Editorial

La soledad de Pedro Sánchez

Pedro Sánchez en la sesión de control del miércoles en el Congreso.
18/06/2025
2 min

El paso de los días después de la eclosión del caso Cerdán ha demostrado que los socios de Pedro Sánchez, a excepción quizá de Podemos, no tienen ningún interés en derribarlo, pero tampoco quieren quedar contaminados por un escándalo de corrupción que remite históricamente a los que se produjeron durante el fin del felipismo. Así, este miércoles Yolanda Díaz no acudió al Congreso a apoyar a Sánchez en su enfrentamiento con la derecha (un gesto que también siguieron algunos ministros de Sumar), Gabriel Rufián no quiso hacerse la foto con él después de reunirse en la Moncloa (y después también de un agrio intercambio en el hemilciclo y el PNV) han querido marcar distancias. Sánchez, por tanto, ha evidenciado este miércoles una amarga soledad que compromete el futuro de la legislatura.

La actitud de los socios es comprensible si se tiene en cuenta que cada día aparecen más detalles, algunos escabrosos, sobre las investigaciones de la Guardia Civil. Los investigadores hallaron una escritura con la que un empresario traspasaba a Cerdán el 45% de la propiedad de la empresa Servinabar, clave en la trama porque era la que conseguía adjudicaciones haciendo una UTE con Acciona. El objetivo de la UCO es descubrir dónde ha ido el dinero presuntamente cobrado en comisiones, por lo que han pedido el juez tener acceso a sus cuentas bancarias.

Otros episodios que han trascendido de los cacheos son directamente denigrantes y propios de una película rancia de la época del destape. Resulta que José Luis Ábalos pidió a los agentes que su acompañante pudiera salir a pasear y sacar al perro. Antes de salir, una guardia civil cacheó a la mujer y comprobó que llevaba escondido un disco duro externo de color azul que fue a parar a la bolsa de pruebas pese al intento de Ábalos de burlar a la Guardia Civil.

Todo ello representa un durísimo golpe en el relato fundacional de los gobiernos de Pedro Sánchez, que recordamos que llegó al poder en el 2018 a través de una moción de censura con el objetivo de hacer limpio después de la sentencia que condenaba al Partido Popular por el caso Gürtel. El machismo que denotan los audios, donde se habla abiertamente de contratar servicios de prostitución, mancha también otra de las grandes banderas de Sánchez, que es el feminismo. De momento, la estrategia del presidente español pasa por ganar tiempo con un doble objetivo: por un lado, intentar acotar el perímetro del caso; por otro, trazar un plan de acción que permita superar la crisis.

Todo esto, sin embargo, se puede ir al traste si aparece algún indicio de financiación ilegal del PSOE. Entonces sí que los socios abandonarán Sánchez por completo y la legislatura se verá abocada a un final abrupto. El PSOE, sin embargo, mantiene la tesis de que el caso afecta sólo a los tres implicados y defiende que, a diferencia del PP, ellos han actuado con rapidez echándolos. Sin embargo, habrá algo más que recurrir al clásico "y tú más" para superar esta crisis.

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