Si tomáis el café con azúcar, pensad en mezclarlo con el café antes de añadir el hielo; si no, el azúcar no se disolverá y quedará en el fondo del vaso. En cuanto al hielo, si tenéis oportunidad haced cubitos con el café que tomáis en casa habitualmente, así se mantendrá un equilibrio en el gusto.
En verano, ¡café frío!
Os proponemos recetas refrescantes con esta bebida estimulante como protagonista
BarcelonaEl café es una de las bebidas más populares del mundo y esto explica que sea la segunda más consumida en todo el planeta, solo por detrás del agua. Y Catalunya no es una excepción. Somos un país cafetero. En invierno es una de las bebidas preferidas para entrar en calor (¿quién no disfruta con un relaxing cup of café con leche?), y no acostumbra a faltar en ningún desayuno ni ninguna sobremesa. De hecho, los expertos en la materia apuntan a que se está viviendo la tercera oleada del café en España. Para entender este concepto, hay que situar la primera oleada en la década de los años 60, cuando su consumo empezó a ser accesible para toda la población con productos como el café soluble. La segunda oleada llega cuando las compañías empezaron a ver las cafeterías como un negocio rentable que permitían disfrutar del café fuera de casa o de la oficina. Y, actualmente, hablar de la tercera oleada es hacerlo de la importancia de la elaboración y la calidad del café, donde la trazabilidad y la sostenibilidad de los granos de café permiten obtener un producto de alta calidad que cada vez más se disfruta como una verdadera experiencia culinaria. Así lo definieron diferentes expertos del sector del café que participaron hace unos días en una mesa redonda virtual organizada por Sage Appliances.
Y, cuando llega el verano, el café sigue siendo protagonista, a pesar de que llega acompañado de un pequeño debate entre aquellos que defienden enconadamente que café es el acrónimo de caliente-amargo-fuerte-espeso: ¿podemos ponerle hielo? ¿Es un sacrilegio? Manel Batet, responsable de formación y comunicación RSC de Cafès Novell, asegura que “no lo es, siempre que el café esté bien elaborado”. Y ¿qué quiere decir estar bien elaborado? Pues, como apunta Batet, pasaría por añadir agua fría: “Cuando se hace el café con hielo se tiende a hacerlo muy largo para que haya más líquido y esto perjudica la calidad del café, puesto que lo estamos quemando por una sobre extracción”. Y añade: “Si queremos hacer cafés con atributos aromáticos, florales y armoniosos, que ligan muy bien con un buen café frío, tendríamos que utilizar cafés de altura con puntuaciones a partir de 80. Y no hacerlo como un espresso sino infusionarlo, hacerlo con las tradicionales cafeteras americanas de filtro, por ejemplo. Los cafés de altura, como los centroamericanos –un Costa Rica, un Colombia– o los de Kenia o Etiopía, son mucho más aromáticos y ofrecen muchos más matices. Si los infusionamos les sacaremos todo el partido”. Por su parte, Cèlia Millet, institute director de Mare Terra Coffee, también asegura que “no es un sacrilegio si se realiza de manera adecuada, si usamos un producto que ya tenemos en cuenta que se transformará en frío y que da un buen resultado a esta temperatura". "Es importante también utilizar cubitos de hielo en buenas condiciones, sin gusto ni olor que puedan alterar el sabor del café”, añade. Millet insiste que “el hielo no es una mala opción, pero hay alternativas para que el consumidor escoja a su gusto, como por ejemplo el cold brew, el café nitro y otras muchas recetas. Las cafeterías cada vez ofrecen más combinados en frío en sus cartas de café, como por ejemplo los elaborados con estos métodos de cold brew, que consiste en infusionar el café molido con agua a temperatura ambiente y dejarlo enfriar durante como mínimo 12 horas”. En todo caso, como reconoce Manel Batet, con las opciones de café frío “tenemos que aprender a reinterpretar el café, no podemos esperar el mismo gusto amargo que encontramos con un espresso”.
¿Y una receta con café frío que no pueda faltar a nuestras sobremesas? Manel Batet, de Cafés Novel, se decanta por el “café tónico”. “Para mí es una combinación perfecta entre frescura y amargura y, si le podemos dar un toque de menta, entonces ya es perfecto”. Coincide Cèlia Millet, institute director de Mare Terra Coffee, que da algunos detalles de la receta: “Para preparar esta bebida, escogeremos un café de tostado claro infusionado con algún método de filtro, preferiblemente el cold brew. Pondremos dos o tres cubitos de hielo y añadimos la tónica, llenando tres cuartas partes de la copa. Después añadiremos una cuarta parte de la capacidad de la copa con el café frío que ya hemos preparado y lo pondremos lentamente para que respete la división de colores entre las bebidas. Recomiendo para esta receta un café con notas cítricas, para que al combinarse con la tónica se realcen. La presentación puede ser con un corte de limón y una hoja de menta”. Si os queréis animar, os añadimos cinco recetas más para redescubrir el café en verano.
'Shakeratto'
Una receta muy sencilla de preparar y que ofrece un café diferente y más cremoso. Para preparar un Shakeratto tenemos que mezclar en una coctelera (o en cualquier recipiente que nos permita agitar) un café, tres cubitos de hielo, 1 cucharadita de azúcar líquido y unos 50 ml de agua. Agitamos o mezclamos bien hasta que se haya creado una emulsión en la parte superior, y lo servimos en un vaso grande. También lo podemos adornar con un poco de piel de limón, que le aportará un toque cítrico y refrescante.
'Affogato'
Un tipo de café muy dulce y refrescante, perfecto para meriendas o postres, puesto que va acompañado, normalmente, de helado de vainilla. La receta consiste en hacer un café largo en una copa y añadir una bola de helado de vainilla. ¡El placer de comerse el helado y encontrar el regusto de café es fantástico!
'Café valenciano'
Una receta muy sencilla que pone un toque diferente a la manera de tomarse el café con hielo. Muchos países reivindican su autoría, pero aquí lo acostumbramos a llamar café del tiempo o valenciano. Se trata de preparar un café con hielo tradicional y añadirle una pequeña rodaja de limón. Esto le aporta un sabor más refrescante y le añade un toque cítrico al café.
Café 'Frappé'
Es una bebida de café fría con espuma de leche. Se prepara normalmente con café instantáneo, pero quedará más bueno si lo hacemos con un espresso de cafetera . Así, tendréis que preparar el café y dejar que se enfríe. Ponéis 150 ml de leche fría, el café enfriado, unos cubitos de hielo, una cucharadita de cacao en polvo y media cucharadita de azúcar de vainilla en una licuadora y batís bien la combinación hasta que el hielo se pique. Lo tenéis que servir en vaso alto y decorarlo con abundante nata montada y jarabe de chocolate o caramelo.
Café helado con leche condensada
Una propuesta muy dulce. Necesitaréis un cucharada de café, tres o cuatro tazas de agua hirviendo, leche condensada y un poco de hielo. Añadís el café y las tazas de agua en un recipiente, si puede ser de metal, y dejáis que repose unos minutos. Coláis la mezcla con un filtro de café, dejáis que se enfríe y añadís leche condensada al gusto. La mezcláis bien y añadís unos cubitos de hielo.