La multinacional de videojuegos Tencent entra en la catalana Novarama

BarcelonaEl gigante mundial de videojuegos Tencent ha entrado como inversor en el estudio catalán Novarama, con sede en Barcelona. Así lo ha anunciado esta última en un comunicado a pesar de que no ha concretado los detalles de la operación. El escrito se limita a decir que la multinacional china tendrá "una participación" de la catalana.

Tencent es la compañía que ha impulsado juegos como Fortnite, League of legends y Clash of clans, entre muchos otros, y hace dos semanas ya se convirtió en la accionista mayoritaria del estudio madrileño Tequila Works, conocido por juegos como Rime. "Hoy es un día importante no solo para nosotros, sino también para la comunidad de desarrollo [de videojuegos] española", ha asegurado el consejero delegado de Novarama, Dani Sánchez-Crespo, este jueves.

Novorama, que se fundó en 2003, está especializada en el desarrollo y edición de videojuegos. Durante más de diez años ha trabajado para Sony Interactive Entertainment, con la que publicó ocho juegos de la saga Invizimals en PSP, PS Vita y PS3. La saga, que se sacó al mercado en 2009 y fue pionera en realidad aumentada, ha vendido más de 2,5 millones de copias en todo el mundo y se ha adaptado incluso en una serie de televisión. Los últimos trabajos del estudio catalán han sido Space legend y Killsquad, y actualmente está trabajando en un MMO que todavía no ha anunciado, una modalidad de juego en la que miles de jugadores se pueden conectar simultáneamente online y jugar juntos.

Esta no es la primera gran operación que viven las empresas catalanas de videojuegos este año. La empresa norteamericana Scopely anunció en el mes de febrero la compra de la catalana Omnidrone, de 120 trabajadores. La empresa norteamericana tenía presencia en Barcelona desde 2017 e hizo pública esta compra junto con dos adquisiciones más en Europa por un valor conjunto de 42 millones de euros. Después de la compra, Omnidrone pasó a tener 570 trabajadores en la capital catalana. Para hacer frente a sus necesidades de espacio, la empresa tuvo que realquilar el edificio de oficinas que tenía el Banco Sabadell en el pasaje Mercader, en el Eixample.