Reformas

El 'no' de la patronal al aumento de las cotizaciones deja tocada la reforma laboral

Escrivá quita hierro al rechazo de los empresarios y argumenta que "un acuerdo tripartito es deseable, pero no un fin en sí mismo"

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La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, con los portavoces de la patronal CEOE y Cepyme y de los sindicatos CCOO y UGT.

"Hasta ahora los resultados [de las negociaciones] han sido excelentes, pero no podemos pecar de optimismo". Así se pronunciaba el secretario general de CCOO, Unai Sordo, a principios de septiembre. Una predicción que desde ayer lunes, con el 'no' de la patronal al mecanismo de equidad intergeneracional y al refuerzo de los ingresos para hacer sostenible el sistema de pensiones, toma todavía más sentido. De hecho, este es el segundo gran pacto, después del del aumento del salario mínimo este 2021, del cual los empresarios se desmarcan, hecho que deja tocado el acuerdo sobre la reforma laboral, el otro gran tema pendiente. ¿El motivo? Que las reticencias de los empresarios no permitan un consenso a tres bandas entre gobierno español, sindicatos y patronales. Un escenario que, a pesar de que no es obligatorio, Bruselas siempre ve con mejores ojos.

Pero desde el gobierno español le quitan hierro. Por un lado, el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha argumentado este martes que "un acuerdo tripartito es deseable, pero no un fin en sí mismo". Una idea que el gobierno español ha dejado clara esta mañana con la organización de un "desayuno de trabajo" en la Moncloa al cual solo estaban convocados los secretarios generales de CCOO y UGT. Pero Escrivá ha pedido "no magnificar" el rechazo de la CEOE. "Defienden sus intereses, pero el interés general es el que defendemos nosotros", ha insistido.

El ministro ha reiterado que la propuesta de aumentar las cotizaciones para llenar la hucha de las pensiones no perjudica la creación de puestos de trabajo, a diferencia de lo que defienden los empresarios. "Rotundamente no", ha dicho en declaraciones a TVE. "Todo el mundo tiene que entender que el estado del bienestar hay que pagarlo", ha insistido el titular de la Seguridad Social, que ha argumentado que en los países con modelos similares al español siguen esta línea.

El ministro ha asegurado que esta negativa de la CEOE no será ningún obstáculo para negociar y acordar el resto de temas pendientes, y no poco problemáticos, en materia de pensiones como por ejemplo el régimen de cotización de los trabajadores autónomos, que pasarían a cotizar a la Seguridad Social en función de sus ingresos reales, el anteproyecto del plan de pensiones de ocupación público o la revisión del periodo del cómputo de años. "Tampoco en las negociaciones sobre la reforma laboral", ha añadido Escrivá. Pero aquí también entra en juego la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que hasta ahora capitaneaba desde su ministerio las negociaciones. "Es difícil y complejo [llegar a un acuerdo tripartito]", ha reconocido Díaz en rueda de prensa posterior al consejo de ministros, "pero no imposible", ha matizado.

La titular de Trabajo ha situado la temporalidad como el principal escollo de la negociación. "No se ha abordado nunca en democracia. Tenemos que cambiar el paradigma de la contratación reconociendo que el país tiene sectores estacionales, pero técnicamente es posible garantizar la estabilidad con la estacionalidad", ha defendido Díaz. De hecho, la última propuesta del ejecutivo en la mesa de diálogo social sobre la temporalidad, que va en la línea de vincular temporalidad y causalidad, es muy valorada por los sindicatos, mientras que la CEOE, por ahora, se opone rotundamente. Agentes sociales y gobierno español se reúnen de nuevo mañana miércoles para continuar negociando, pero también lo harán el viernes para acelerar la norma, que tiene que estar terminada antes de acabar el año.

Fuentes conocedoras de las negociaciones reconocían hace un tiempo al ARA un endurecimiento en la posición de la patronal, que a pesar de partir siempre de una posición firme nunca había sido inamovible. La mejor prueba de esto es que todas las negociaciones hechas hasta ahora habían acabado con acuerdo social, si bien es cierto que el choque económico sin precedentes fruto de la pandemia obligaba a todo el mundo a mover ficha, tanto para salvaguardar a las empresas como a los trabajadores.

Las pensiones, en el Congreso

El acuerdo bipartito de ayer también ha llegado al Congreso de Diputados. Entre los partidos que se han pronunciado están los catalanes. Mientras que ERC ve "mejorable" el acuerdo para aumentar las cotizaciones, el PDeCAT lo ha rechazado y Junts per Catalunya espera leer "la letra pequeña". De hecho, el mecanismo de equidad intergeneracional se registrará como una enmienda al proyecto de ley de la reforma de las pensiones que el Congreso está tramitando y, por lo tanto, ahora también necesitará el visto bueno de la cámara baja española.

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