas tres confederaciones hidrográficas hay embalses donde se ha producido a niveles “superiores de los recomendables en estas fechas”, es decir, que utilizan más agua de la recomendada para generar electricidad. Los alcaldes de los municipios afectados por la falta de agua del pantano de Ricobayo, en Zamora, que gestiona Iberdrola, son los que lo han denunciado públicamente. En este caso, el nivel del agua ha pasado del 95% al 11% de su capacidad en cuatro meses.

La ministra Ribera quiere acabar con estas prácticas con un proyecto de ley que quiere hacer pagar a las eléctricas por los beneficios caídos del cielo. Sus cálculos iniciales son que estas empresas reducirían en unos 1.000 millones anuales los ingresos y el recibo de los consumidores podría abaratarse un 4,5%.

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