El sector lechero, en la cuerda floja: “Cobramos la leche como hace 35 años”

Los ganaderos reclaman a Mercadona que pague el litro al precio de coste

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Los ganaderos han tirado leche, paja y estiércoles a las puertas de un Mercadona de Vic para reclamar que la empresa compre la leche al precio de coste

VicGolpe sobre la mesa del sector lechero. Los ganaderos ya no pueden continuar vendiendo la leche a un precio por debajo del coste de producción, tal como los exigen las grandes distribuidoras. Hace dos semanas tuvieron que firmar un contrato a regañadientes con Làctia Agroalimentaria –la principal proveedora de leche a Mercadona– porque, si no estampaban la firma, tenían que tirar los 182.000 litros de leche que producen diariamente. Ahora temen que la compañía no suba el precio cuando el contrato acabe el 30 de septiembre, y que las otras empresas sigan su camino. Alertan que esto supondría el fin de su existencia y recuerdan que en los últimos 20 años han cerrado un 70% de las explotaciones lecheras y que actualmente solo quedan unas 400 en toda Catalunya –según datos de Unió de Pagesos–. Por eso este viernes han vuelto a protestar ante el Mercadona de Vic para reclamar poder vender la leche como mínimo al precio de coste.

“Estamos en una situación ruinosa: cobramos la leche al mismo precio de hace 35 años, con unos costes de producción que, si no suben una vez el año, lo hacen más de una. Llega un momento en que nos sentimos absolutamente abandonados”, resume el malestar del sector el ganadero jubilado Josep Serra, que es uno de los 150 campesinos que han participado en la protesta ante el supermercado, que ha acabado con el derramamiento de leche, estiércol y paja ante la puerta principal. 

Es un problema que el sector hace años que arrastra, pero que ahora ha explotado con el aumento exponencial de costes como la luz y la alimentación del ganado. “La tonelada de cebada hace un año valía 160 €; ahora vale 240 €, un 25% más”, pone de ejemplo el secretario técnico de los Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC), Jordi Vidal, que define al sector como una forma “de esclavitud del siglo XXI”. “Somos esclavos de las vacas y somos esclavos del mercado, porque no podemos parar de producir y no podemos poner ni precio de venta”, afirma. Y es que este es, precisamente, el talón de Aquiles de los lecheros: producen los 365 días al año y solo tienen 48 horas para vender la leche antes de que se estropee. Esto les hace partir desde una posición de desventaja a la hora de negociar con las grandes distribuidoras el precio del litro. 

Empobrecidos y endeudados

El conflicto actual estalló a principios de julio cuando Làctia anunció a Vaquers d’Osona y a la Cooperativa Plana de Vic que no les renovaría el contrato. Querían pagar el litro de leche a 32 céntimos, pero los ganaderos no lo aceptaron. La compañía accedió a subir dos céntimos, sin embargo, para cubrir gastos, habría que llegar a los 40 céntimos, o al menos a los 37 que pidieron durante la negociación. Para intentar llegar a un acuerdo, los ganaderos solicitaron que en el contrato constara que aceptaban los 34 céntimos/litro “por necesidad”, a pesar de ser conscientes de que este precio “no cubre los costes de producción”.

La empresa no aceptó añadir esta cláusula y el 2 de agosto no dejó entrar a dos camiones con 50.000 litros de los osonenses a su central de Vidreres (la Selva). El día siguiente los campesinos tuvieron que decir que sí a “un precio mínimo” de 35 céntimos/litro para evitar tener que tirar los 182.000 litros de leche que producen cada día. Sin embargo, el contrato es solo para dos meses –finaliza el 30 de septiembre– y ya han anunciado que continuarán con las movilizaciones hasta conseguir vender la leche "a un precio justo", es decir, como mínimo al precio de coste. 

“Son un cártel con un capo que es el señor Joan Roig, presidente de Mercadona, que ganó 227 millones de euros el año pasado porque nos ha hecho perder mucho dinero a nosotros”, ha cargado el representante del sector lechero de Unió de Pagesos, Marc Xifra, que también ha recordado que la compañía tiene “el 24% de la cuota de mercado de la gran distribución” y “marca el ritmo” del precio de la leche que siguen el resto de compañías como Carrefour o Bon Preu. “Sabemos que hay empresas esperando que haga el gesto de subir el precio”, ha asegurado Xifra. Y el presidente de la Cooperativa Plana de Vic, Vicenç Fabré, ha añadido que “todo el mundo tiene miedo” y “nadie se quiere desmarcar” de lo que haga Mercadona.  

Durant la protesta, los ganaderos han colocado un ataúd sobre unas balas de paja para alertar que peligra el futuro de las explotaciones

Además, tienen constancia de ganaderos que han recibido instrucciones de no manifestarse. “Estamos señalados, sabemos el riesgo que corremos, y nos hemos visto con la obligación de firmar una mentira para que nos recojan la leche”, ha lamentado Fabré, que lo ha justificado por un motivo: “Estamos ahogados económicamente, no podemos más y no tenemos alternativas”. De hecho, su situación es tan delicada que muchos, a pesar de que querrían no trabajar más, no pueden por los números rojos que arrastran. “Tienes inversiones hechas, préstamos del banco... Si cierro me quedaré endeudado, y una vez cierras ya no puedes volver a ponerte en marcha, es totalmente inviable”, expone Fabré, que admite que se lo ha planteado más de una vez.  

El representante de Unió de Pagesos ha puesto números a las pérdidas de una explotación lechera de unas 90 vacas. “Cada día produce unos 3.000 litros, pierde unos 6,22 céntimos por litro, es decir, 5.598 euros al mes”, lo que ha provocado que el sector esté ahora “empobrecido y endeudado”. 

Por eso también reclaman al gobierno español que revise la ley de la cadena alimentaria, puesto que consideran que tendría que fijar la cuota a partir de la que se puede hablar de posición de dominio "para detectar y penalizar malas prácticas, como el arrastre de precios a la baja o la utilización de determinados productos como producto reclamo". 

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