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Consejos para limpiar como un profesional cuando tienes invitados

Preparar todo lo posible con antelación o asignar tareas a los asistentes son algunas de las claves para una exitosa velada

Genevieve Ko / The New York Times
4 min
Una persona cargando el lavavajillas en una imagen de archivo.

Lavar los platos, la cara B de las fiestas de Navidad (o de cualquier fiesta), puede llegar a ser tan satisfactorio como preparar el festín. Para que sea un trabajo menos estresante, es importante reconocer que las manchas de grasa persistentes no son la tarea más difícil. La sensación de estar abrumado por la suciedad o los invitados que quieren ayudar (o no) también pueden ser difíciles de manejar.

KC Davis, terapeuta licenciada en Houston y autora de How to keep house while drowning, un manual de limpieza y organización, da prioridad a la gestión de las expectativas ya la comunicación por las fiestas con invitados. Éstos son algunos de los consejos prácticos que facilita la experta para que tener invitados en casa no se convierta en un infierno.

Examina y establece tus propias expectativas

Preparar una decena de platos desde cero comporta fregar muchas ollas. Si te encanta cocinar, probablemente tendrás que frotar más. Pero si organizas una comilona sólo porque crees que es lo que se espera de ti o lo que es normal, Davis propone cuestionarse esta idea y determinar el alcance que puedes y quieres tener. La limpieza no debe hacerse "a expensas de tu salud", afirma David, y utilizar sólo un plato o una copa en vez de llenar la mesa de utensilios que multiplican el trabajo puede ser un buen recurso para mantener la salud física y mental, aunque hacerlo altere tus expectativas.

Comunícate a menudo con los invitados

"Tenemos que acabar con la era en la que las mujeres cocinan y limpian mientras los hombres ven el fútbol", dice Davis. Todas las personas invitadas deben ayudar durante la comida, a menos que realmente quieras hacerlo todo tú. (En este último caso, no puedes quejarte.)

Cuando compartas con los invitados los detalles de la planificación, como la hora de llegada, hazles saber que todos ayudarán y pregúntales qué les gustaría hacer. "Es importante establecer antes cómo participará cada uno", dice Davis. Una vez llegue la gente, da instrucciones claras sobre dónde y cuándo los necesitas.

Limpieza pronto ya menudo

Para Davis, demasiado desorden agobia: "Me quedo paralizada. Me resulta más fácil concentrarme y resolver las cosas si limpio sobre la marcha". Esto es válido para cualquiera que limpie. Una parte integral de la formación culinaria en los restaurantes es enseñar a los cocineros a recoger y limpiar sistemáticamente sus puestos de trabajo. No sólo es por higiene, sino que también ayuda a los cocineros a concentrarse ya trabajar más deprisa y de forma más inteligente.

También se aplica a las fiestas. Estar al día con la limpieza de los platos ayuda a quien cocina a mantener su mente serena ya ser más eficiente. Y realmente, no es más rápido dejar que todo se apilone en el fregadero. Cada vez que el fregadero esté medio lleno, limpia lo que haya y sigue cocinando. Para mantener el mostrador de cocina desembarazado, coloca un recipiente para la basura junto a la mesa de cortar o una papelera justo al lado de donde estés.

Preparar todo lo posible con antelación reduce drásticamente la limpieza en el día de la comida. Guarda en el frigorífico todos los ingredientes preparados como las salsas en recipientes que puedas utilizar para servir, y así ahorrarás limpiar el doble.

Encuentra un buen ritmo entre cocinar y limpiar

Hacer una pausa en mitad de una preparación para frotar una batidora puede hacer que pierdas el hilo de una receta. No intentes hacer varias cosas a la vez ni enjabonar rápidamente el cuchillo mientras pelas patatas. Es más fácil hacer una pausa para limpiar los platos en puntos de pausa definidos, como cuando el pavo se pone en el horno o la salsa para la ensalada en el congelador.

Dedicar tiempo a limpiar estos platos sin pensar también te da la oportunidad de respirar hondo y pensar con calma en qué debes hacer a continuación. En el momento en que te seques las manos, te sentirás renovado ante los pasos que debes dar a continuación.

Minimiza el tráfico en la cocina

¿Recuerdas a aquellos grandes ayudantes que has asignado para limpiar los platos? No quieres a todos a la vez en la cocina. Tampoco quieres alguien que limpie verduras mientras otro se quita el jugo del pavo crudo de las manos en el fregadero. Dile a los invitados que ya les avisarás cuando tengan que unirse a la acción. Así te asegurarás de no tener demasiados cocineros –o limpiadores– en la cocina.

Maximiza la limpieza antes de comer

Trate de limpiar y guardar todos los utensilios de cocina antes de servir la comida. Puede parecer desalentador, pero es posible con un equipo de ayudantes que trabajan en turnos alternos. No dudes en llenar y poner en marcha el lavavajillas en ese momento, o en cualquier otro.

Establece sistemas de limpieza después de la comida

Sigue el ejemplo de las empresas de banquetes y chefs privados, que reproducen la eficacia de la limpieza de la vajilla de los restaurantes en las cocinas domésticas creando sistemas. En vez de limpiar, secar o cargar el lavavajillas al azar cogiendo lo que tienes cerca, limpia por tipos de platos en fases.

Empieza por guardar las sobras y luego raspa lo que quede en el plato. Llena una cazuela vacía o un cuenco de servir con agua caliente con jabón y pon todos los utensilios. A continuación, apila o pone en fila los platos, cuencos y basos vacíos del mismo estilo. Si tienes poco espacio, trae los objetos a la cocina por categorías.

Carga el lavavajillas por tipo de plato, y luego limpia a mano también por grupos. Establece una cadena de trabajo desde enjabonar y fregar hasta enjuagar y secar. Apila o alinea todos los objetos enjutos y limpios sobre el mostrador de la cocina, si hay espacio. Para terminar, guárdalo todo y disfruta de la satisfacción de haber terminado todo el trabajo.

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