Macroeconomía

Nueva escalada en la guerra comercial entre China y EE.UU.

El gigante asiático prohibirá la exportación de minerales clave para la producción de chips y semiconductores

Un chip
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BarcelonaLa guerra comercial entre China y Estados Unidos entra en una nueva fase: Pekín ha anunciado que prohibirá la exportación de minerales clave, algunos de ellos utilizados para la producción de chips. La decisión es una respuesta a la prohibición decretada por la administración de Joe Biden el lunes sobre las ventas de determinados chips y maquinarias al gigante asiático, aunque el gobierno chino ha argumentado que se trata de una cuestión vinculada a la seguridad nacional.

Los minerales restringidos con carácter inmediato son "el galio, el germanio, el antimonio y los materiales superduros", según ha anunciado el ministro de Comercio chino. El grafito también estará sujeto a una revisión más estricta. La prohibición amplía los límites ya existentes que Pekín empezó a aplicar el pasado año en las exportaciones de minerales a Estados Unidos. China cuenta con una de las principales reservas globales de los minerales clave para la producción de semiconductores utilizados para el desarrollo de tecnología avanzada, incluida en el campo militar.

China produce el 48% del antimonio, que se utiliza para fabricar munición, misiles infrarrojos, armas nucleares y gafas de visión nocturna. Solo este año, el gigante asiático refinó el 59,2% del germanio y el 98,8% del galio, según recoge Project Blue. La escalada de la guerra comercial amenaza con extenderse a otros minerales más críticos, como el cobalto y el níquel.

El presidente Biden amplió el lunes las limitaciones en las ventas tecnológicas en China, la cual calificó la decisión de "ilegal". El objetivo de la medida aprobada por Washington es prevenir que China pueda desarrollar sus propios chips avanzados con fines militares e inteligencia artificial. Se trata de la tercera prohibición que aplica Estados Unidos a la industria de los semiconductores chinos en los últimos tres años.

Paralelamente a la nueva restricción, varias empresas del sector han enviado comunicados a las empresas chinas en las que piden que compren los chips y otros semiconductores domésticamente oa otros países que no sean Estados Unidos.

La guerra comercial entre Estados Unidos y China hace ya tiempo que es una realidad en todos los sectores, no sólo en el tecnológico. La pasada primavera Biden firmó escalar del 25% al ​​100% los aranceles sobre los vehículos eléctricos importados de China. Además, también anunció restricciones para aluminio, acero, semiconductores y baterías de iones.

La semana pasada el presidente electo Donald Trump también anunció que aplicaría una tarifa adicional del 10% sobre los aranceles que ya existen en las importaciones chinas el primer día que llegue a la Casa Blanca. Trump tomará posesión el 20 de enero. Durante la primera administración del político republicano, el gigante asiático se abstuvo de tomar medidas drásticas sobre sus exportaciones. Ahora, sin embargo, la perspectiva que ofrece el segundo mandato de Trump ha despertado mayores preocupaciones entre los dirigentes chinos.

Aparte del 10% adicional, durante la campaña también prometió que impondría un arancel del "100% a todos los coches" importados de China y otro del 60% sobre todas las importaciones chinas.

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