Vivienda

Coches de lujo en pisos de protección oficial: la picaresca llega a Hong Kong

La antigua colonia británica tiene uno de los mercados inmobiliarios más saturados del mundo

ARA
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Imagen aérea de Hong Kong.

Las autoridades de Hong Kong están intensificando los controles sobre los beneficiarios de viviendas de protección oficial por la presión del gobierno chino, que quiere ampliar el acceso a los pisos protegidos a las familias que más lo necesitan en uno de los territorios con el precio por metro cuadrado más caro del mundo, según explica el diario británico Financial Times.

Concretamente, la administración de Hong Kong –un territorio autónomo dentro de China– tiene en el punto de mira a las familias que sobrepasan los límites de renta y viven en pisos públicos. En estos momentos, la renta máxima para poder solicitar una vivienda gubernamental es de 30.950 dólares hongkoneses (HKD) al mes (unos 3.600 euros) y unos activos inferiores a los 590.000 HKD (unos 68.100 euros) para una familia de cuatro personas. Cuando los ingresos mensuales sobrepasan los 154.750 HKD (17.900 euros) y los activos los 3,1 millones de HKD (358.000 euros), las familias deben abandonar las viviendas. Por término medio, el precio del alquiler protegido es de 2.287 HKD al mes, unos 264 euros.

El gobierno de Hong Kong ha contratado a policías retirados para investigar a los beneficiarios, algunos de los cuales conducen coches de lujo de marcas como Mercedes-Benz o BMW. Las autoridades se plantean también ofrecer recompensas a quien proporcione pistas para descubrir casos fraudulentos. "La posesión de vehículos caros, especialmente poco después de iniciar el contrato de alquiler de vivienda pública, es una de las pistas importantes para detectar abusos", explica al Financial Times un portavoz del departamento de vivienda de Hong Kong. Los responsables del gobierno han inspeccionado los aparcamientos de las fincas de protección oficial y han llegado a desahuciar a las familias que habían presentado declaraciones de ingresos o de bienes falsas.

Más de la mitad de los 7,5 millones de habitantes de Hong Kong viven en vivienda pública, con listas de espera para obtener un piso que pueden alargarse hasta seis años. Las autoridades consideran que los pisos para dos personas deberían tener al menos 26 metros cuadrados, aunque hay 200.000 personas que viven en los llamados pisos ataúd, que tienen menos de 13 metros cuadrados y cuestan al mes 5.000 HKD (577 euros).

Poca construcción

La ciudad, que fue colonia británica entre 1841 y 1997, es uno de los territorios con mayor desigualdad del mundo y tiene uno de los mercados inmobiliarios más saturados y caros. El precio de una casa multiplica por 19 los ingresos anuales medianos de una familia, según el think tank Urban Reform Institute, cifras que superan con creces las de Singapur, Reino Unido o Estados Unidos.

El gobierno central chino considera que la falta de acceso a la vivienda fue una de las fuentes de malestar social que provocaron las fuertes protestas prodemocracia que paralizaron la ciudad en 2019 y 2020. Además, la crisis inmobiliaria que afecta a China desde hace dos años ha llegado también a Hong Kong, con menos demanda de terrenos para construir vivienda nueva y menos constructoras dispuestas a invertir.

Pekín presiona a las grandes empresas del sector para que vuelvan a invertir en construcción en el territorio, que ya está muy saturado urbanísticamente. Desde que la Reserva Federal –el banco central de Estados Unidos– inició la serie de subidas de los tipos de interés en el 2022, los precios de la vivienda en Hong Kong han caído un 20%.

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