¿Qué es más fácil, que nos toque la lotería o que nos caiga un rayo?

Se estima que a una de cada 15.300 personas le caerá un rayo en algún momento de su vida

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Tempesta en el Vallès durante septiembre de este año / Enric Navarrete

BarcelonaEn la clásica conversación de ascensor o de barra de bar hoy no faltará quien os asegure que es más probable que os caiga un rayo que que os toque el Gordo de Navidad. Lo cierto es que no hay una respuesta única sobre si esto es verdad, puesto que el cálculo de la probabilidad de recibir el impacto de un rayo depende de muchos factores, y se pueden encontrar aproximaciones diferentes.

De entrada, si suponemos que hemos jugado solo un número de lotería, la probabilidad de que hoy nos haya tocado el Gordo de Navidad es de 1 entre 100.000, es decir, un 0,001%. Evidentemente, si compramos más números la probabilidad se multiplicará. Si tenemos dos, pasamos a una probabilidad de 1 entre 50.000, y si tenemos diez conseguiremos aumentar la probabilidad hasta el 0,01%. Para comparar la probabilidad de que nos toque la lotería con la eventualidad de que nos caiga un rayo, vale la pena que calculemos también qué posibilidades tenemos de que nos toque la lotería a lo largo de nuestra vida. Si suponemos que jugamos un número cada año durante 80 años, tendremos una probabilidad de 1 entre 1.250 de ganar el Gordo, es decir, un 0,08%.

¿Qué posibilidades hay de que nos caiga un rayo encima? Uno de los cálculos que podemos coger de referencia en este aspecto es el del National Weather Service de los EE.UU. (NWS), que tiene un detallado y amplio banco de datos sobre accidentes de este tipo entre los años 2009 y 2018. Según los cálculos del NWS, la probabilidad de que a un norteamericano le caiga un rayo a lo largo de un año es de 1 entre 1.222.000, es decir, del 0,0001%. Si comparamos estos datos, resulta que es diez veces más probable ganar la lotería que recibir el impacto de un rayo. El NWS calcula que, a lo largo de una vida de 80 años, las opciones de recibir el impacto de un rayo son de una entre 15.300. Es decir, a uno de cada 15.300 norteamericanos le cae un rayo a lo largo de la vida, según este cálculo. En todo caso, sin embargo, encajar la descarga de un rayo no supone una muerte segura -solo uno de cada diez impactos de rayo provoca la muerte-. El resto pueden provocar todo un abanico de secuelas que van desde problemas de corazón, quemaduras, parálisis y pérdidas de visión hasta depresión, pérdidas de memoria y temblores.

Estos datos dependen mucho de dónde vivamos, de nuestra prudencia e incluso de si somos hombres o mujeres, puesto que, según datos del NWS, de cada 5 personas que mueren debido a un rayo, 4 son hombres. El nivel de detalle de la compilación de datos sobre este aspecto en los Estados Unidos permite saber que la actividad al aire libre más vinculada con los accidentes por rayos es la pesca: 40 víctimas de los últimos años estaban pescando cuando recibieron el impacto del rayo, 25 estaban en la playa, 20 en una zona de acampada y 18 en una barca. Según datos de un estudio hecho por el Meteocat sobre el periodo 2004-2013, en Catalunya caen cada año una media de 65.300 rayos. Según datos del departamento de Salud del año 2011, entre el 1975 y el 2008 murieron 20 personas por impacto de un rayo en Catalunya.

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