El triángulo Getaria-Madrid-A Coruña marca el paso de las exposiciones de moda en territorio español de este otoño-invierno. El Museo Cristóbal Balenciaga, además de un remarcable fondo del modisto vasco, todavía tiene en cartel a Josep Font: Belleza e inquietud , una fascinante retrospectiva del diseñador catalán que ha comisariado Josep Casamartina i Parassols. Este historiador del arte de Sabadell también es la cabeza pensante detrás de Jeans, de la calle al Ritz , el próximo gran hit del Museo del Traje de Madrid, en el que se mostrará la historia, el uso y el significado social de ese tejido mítico. Y, mientras, en A Coruña ya se habrá inaugurado Helmut Newton. Fact & Fiction , la tercera exposición de fotografía de moda de la Fundación MOP, impulsada por Marta Ortega, actual presidenta de Inditex.
Olimpiadas, divas y erotismo: de viaje a las capitales mundiales de la moda
París, Londres, Milán y Nueva York ya no compiten sólo con la Fashion Week de turno. También lo hacen con exposiciones que abordan la moda con una mirada poliédrica
BarcelonaSumergirse en la relación del deporte y la moda, escudriñar la aportación de la comunidad negra a la moda británica, disfrutar de la fotografía publicitaria de alto voltaje, entender quién está detrás de los espectaculares looks de los artistas, concienciarse de la necesidad de una moda que no pierda el pulso de la realidad, sorprenderse de cómo la buena teca inspira a los creadores de una manera tanto literal como irónica, descubrir porqué ciertos couturiers y marcas siguen despertando pasiones... Este otoño, las exposiciones que abordan la moda con una mirada poliédrica y transversal son también la excusa ideal para hacer la maleta. Esta es nuestra elección.
Primera parada: París
La capital francesa es una fuente de moda que sede a cualquiera. Con las Olimpiadas de París 2024 en la esquina, el Musée de Artes Décoratifs acaba de estrenar Mode et Sport, una exposición que recorre la relación entre ambas disciplinas desde la antigüedad hasta el actual reinado delsportwear (solamente por ver los trajes de baño de hace exactamente un siglo ya vale la pena).
Perderse por las galerías del Palais Galliera –el gran bastión de la moda parisina– siempre es una buena opción, más aún si se tiene interés en profundizar en la relación de la moda y el cuerpo, idea central de La Mode en mouvement, o bien al descubrir la vertiente de coleccionista de alta costura de Adezzine Alaïa, que a lo largo de su dilatada carrera acumuló más de 20.000 prendas, desde diseños de finales del siglo XIX hasta trajes de Chanel, Elsa Schiaparelli , Yohji Yamamoto, Alexander McQueen, Jean Paul Gaultier... Los grandes nombres también son un reclamo, y por eso las maisons históricas de Christian Dior en la Avenue Montaigne y de Yves Saint Laurent en la Avenue Marceau se han reconvertido en sorprendentes espacios expositivos, en una experiencia que mezcla tradición e innovación. Y lo mismo ocurre con M19, la sede de Chanel dedicada a los oficios tradicionales –de hecho, aquí es donde trabajan las pequeñas mains–, donde este otoño se exhibe el trabajo de la diseñadora mexicana Carla Fernández. A dos horas en tren de París está Amberes, la cuna de la vanguardia europea. De visita obligada es MoMu, un museo dedicado íntegramente a esta disciplina, que ahora tiene en cartel Echo, un ejercicio de reflexión sobre lo que relaciona moda y memoria. Y lo hace a través de prendas, tejidos y recuerdos personales del artista Louise Bourgeois, la diseñadora Simone Rocha y la coreógrafa Anne Teresa De Keersmaeker.
Segunda parada: Londres
Quien no ha oído hablar de ¿la exposición-manifiesto que el V&A Museum le dedica a Gabrielle Chanel? Éste es uno de los grandes hits de la temporada, pero Londres nunca te la acabas. De hecho, en este mismo equipamiento también se puede visitar DIVA, una inmersión en por qué la indumentaria ayuda a los artistas a convertirse en iconos, y eso incluye desde divas del cine mudo como la actriz Theda Bara o la cantante de ópera Maria Callas hasta estrellas del pop como Cher, Elton John, Prince y Rihanna.
¿Cómo ha contribuido la comunidad de ascendencia africana al diseño británico en los últimos 50 años? Éste es el punto de partida de The Missing Thread, una exposición que recorre y reivindica la innegable influencia de la black british fashion que se puede visitar en Somerset House. Remover la conciencia –tanto ecológica como política y social– es el objetivo de Designed for life, ubicada en la nueva sede del London College of Fashion y donde se muestra desde un diseño realizado con la tienda de un refugiado hasta el trabajo artesanal de exconvictos. Y quien quiera curiosear en los archivos históricos de una prestigiosa firma italiana podrá hacerlo a través de Gucci COSMOS, un impresionante show inmersivo creado por el artista Es Devlin –escenógrafa de Beyoncé– que acaba de aterrizar en el centro cultural 180 Studios proveniente de Shanghái.
Tercera parada: Milán
Quizás la primera tentación al llegar a Milán es visitar la Fondazione Prada. Buena idea, pero allí solamente encontrarás buena arquitectura, arte contemporáneo y una pequeña cafetería diseñada por Wes Anderson. El destino ideal es Armani/Silos, un templo dedicado a la moda que ahora acoge una retrospectiva del fotógrafo Guy Bourdin, autor de una fotografía sensual y provocadora. Las campañas publicitarias que disparó para la marca de zapatos Charles Jourdan y sus míticos editoriales para Vogue dan fe.
En el milanés Palazzo Morando se encuentra la sede del Costume Moda Immagine, una buena oportunidad para hacer un recorrido por la historia de la indumentaria italiana, que puedes completar con una visita al Palazzo Mocenigo si es que decides llegar hasta Venecia.
Última parada: Nueva York
Cruzar el Atlántico siempre es una aventura, y la ciudad de los rascacielos nunca decepciona. Una visita obligatoria es la exposición del Met Museum. La de la primavera, la más mediática, se dedicó al legado de Karl Lagerfeld. La de otoño se llama Women Dressing Women y pone el foco en su vastísimo fondo de moda para rescatar el trabajo de mujeres diseñadoras desde 1910 hasta la actualidad. La propuesta del museo del Fashion Institute of Technology no puede ser más elocuente: Food & Fashion es una oda en la ropa y los accesorios que han sido inspirados por la comida, ya sea por el estampado o directamente por la forma. ¿Una bolsa de piel en forma de hamburguesa? ¡Nyam!
En asuntos de moda, otra cita imprescindible es el Brooklyn Museum. Este otoño tiene en cartel Africa Fashion, con la que da voz a cuarenta talentos africanos de veinte países diferentes, además de realizar un completísimo recorrido histórico. Ahora bien, nada mejor que las calles de Manhattan para captar lo divertida, singular y estrafalaria que puede ser la moda. No pisarás una pasarela mejor.