Cuerpo y Mente

"El sentido del humor nace de la sabiduría"

Analizamos esta virtud indispensable para quitar importancia a los problemas de la vida

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Dos mujeres riendo en una imagen antigua

Barcelona¿Cuántas veces un chiste ha desatascado situaciones tensas o dramáticas? Son pequeños comentarios divertidos, destinados a rebajar la tensión del momento, a aliviar la carga que pesa por dentro. En un principio podría parecer que son inadecuados dada la situación que se está viviendo, pero nada más alejado de la realidad. El sentido del humor es un arma indispensable en la existencia humana.

Lo explica muy bien el guionista y monologuista Felipe Mateos, que acaba de publicar el libro Ser distinguido no es tan raro (Vergara, 2023), donde explica por qué él, que desde nacimiento sufre la enfermedad de los huesos de vidrio, hace un humor tan oscuro y ácido sobre sí mismo: “Si no me tomo todo lo que me ocurre y me ha pasado con humor, habría muerto por una úlcera de estómago hace años. Si no me tomo con humor que la discapacidad es un hándicap claro a la hora de conocer a una posible pareja y que decida apostar por la relación, viviría solo, amargado y aislado del mundo”, escribe. Y reflexiona: “Lo que me ha enseñado la comedia es que todo ocurre. Al final, lo bueno y lo malo acaba pasando, queramos o no”.

¿Cómo es posible que, pese a su importancia, el sentido del humor no se tenga en mucha consideración? “Muchas veces decimos cosas como “este parece un payaso”, “aquél no es muy serio”,... Hacer bromas no suele ser muy bien considerado”, opina Jenny Moix, psicóloga, profesora de la UB y autora de libros como Felicidad flexible (Aguilar, 2011). Ella, en cambio, cree que debería existir un premio Nobel para el sentido del humor.

Virtud trascendente

Para ilustrarlo, explica el estudio realizado por los psicólogos Martin Seligman y Christopher Peterson, pioneros en psicología positiva, donde establecieron una clasificación de virtudes y fortalezas humanas. "Una de las virtudes es la trascendencia, y dentro de ella, se encuentra el sentido del humor", remarca.

Y uno puede preguntarse, ¿cómo puede ser que el sentido del humor se encuentre junto con otras cuestiones trascendentales como la espiritualidad? "Estamos hablando de un estilo de sentido del humor", aclara la psicóloga. “No hablamos del sentido del humor peyorativo y humillante, sino de un sentido más elevado, que es el de reírse de uno mismo. Eso sí, con ternura, sin ser denigrante”, sigue.

“Y para reírte de ti mismo, primero debes salir de tu agujero, de tu ombligo. Es decir, mirarte con perspectiva, de modo que puedas relativizar y ver los problemas más pequeños”, dice Moix. Esta capacidad de tener esa amplitud de miras hace que se tenga una trascendencia. Eso sí, siempre partiendo de la humildad. “Si no eres humilde, te costará mucho reírte de ti mismo. Con el sentido del humor puedes asumir y aprender de tus fallos”, explica.

“Una vez Maruja Torres dijo algo así como que, cuando te haces mayor, suerte tienes del sentido del humor para trasladar tu cuerpo de un sitio a otro. Es eso, que con la edad tienes dolores en la espalda, en la rodilla... Tienes que salir del ombligo, relativizar y ver que es algo normal que le ocurre a todo el mundo. El sentido del humor te ayuda a restar importancia a las cosas”, sigue.

Y no sólo se trata de situaciones graves de la vida, sino a pequeñas cosas del día a día que a menudo nos agobian y hacemos un grano demasiado. “A veces ves a gente muy preocupada con cosas tan nimias como que no encuentran unos zapatos para ir a una boda. Al final se van cargando, dando importancia a todo cuando no debería ser así”, reflexiona.

Hábito incorporado

En cambio, parece haber personas que lleven incorporado un chip que hace que se tomen la vida con sentido del humor. ¿Cómo lo hacen? “Es la mirada que tienen, una mirada ancha, de mirárselo todo por fuera, casi como si fuera la mirada de un extraterrestre. Tienen un tic incorporado en el tono de la conversación y siempre logran rebajar la tensión”, pone de ejemplo. “Por el contrario, a una persona depresiva que siempre está mirando sus problemas, le costará mucho utilizar el sentido del humor”, continúa.

¿Cómo obtener ese hábito humorístico? “No creo que exista una forma concreta. Lo que tengo claro es que el sentido del humor parte de la sabiduría. Cuando eres sabio, sales más de tu ego y puedes verte desde fuera. Hay una cita que dice algo así como bienaventurado aquél que sepa reírse de uno mismo, porque nunca le faltarán los motivos”, explica Moix.

Aparte de los beneficios emocionales que comporta tener sentido del humor, también cabe mencionar la importancia que ejerce sobre la salud. Muchos son los estudios que han salido asegurando que un humor positivo contribuye a fortalecer el sistema inmunitario ya alargar la vida de las personas.

“El humor es como aquellas cremas faciales que dicen conseguir un “efecto inmediato”: haces un chiste o un comentario gracioso y el beneficio es inmediato. En un momento puedes desbloquear una situación tensa con los demás o contigo mismo”, dice la psicóloga. Es como cuando estás delante del espejo y te ves unas arrugas: en vez de criticarte, puedes hacerte un chiste. Y ya lo tienes: sonreír con efecto inmediato.

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