Macroeconomía

La Generalitat reduce una décima el crecimiento para este año, hasta el 2,5%

La guerra comercial rebajará su impacto en el 2026, con un alza del PIB del 2,1%, una décima más de lo previsto en primavera, según la conselleria de Economía

Contenedores en el Puerto de Barcelona.
13/10/2025
2 min

BarcelonaEl Govern prevé que la economía catalana crecerá este año el 2,5%, una décima menos que la estimación hecha la pasada primavera por los efectos de la guerra comercial, y el 2,1% el ejercicio próximo, una décima más, ya que se estima que el impacto de la pugna arancelaria se reducirá. Estas estimaciones se incluyen en el escenario macroeconómico 2025-2026 de la conselleria de Economía, quien "confirma la normalización gradual de la economía catalana hacia tasas cercanas al 2%, después de unos años de crecimientos inusualmente intensos". Según el documento, durante los ejercicios 2025 y 2026 se crearán unos 110.000 puestos de trabajo, mientras que la tasa de paro se irá estabilizando en torno al 8% (8,4% en 2025 y 8,2% en 2026).

La hoja de ruta del ejecutivo catalán destaca que el producto interior bruto (PIB) seguirá avanzando "a un ritmo destacado y por encima de la media de la zona euro, que en 2025 se situaría en el 1,2% según las perspectivas de la OCDE". A consecuencia de las últimas estimaciones, la economía catalana acumulará más de cuatro años con un diferencial de crecimiento positivo respecto al conjunto de la zona euro.

Las nuevas previsiones incluyen un escenario complejo para el comercio global, la atonía de la zona euro y el aumento de las importaciones, "que tendrían un impacto negativo en el 2025". Este efecto se atenuaría en 2026, afirma el documento. Por ello, el crecimiento previsto de este año se ha moderado en una décima respecto al escenario de la pasada primavera, mientras que el del 2026 se ha revisado una décima al alza.

Empuje de la inversión

El principal motor de la economía catalana seguirá siendo la demanda interna. Dentro de este apartado destaca el consumo privado, que se mantendrá fuerte "gracias al buen comportamiento del mercado de trabajo, renta disponible y crecimiento de la población". Pero, de todas formas, "la inversión será el componente de la demanda interna que experimentará un avance más significativo" y, por tanto, ganará protagonismo como motor de crecimiento. Elementos que contribuirán son la mejora de las condiciones de financiación, el bajo nivel de endeudamiento empresarial o el soporte de los fondos Next Generation.

El documento del Gobierno advierte que persisten riesgos que pueden ralentizar el ritmo previsto de crecimiento, como la guerra arancelaria, la debilidad económica de la zona euro, las tensiones geopolíticas en Ucrania o Oriente Medio, el endurecimiento de las condiciones financieras o la inestabilidad política y presupuestaria en países cercanos como Francia.

El año 2025 estará muy marcado por el impulso de la demanda interna. El consumo privado y el de las administraciones públicas moderan su crecimiento pese a seguir avanzando a un ritmo destacado (3,3% y 2,5%, respectivamente), mientras que la inversión alcanzará el mayor aumento (5,1%). Se prevé que las exportaciones suban un 2,1% y las importaciones hagan un 4,2%, con lo que la aportación de la demanda externa tendría un signo negativo (-0,5 puntos).

En 2026 la pauta de crecimiento será más equilibrada, según la conselleria de Economia. La demanda interna se mantendrá fuerte pero con incrementos más moderados de todos sus componentes. Y en la parte de la demanda externa, el crecimiento de las exportaciones (2,2%) y las importaciones (3,3%) será mayor.

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