¿Quiénes son Delivery Hero, los nuevos propietarios de Glovo?
La compañía alemana, fundada por un ingeniero sueco, se ha convertido en un gigante a golpe de adquisiciones
Barcelona“Ha nacido una idea heroica”. Este es el adjetivo cargado de épica que ha perseguido a Niklas Östberg desde el 2011. Pero para entender por qué ahora Delivery Hero, una empresa alemana dirigida por un sueco, es la propietaria del 80% de la catalana Glovo hay que ir un poco más atrás y viajar hasta Londres. En 2008 un grupo de tres universitarios suecos (Erik Mellström, Ulf Engstrand y Per Anders Bjelkstal) querían cenar pizza, pero en su apartamento a las afueras de la capital británica no la podían comprar a domicilio. Este problema del Primer Mundo les despertó una idea de negocio: volvieron a Suecia y crearon Onlinepizza, una aplicación que se asociaba con las pizzerías para centralizar el envío de los pedidos.
Los universitarios recibieron una llamada. Era Östberg, un ingeniero industrial que ya trabajaba para la consultora norteamericana Oliver Wyman en Zúrich. Les ofrecía comprarles la empresa por tres millones de coronas suecas (algo menos de 300.000 euros), pero no se pusieron de acuerdo con el precio. Entonces optó por crear él mismo Pizza.nu, un servicio idéntico, y acabó fusionándose con sus competidores solo un año después. Östberg se convirtió en el presidente de Onlinepizza y presionó para la expansión de la empresa, pero el ansia de crecimiento de los otros fundadores no era tan grande como la suya. Dejó el proyecto y se marchó a Berlín, donde en 2011 creó Delivery Hero con dos alemanes y un austríaco.
La plataforma empezó a ganarse el aprecio (y los millones) de los inversores y pronto cruzó fronteras hasta países como Reino Unido, Australia, China o Corea del Sur. La guerra por el reparto a domicilio era tan cruda que en Alemania la Fiscalía llegó a investigar las oficinas de la empresa por un caso de ciberataques y robo de datos a otros portales. "Cocinar en casa cada vez será más como un pasatiempo costoso que haces cuando tienes tiempo y porque piensas que es divertido. Cada vez más personas querrán pedir comida a domicilio porque se está abaratando y haciéndose de mejor calidad", defendía Östberg en una entrevista en una revista sueca.
Delivery Hero empezó a dar saltos de gigante a base de adquisiciones –la primera compra fue la de sus antiguos socios suecos, Onlinepizza–, algunas que fueron clave en su asalto al sector como la entrada en el capital de PedidosYa (uno de los líderes en América Latina) o Foodpanda (otro proyecto berlinés que había crecido hacia Asia). También se convirtió en el principal accionista de Rappi, una plataforma colombiana con presencia en todo el continente. Paradójicamente, uno de los pocos países donde no opera es Alemania, a pesar de que ha hecho algunas incursiones.
En 2017 Delivery Hero se estrenaba en la bolsa de Frankfurt con una valoración próxima a los 5.000 millones de dólares. Es decir, la empresa ya era cinco veces un unicornio, cuando a Glovo todavía le faltaban más de dos años para conseguir este título. El grupo sustituyó en el DAX 30 (el Ibex-35 alemán) a Wirecard, la empresa de pagos que acabó en la bancarrota después de un escándalo contable. En las últimas cuentas completas disponibles, las de 2020, su facturación se disparó hasta los 2.471 millones de euros, pero las pérdidas se incrementaron hasta los 1.402 millones.
Mismas dudas por el modelo laboral
Como en otras plataformas rivales, los riders de Delivery Hero también han salido a las calles y han organizado campañas para protestar contra su condición de falsos autónomos. En Australia, la compañía replegó las operaciones de su filial Foodora (alegando motivos económicos) justo después de una denuncia por parte del Defensor del Pueblo, lo mismo que pasó más tarde en Canadá, a raíz de una decisión del departamento de relaciones laborales de Ontario. Centenares de repartidores de Foodpanda protagonizaron una huelga en Hong Kong en noviembre pasado durante todo un fin de semana para denunciar los continuos recortes a la tarifa base que cobran por pedido.
La compañía de Niklas Östberg entró sigilosamente en Glovo. En 2018 la plataforma catalana cerraba una ronda de 115 millones de euros con varios fondos y la empresa propietaria de los restaurantes italianos La Tagliatella. Lo que no decía la nota de prensa es que en aquella operación la mitad de los fondos los había aportado Delivery Hero. Desde entonces, la dirección de Glovo ha intentado frenar el peso de la alemana en su accionariado –a través, por ejemplo, de un pacto de sindicación con minoritarios– y su consejero delegado, Oscar Pierre, había repetido en varias ocasiones que la vía preferida por la empresa era seguir siendo independientes. Hacía meses que la empresa sondeaba una posible salida a bolsa y se había convertido en sociedad anónima, un paso previo para completar este movimiento.
Antes de anunciar la compraventa del 80% de Glovo, Delivery Hero ya controlaba más de un 40%. Desde el anuncio pocos minutos antes de entrar en 2022, sin embargo, el valor de sus acciones en la bolsa se ha desplomado alrededor del 20%. La promesa del grupo es que su servicio de comida a domicilio será finalmente rentable el segundo semestre del año, después de más de una década.