Industria

Molins devuelve la sede social a Cataluña

La compañía trasladó su sede a Madrid tras el referéndum del 1-O

Instalaciones de Molins con el nuevo logo de la compañía.
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BarcelonaLa empresa catalana Molins (antes Cementos Molins) ha decidido devolver la sede social a Catalunya, según ha comunicado la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Lo ha decidido por unanimidad el consejo de administración de la empresa familiar catalana, que cotiza en la bolsa española.

Fuentes de la empresa han asegurado que la decisión de llevar la sede social a Catalunya se ha tomado por unanimidad del consejo de administración y "pensando en el mejor interés de la compañía". El 20 de octubre del 2017, el consejo de administración de Molins acordó trasladar la sede social de Sant Vicenç dels Horts a Madrid debido a la "situación política y social" que se vivía en Cataluña y de "la inseguridad jurídica que provocaba", argumentó en ese momento. Entonces, Molins trasladó su sede social a la calle Espronceda, 38 de Madrid y, posteriormente, la llevó al paseo de la Castellana de la capital española.

La sede de Molins irá ahora a Sant Vicenç dels Horts, donde ya había estado antes y donde la empresa tiene su principal centro industrial. Molins se llevó la sede social a Madrid tras el referéndum del 1-O, en el movimiento que facilitó el gobierno de Mariano Rajoy con el conocido como decreto Guindos, que permitía el traslado de sede social sin que fuera necesaria la aprobación de la junta de accionistas.

El traslado de la sede social de Molins a Madrid no fue aceptada por todos los accionistas de la compañía. A mediados del 2019 la empresa sometió a la junta, a petición de un minoritario, la posibilidad de devolver su sede a Catalunya, aunque los accionistas rechazaron esa posibilidad y decidieron que continuara en Madrid. Sin embargo, la división sobre el retorno de la sede existía entre los accionistas e, incluso, algunos miembros de la familia Molins llevaron el caso a los tribunales para pedir el regreso de la sede al Principado. De hecho, el caso se vio en un juzgado de lo mercantil de Madrid, pero la sede se mantuvo en la capital española.

De las empresas que trasladaron la sede social fuera de Catalunya tras el referéndum del 1-O, pocas han dado el paso inverso. La más importante hasta ahora que había vuelto a Cataluña fue Agbar, aunque también ha habido otros movimientos, como el regreso de Laboratorios Ordesa y Red Point.

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha expresado la satisfacción por el regreso de la sede social de Molins y ha aprovechado la ocasión para remarcar que su Gobierno trabaja "para que Cataluña sea, de nuevo, motor económico de España y de Europa en beneficio de todos".

El movimiento de sedes se desató tras el referéndum, liderado por las grandes cotizadas catalanas, como CaixaBank, que acudió a Valencia, y el Banco Sabadell, que se llevó su sede a Alicante. Entre las grandes empresas catalanas que forman parte del Ibex 35, sólo Grifols decidió mantener su sede en Catalunya. Pero de las que forman parte del mercado continuo, como Molins, hubo más que se mantuvieron.

El traslado de sedes sociales no se había monitoreado hasta entonces. Durante los dos últimos meses de 2017 y los primeros meses de 2018 hubo un importante número de traslados de sedes, pero después bajó y, aunque Catalunya es la comunidad que ha ido perdiendo más sedes sociales, no ha perdido negocio en los años que han transcurrido desde entonces, sino que ha ido ganando.

La noticia del regreso de la sede de Molins ha sido bien recibida por el Govern. La consejera de Economía, Alícia Romero, a través de la red social X, le ha valorado como "una muy buena noticia".

Conseguir el regreso de las sedes sociales ha estado en la agenda de los distintos gobiernos catalanes. Pero el acceso al ejecutivo del PSC con Salvador Illa como presidente ha allanado el camino. De hecho, el presidente de la patronal catalana Fomento del Trabajo, Josep Sánchez Llibre, ya alabó el trabajo del ejecutivo socialista hace menos de dos meses. Según dijo, la Generalitat de Salvador Illa iba en la "buena dirección" para alcanzar las circunstancias que permitan el regreso de las empresas que se marcharon por el 1-O. Lo expresó Sánchez Llibre en el IV Foro Empresarial de Catalunya, organizado por elEconomista a mediados de octubre. De hecho, la patronal que preside Sánchez Llibre expresó también a X la satisfacción y su presidente dijo que esperaba que sea un primer paso y que espera "que no sea el último". Para Sánchez Llibre, el regreso de Molins es una "gran noticia para Cataluña" y ha felicitado a los directivos y al consejo de administración por la decisión. "Bienvenidos", ha concluido.

Los anteriores gobiernos de la Generalitat, presididos por Junts y Esquerra, sucesivamente, intentaron sin éxito el regreso de la sede social de las grandes empresas. Si bien el efecto económico real de estos traslados era limitado, en términos de imagen y confianza el impacto sí se veía trascendente.

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