Pasear por Londres acompañados por un personaje de Virginia Woolf
BarcelonaExisten muchas formas de viajar a ciudades. Una es dejarse llevar por gente que vive allí para conocerla bien. Entender cuál es su realidad hoy en día. Y otra igual de interesante es explorar para ver si queda algo de lo que fue. Intentar oler el rastro de otras épocas, muchas veces acompañados virtualmente de alguien que ya ha muerto. En Londres una buena compañera de viaje es Virginia Woolf. O si quieres, puedes optar por la señora Dalloway. Uno de los personajes más exitosos creados por la escritora.
Justo hace un siglo, Woolf publicó Mrs. Dalloway, obra en la que imagina un día en la vida de Clarissa Dalloway, una mujer de la clase alta de la época de entreguerras. Clarissa sale a comprar flores justo cuando Big Ben señala las 10 de la mañana de un día de junio y ese caminar nos permite descubrirla a ella, su vida y aquella sociedad en la que Woolf intentaba encontrar su sitio. Miembro de lo conocido como grupo de Bloomsbury, Woolf fue una escritora moderna y talentosa que no lo tuvo fácil, entre problemas de salud y las costumbres de la época. Su libro era valiente, escrito en verso, pero con una estructura moderna. Hacía aparecer personajes que cargaban el trauma de las trincheras de la Primera Guerra Mundial y trataba temas atrevidos hace un siglo, como la bisexualidad.
Si acompañamos a Clarissa Dalloway podremos pasar por el famoso Bond Street, que antes estaba lleno de tiendas de anticuarios y donde ahora te encuentras un Zara. Y podemos hacer una parada, como hace ella, en la librería más antigua de la ciudad, Hatchards, fundada en 1797. Aquí siempre tienen ediciones de los libros de Woolf y hicieron una especial de Mrs. Dalloway por su centenario. La zona aún conserva negocios históricos que aparecen en el libro, como la perfumería Floris de Regent Street o los almacenes Liberty London, inaugurados en 1875.
En una mañana puedes andar por un montón de escenarios que visita Dalloway, pero también por los de la vida de Woolf. En el número 46 del elegante Gordon Square la autora vivió de 1904 a 1907, año en que se marchó al número 29 de Fitzroy Square, donde el grupo de escritores de Bloomsbury se reunía. Y no muy lejos, en la también bonita plaza de Tavistock, es donde vivía cuando escribió Mrs. Dalloway, en el número 52. Algo genial de Londres es que siempre hay placas para indicar dónde vivió la gente. Donde se hizo historia. Honran el pasado. Y a Woolf hay que agradecerle su buen gusto: solía vivir en plazas preciosas y no en callejuelas pequeñas.
Si tiene dinero y poco trabajo, puede entrar en el hotel The Bloomsbury y pedir por la Dalloway Terrace, un espacio inspirado en el libro donde tocará rascarse el bolsillo para degustar pastas, comida, chocolate o incluso un Spritz bautizado con el nombre de Mrs. Dalloway. No hace falta hacerlo. Puede seguir caminando, si lo desea, ya que como decía Mrs. Dalloway... "Y love walking in London. Really, it's better than walking in the country".
Recomendación para viajar a Londres
Libro: Mrs. Dalloway
Autora: Virginia Woolf
Editorial: La Magrana