Cae el valor añadido de la pyme industrial catalana

BarcelonaEl 2022 fue el segundo año de recuperación pospandemia, pero algunas actividades de la economía catalana todavía arrastraban problemas y sumaban nuevos, como la presión inflacionaria por el aumento del peso de la energía o las tensiones en las cadenas de suministro. Es el caso de la pyme industrial, que en ese ejercicio perdió un 2,5% de su valor añadido (VAB), y sobre todo del sector primario, donde este indicador retrocedió un 12,5%. Mientras, en el conjunto de las pequeñas y medianas empresas catalanas crecía un 5,2% (un repunte inferior al 6,5% del año anterior).

"No fue un año muy bueno para el sector industrial", admitió el responsable de estudios de Pimec, Moisès Bonal, durante la presentación de la última edición del anuario presentado este lunes por la patronal. Aún así, desde la organización contextualizan estos datos menos positivos para la industria en la salida de la crisis de la Covid-19, y prevén que las siguientes entregas del informe mostrarán un panorama más optimista. El estudio se elabora a través de la información depositada en el Registro Mercantil por más de 84.000 pymes.

Esta publicación da un retrato robot del balance de resultados medio de las pymes catalanas en el 2022, un ejercicio que en global fue de mayores beneficios. Las empresas ganaron un 20,8% más, mientras que sus ventas aumentaron también un 17,6%. Una pequeña o mediana empresa catalana obtuvo de media 81.100 euros de beneficios, al tiempo que su facturación anual rozaba los dos millones de euros. En cuanto a la partida de los gastos de personal, se amplió un 13,3%, pero hay que tener en cuenta que ese mismo año el salario medio de los catalanes tan sólo avanzó un 2%, según la Encuesta de Estructura Salarial publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es decir, existe una brecha importante entre el incremento de las ganancias y el alza de las retribuciones en plena crisis del coste de vida.

El presidente de la patronal, Antoni Cañete, también ha destacado que en 2022 las pymes catalanas aportaron el 61,4 por ciento del valor añadido bruto (VAB) de Cataluña y representaron el 68,2 por ciento del total de la ocupación. Por otra parte, insistió en que éstas mejoraron "ligeramente" su rentabilidad y sus niveles de endeudamiento, aunque una de cada cuatro compañías presenta un pasivo "por encima del 77 por ciento" y sufriría mucho en caso de que llegara una nueva crisis. Cañete dejó claro que una de las principales preocupaciones de la entidad es la productividad y el aumento del absentismo laboral, temas que considera prioritarios antes de enfrentarse a otros debates como la reducción de la jornada de trabajo.

Sámper espera que el asalto del BBVA fracase

El acto también ha contado con el nuevo consejero de Empresa y Trabajo, Miquel Sàmper, que ha aprovechado la presencia del director territorial en Cataluña del Banc Sabadell, Xavier Comerma, para expresar el deseo del Gobierno que la opa del BBVA en entidad catalana "no fructifique". "Nuestro apoyo para que las cosas salgan bien", ha dicho. Cañete ha añadido los temores sobre el acceso al crédito de los que algunas patronales catalanas llevan meses alertando: "Si las pymes tienen un mercado en el que no hay oferta, en el que no hay competencia, tendremos un problema para acceder a la financiación".