Reforma laboral

El gobierno español enfría la opción de limitar los contratos temporales a un máximo del 15% de la plantilla

La patronal CEOE se opone a la medida mientras los sindicatos la ven con buenos ojos

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La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, miércoles al Congreso .

BarcelonaEl gobierno de Sánchez enfría limitar los contratos temporales a un máximo del 15% de la plantilla anual de todas las empresas y sectores. Tal como avanza este jueves el diario El País y confirman fuentes del ministerio de Trabajo al ARA, a pesar de que esta era una de las propuestas que se estudiaba para incluir en la reforma laboral, puesto que el ministerio de Trabajo a petición de los sindicatos la aceptó e incorporó al texto que se está negociando, finalmente parece que la medida caerá. "No era nuestra", se ciñen en apuntar las mismas fuentes, que dicen que "oficialmente" todavía no se ha retirado del texto y "se está negociando".

De hecho, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ya la enfriaba este miércoles e insistía que era una iniciativa que se había incorporado porque lo habían pedido una parte de los agentes sociales: "La propuesta [del ministerio de Trabajo] es actuar en la reducción de las modalidades contractuales y reforzar la causalidad [de los contratos]. Hay algún país que fija un porcentaje. También pensamos que tiene que haber sanciones importantes en caso de uso y abuso de la temporalidad mal entendida", explicaba Díaz en una entrevista en el programa El objetivo de La Sexta. Todos los agentes implicados en la negociación, sin embargo, insisten que "todavía se está negociando" y que, por lo tanto, no hay ninguna propuesta cerrada.

Sobre la temporalidad, Díaz apuntaba a que el ministerio de Trabajo se sitúa en una posición "intermedia". El hecho es que la iniciativa del porcentaje es abrazada por parte de los sindicatos mayoritarios (CCOO y UGT). "La propuesta de CCOO no pasa por eliminar este concepto", apuntan fuentes de este sindicato al ARA. Por lo contrario, tiene la oposición frontal de la patronal CEOE, que dejó claro que no quería un límite de temporalidad para todos los sectores como vía para intentar reducir la elevada temporalidad, uno de los grandes problemas del mercado laboral español y a la vez una exigencia de Bruselas. Fuentes del ministerio de Trabajo insisten que su planteamiento sería vincular temporalidad y causalidad. "Hay temporalidad si hay causa que lo justifique, por ejemplo Navidades y la vendimia", detallan.

En las últimas horas el gobierno español, concretamente de la voz de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, también ha reconocido que no se puede derogar "técnicamente" la reforma laboral. De hecho, a pesar de que el acuerdo de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos recoge la palabra derogación, esto no quiere decir volver al escenario laboral previo al de la reforma del PP y, por lo tanto, derogar de facto, sino desmontar, a corto plazo, los llamados “elementos más lesivos”. Entre estos elementos no estaba, sin embargo, el despido colectivo, como explicaba Díaz ayer. "No se tocará por acuerdo de gobierno" en la mesa de negociación con sindicatos y patronal, decía.

Díaz hizo estas declaraciones este miércoles en el programa El objetivo de La Sexta, en el que insistió que aunque técnicamente no se puede derogar la reforma laboral, sí que se pueden suprimir partes, como se hizo con la anulación del despido de un trabajador en baja médica. La ministra también afirmó que hay que actuar contra el alta temporalidad y la precariedad salarial, y conseguir la modernización del mercado de trabajo y el reequilibrio en la negociación colectiva, entre otros.

Sea como fuere, el margen de tiempo para negociar se agota. Desde el ministerio de Trabajo apuntan que se tiene que cerrar a finales de noviembre porque la normativa tiene que estar a punto unos veinte días antes de llevarla al consejo de ministros, donde hace falta que llegue antes de acabar el año para cumplir con el compromiso fijado con Bruselas en el plan de recuperación a cambio de los fondos europeos antipandemia.

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