Según apuntan expertos de la DGT, la temperatura ideal para conducir se encuentra entre los 21 y 23 grados. Circular a más de 24 grados disminuye las capacidades de reacción y concentración del conductor, y conducir a una temperatura igual o superior a 35 grados es lo mismo que con una tasa de alcoholemia de 0,5 mg, ya que el tiempo de reacción se incrementa y aparece mucho antes la fatiga o el sueño, que afectan al conductor. Así pues, es importante antes de realizar un viaje por carretera este verano revisar tanto las piezas como los niveles de líquidos para asegurar la temperatura del vehículo. Además de evitar viajar las horas más calurosas del día (entre la una y las cinco de la tarde) y utilizar gafas de sol para evitar deslumbramientos.
¿Me pueden multar por conducir con chancletas o sin camiseta?
El verano es la época del año más complicada en la carretera debido a la densidad del tráfico y las imprudencias de los conductores
BarcelonaEn España 8 de cada 10 personas viajan por carretera durante las vacaciones estivales y son momentos clave en el aumento de la siniestralidad las operaciones de salida y de retorno, las cuales se producen a principios y finales de cada quincena de los meses de julio y septiembre. De hecho, durante el verano del pasado año se contabilizaron alrededor de 95 millones de desplazamientos, según datos de la DGT. El porcentaje más elevado de accidentes, en torno a un 65%, se acumula en las carreteras convencionales, vías de carril único con un único sentido de circulación. Los accidentes más habituales son la salida de vía, seguida de choques con objetos o choques frontales con otros vehículos, así como los vuelcos por exceso de velocidad. "Se concentra mayor siniestralidad en trayectos cortos y conocidos por los usuarios a causa de un exceso de confianza", explica Cristian Bardají, director del área de movilidad del RACC.
Sea por las altas temperaturas o por una cierta relajación por la llegada de las vacaciones, aparte de la densidad en las carreteras, en verano también se pueden ver ciertas prácticas imprudentes al volante como conducir con chancletas, sin zapatos o con bañador . En el Reglamento General de Circulación (RGC) no se menciona específicamente la indumentaria del conductor, aunque esto no significa que se pueda conducir de cualquier forma. Los artículos 18.1, 17.1 y 3.1 del RGC dan a entender que estas prácticas no son infracciones recogidas en el reglamento, pero "serán constitutivas de infracción cuando impidan la libertad de movimientos del conductor, el control del vehículo o generen peligro para el conductor o para el resto de usuarios de la vía". Así pues, queda a la interpretación de los agentes de tráfico considerar la gravedad de la sanción, que puede ir de los 80 a los 200 euros, ya que circular sin camiseta o envuelto con una toalla puede aumentar el riesgo de distraer a los demás usuarios de la vía , o bien sufrir quemaduras por el roce del cinturón de seguridad. Al igual que conducir con chancletas o descalzo, que puede suponer un problema a la hora de utilizar correctamente los pedales.
Bardají sostiene que "la seguridad vial consta de tres patas, y para que ésta sea eficaz deben funcionar las tres: los usuarios, los vehículos y las carreteras". Por parte de los usuarios, Bardají señala los efectos del calor, la somnolencia, las distracciones, la densidad del tráfico, las imprudencias y el aumento de vehículos ligeros como las principales causas de ese aumento de accidentes. En cuanto a los vehículos, el director de movilidad del RACC destaca el envejecimiento de la media española: "Cada vez cuesta más renovar el vehículo, y la media va aumentando. La media de los vehículos en España es de 14 años, de las más elevadas de la Unión Europea". En consecuencia, estos vehículos cuentan con una tecnología más atrasada y peor protección en caso de accidente.
Aunque habitualmente se otorga toda la responsabilidad de los accidentes a las imprudencias de los conductores, la Asociación Española de Carreteras también pone de manifiesto el déficit de inversión en lo que se refiere al mantenimiento de las infraestructuras viarias: "Es una constante que se mantiene ", dice Bardají. Cataluña, Andalucía, Castilla y León y la Comunidad Valenciana se encuentran entre las comunidades autónomas con los tramos de carretera más críticos.
Consejos para viajar con seguridad este verano
- Es imprescindible realizar una revisión completa del vehículo antes de viajar: revisión de batería, niveles de aceite y líquidos, funcionamiento de todas las luces, que las ruedas estén en buen estado y con la presión recomendada y que toda la documentación esté en vigor ( carné de conducir, permiso de circulación, ITV y seguro del coche).
- En verano se incrementa el uso de vehículos ligeros como motos y bicis. Es necesario aumentar la precaución, sobre todo en carreteras convencionales.
- Un gran volumen de vehículos se concentra en las carreteras durante la operación salida y regreso. Trate de escoger otros días para moverte y consulta el estado de las carreteras antes de salir.
- Prepara previamente la ruta, incluyendo momentos para realizar paradas que permitan el descanso del conductor. En caso de ir más de un conductor, es aconsejable realizar turnos.
- En caso de viajar con mascota, ésta debe ir documentada también, además de ser transportada de forma que no interfiera en la seguridad del conductor ni en la del resto de viajeros.
- Es recomendable vestir siempre ropa y calzado adecuados. Pueden ser zapatos frescos siempre que se adapten y estén fijados por delante y por detrás, pero ni el pie ni el calzado deben resbalar sobre los pedales del coche. Es adecuado llevar piezas holgadas y frescas.
- La calzada también sufre los efectos del calor y de ahí que se puedan producir desperfectos en la carretera. Por tanto, es más posible que durante los meses de verano se lleven a cabo obras en la carretera y sea necesario prestar más atención a posibles cambios de señalización.
- Con exceso de calor, el cansancio, la somnolencia y el estrés aumentan; las consecuencias pueden ser graves, puesto que pueden provocar errores en la conducción. Está demostrado que con mucho calor la capacidad de concentración y de reacción puede parecerse a un estado ebrio y la agresividad aumenta considerablemente. Incluso algunas señales de tráfico pueden pasarte desapercibidas. Es imprescindible llevar (e ingerir cuando realices una parada) bebidas frescas que no contengan alcohol, para hidratarte, porque ayudan a mantener la atención.