¿Qué tiene un pueblo de Anoia que atrae a 5.000 visitantes en 4 días?
Sant Martí de Tous ha visto cómo su Festival de Leyendas de Cataluña seduce desde hace 15 años a un público cada vez más amplio y variado
San Martín de TousLas ideas (las buenas ideas) suelen triunfar de la forma más inesperada. Cuando algún creativo plantea una, nunca se sabe cómo acabará. De hecho, gran parte de su éxito no depende de sí mismo, sino de factores externos incontrolables.
Y esto es lo que ha pasado con el Festival de Leyendas de Cataluña (del 4 al 7 de julio), una iniciativa que nació en Sant Martí de Tous de manera casi improvisada hace exactamente quince años y que ha convertido a este pequeño pueblo de Anoia en un referente legendario (nunca mejor dicho). Actualmente, este festival atrae a unos cinco mil visitantes y moviliza a más de un centenar de voluntarios: algunos acogen a las compañías en sus hogares y otros participan incluso como actores, desde niños de diez años hasta abuelos de setenta.
El crecimiento del certamen, que no sólo ha sido en número de turistas y de inversiones, se encamina ahora hacia una programación de mayor calidad para evitar que esta buena idea acabe muriendo de éxito.
Los orígenes
Corría el año 2007. De las elecciones municipales surgió en Sant Martí de Tous un nuevo equipo de gobierno liderado por el todavía alcalde David Alquézar. Hacía poco que la Generalitat (el tripartito) había aprobado su ley de barrios, una línea de ayudas que financiaba no sólo obras urbanísticas, sino también iniciativas que estaban dirigidas a la mejora social de los barrios. El Ayuntamiento de Tous se acogió, con la intención de promover y fomentar su casco antiguo, vertebrado en torno a un castillo milenario, para conectar iniciativas económicas en el ámbito del turismo cultural. Todavía no había una idea muy clara de lo que quería hacerse. Eran tiempos en que habían proliferado las ferias medievales como setas, pero en Tous no querían replicar esa fórmula desgastada. “Contactamos con una empresa de eventos, pero no conseguíamos la chispa que hiciera encender la pólvora de la gente”, recuerda Pau Mir, el entonces concejal de Cultura.
"El pueblo siempre se ha caracterizado por tener un gran sentimiento de identidad, de pertenencia y de orgullo, y eso debía encaminarnos hacia un evento único", añade Mir. Y es que para llegar a Tous debe irse expresamente. Aunque se encuentra a quince minutos de Igualada, el pueblo es un callejón sin salida, con una larga historia e incluso un hablar diferenciado. "Es un pueblo singular", concluye el exconcejal.
Y entonces llegaron las leyendas. De hecho, en Tous las leyendas siempre han estado presentes. En el municipio se han conservado muchas, transmitidas de generación en generación desde hace siglos, con temáticas muy variadas, vinculadas a la historia local ya su entorno natural. Leyendas de bandoleros, asesinatos, animales, misterios… las leyendas más conocidas son las de la Cierva Blanca y la de la Señora de Tous, pero hay decenas más. La historiadora local Elisa Vidal las había recopilado en su libro Blandos, memoria viva. Relatos y leyendas (Editorial Claret, 1995) y fue entonces utilizado como una de las principales fuentes de inspiración.
El actor Sergi Vallés y la figurinista Nídia Tusal fueron los primeros artífices del festival. Residentes en el pueblo (ella es hija), el Ayuntamiento les encargó el diseño de la propuesta definitiva que debía poner Tous en el mapa. Empezaron en 2010 con un ajustado presupuesto de 7.000 euros (actualmente es de unos 120.000). "Pensábamos en un evento que perdurara en el tiempo, que fuera más allá de nosotros, y así ha sido", explica orgulloso Sergi Vallés, quien, con el poco dinero que tenían de presupuesto, recuerda que querían "romper el estigma que la leyenda fuera algo arcaico".
De ahí los esfuerzos de los dos primeros directores en dar una mirada contemporánea a las leyendas de Tous. “Los orígenes eran pobres, ¡pero había mucha ilusión!”, asegura Vallés. Y de entre todas las propuestas que se idearon en aquellos inicios, destaca la de El Apagón de Misterio del sábado por la noche, uno de los momentos más esperados aún ahora del festival, en el que todo el pueblo se queda a oscuras y se ilumina sólo el casco antiguo con miles de velas que conducen al público por diferentes rincones.
En las primeras ediciones, ese momento solía ser protagonizado por actores de renombre, como Ana Morgade, Albert Prat e incluso Lloll Bertran. Actualmente, son los mismos habitantes de Sant Martí de Tous los que se convierten en los protagonistas de la noche. Más de sesenta vecinos interpretan leyendas que cada año son inéditas. Se trata de un puñado de escenas inspiradas en historias oscuras que convierten el recorrido en un pasaje de misterio que culmina a los pies del castillo.
El pueblo halló su gallina de los huevos de oro. La originalidad de la propuesta fue esparciéndose de boca a oreja hasta que el festival se ha consolidado como uno de los referentes de la creación contemporánea, un certamen que reivindica la exhibición, la reflexión y el intercambio de experiencias artísticas vinculadas con las leyendas.
Doble cumpleaños
Después de diez años de recorrido, el tándem Vallés-Tusal decidió pasar el relevo de la dirección. “Habíamos resuelto diez años de certamen, pero creíamos que tenía que evolucionar, necesitaba una nueva mirada –reconoce Vallés–. Nunca hemos querido enquistarnos en un proyecto que funciona”. Lo dejaron en el 2020, pero Vallés nunca ha podido desprenderse más de la leyenda. Desde hace dos temporadas, participa en el podcast La última bruja, un proyecto de Catalunya Ràdio que rememora la cultura popular utilizando un formato moderno.
Y el relevo fue a parar a manos de Teatro Nu, una compañía de actores afincada en Tous desde finales de los años noventa. Bajo la batuta de Víctor Borràs y Maria Hervàs, se trata de un equipo de unos diez profesionales que ha convertido a Tous en la cuna del teatro de pequeño formato. La entidad, bajo el paraguas de La Casa del Teatro Nu, aparte de crear sus propios espectáculos, tiene operativa una escuela, una residencia para la creación y una sala de pequeño formato para medio centenar de espectadores y con programación estable. "Tenemos la firme vocación de llevar las artes escénicas a los pueblos pequeños", reivindica Maria Hervàs. Se trata de poner la cultura en el centro de lo cotidiano de los vecinos, que el teatro se viva con normalidad al día a día, como quien va a comprar el pan todas las mañanas.
Y dentro de este proyecto, está la dirección del Festival de Leyendas. "Este año celebramos nuestro particular quinto aniversario", manifiesta Víctor Borràs. Arrancaron en plena pandemia, pero aseguran haber consolidado el modelo de festival que querían: invitar a espectáculos que ya están de gira, crear red en el sector y consolidar la mirada contemporánea a las leyendas.
Este año ofrecen una programación con más de cuarenta propuestas de teatro, música, danza, títeres, presentaciones y, por primera vez, cine. Todo ello repartido por trece espacios, que se mantendrán activos simultáneamente y que buscan la sostenibilidad. “El festival es como un hervidero controlado”, definen sus directores.
Lo que desean es que las cifras no crezcan más en Tous. Apuestan por que se fortalezca el territorio, se creen circuitos y, sobre todo, se gane en calidad. "La evolución del festival es muy tranquila, ha crecido dentro de una dimensión humana, y queremos que así lo siga haciendo", dice Borràs.
Los padres del festival están satisfechos. “El festival ha evolucionado y ha hecho su vida, pero la esencia original perdura y es muy querido por la gente del pueblo –dice el ex director Sergi Vallés–, ya mí esto me hace feliz”.