La UE aplaza a finales de mes las medidas para bajar la factura de la luz

Bruselas presentará las próximas semanas propuestas concretas para desvincular el precio del gas de la electricidad

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La presidenta de la Comisión  Europea, Ursula Von der Leyen, con el presidente español Pedro Sánchez, y el presidente del Consejo  Europeo, Charles Michel.

BruselasTodavía hará falta una nueva cumbre para que la Unión Europea tome medidas concretas para parar la escalada de la factura de la luz. Después de la reunión informal de Versalles de esta semana, la Comisión Europea se da dos semanas para presentar a los líderes propuestas específicas para abordar el encarecimiento de la electricidad de cara a la nueva reunión que tendrá lugar el 24 y el 25 de marzo. Son dos semanas más durante las que los ciudadanos europeos previsiblemente continuarán pagando facturas eléctricas récord, pero teniendo en cuenta el escepticismo con el que la UE se miraba medidas como intervenir el precio de la luz y desvincularlo del gas ahora hace un mes, es un gran adelanto.

A finales de 2021, países como España, Portugal e Italia ya empezaban a pagar precios desorbitados por la electricidad, fruto de una escalada relacionada con el precio del gas y con Rusia. Entonces, el gobierno de Pedro Sánchez empezó una cruzada en Bruselas para pedir actuar. El mercado eléctrico mayorista es europeo y, por lo tanto, la regulación es comunitaria. Aún así, ni la Comisión Europea ni países como Alemania y los nórdicos se mostraban dispuestos a permitir intervenir el mercado porque insistían que se trataba de un problema transitorio. En aquel momento, el ejecutivo europeo se limitó a presentar una guía con las medidas que se podían tomar a escala estatal respetando la legislación vigente y poca cosa más, porque defendían enconadamente que el actual diseño del mercado eléctrico europeo era lo más "eficiente".

Victoria para España

Sin embargo la guerra lo ha cambiado todo y ha dado la razón a las peticiones españolas. El decimonoveno punto de la declaración de Versalles que han sellado esta semana los Veintisiete deja claro el giro: "Impulsaremos y consideraremos de manera urgente las opciones concretas en base a la comunicación de la Comisión Europea del 8 de marzo para abordar el impacto del aumento de los precios de la energía en nuestra ciudadanía y empresas, especialmente para los más vulnerables y pymes", dice el texto, que fija la fecha clave los días 24 y 25 de marzo. Dicho en otras palabras, los líderes están abiertos a estudiar las medidas que Bruselas puso esta semana sobre la mesa, entre las cuales se señala la posibilidad de fijar un límite temporal e incluso grabar los beneficios caídos del cielo de las eléctricas para compensar el encarecimiento de la factura.

La misma presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha confirmado este viernes que el ejecutivo comunitario presentará a finales de mes propuestas concretas para "limitar el efecto contagio" del precio del gas al precio de la electricidad. Francia y España han liderado la campaña para poder fijar un tope al coste de la luz desde hace meses, y parece que es la vía que abrirá Bruselas a finales de mes. Pero con la guerra, Bruselas también se ha abierto a ir más allá y Von der Leyen ha anunciado este viernes que a mediados de mayo presentará un análisis para "optimizar" el diseño del mercado eléctrico, una reforma más profunda que pide Madrid y que ha abierto una ventana de oportunidad para el presidente español, que ha anunciado una gira europea para promover su propia propuesta.

"Pero los consumidores necesitan una reducción ahora", ha admitido la presidenta Von der Leyen. Por eso, Bruselas ya está poniendo en marcha un nuevo esquema temporal que permita conceder ayudas de estado de manera extraordinaria a las empresas más afectadas por el aumento de los precios, las pymes más afectadas e industrias que para funcionar requieren un elevado consumo eléctrico.

Todo ello va acompañado de una estrategia amplia y ambiciosa para reducir dos tercios la dependencia europea del gas ruso este año y reducirla del todo de aquí a 2027, según la fecha que ha puesto encima la mesa la misma Von der Leyen. Bruselas presentará propuestas más concretas para lograr estos objetivos a mediados de mayo, pero a grandes rasgos –y según la declaración pactada esta semana– se trata de diversificar los proveedores, aumentar el consumo de gas licuado y biogás, desarrollar el mercado del hidrógeno en Europa y, sobre todo, acelerar al máximo la inversión en renovables. También se garantizará que las reservas de gas estén al 90% de la capacidad antes de empezar el invierno y se priorizarán las inversiones para interconectar los países peor conectados en la red común europea, como España, Portugal e Italia.

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