El chef de los famosos

Charles Webb ya no quiere ser el "Chef de las estrellas" de Hollywood

El cocinero vino a Barcelona este octubre para grabar un segundo capítulo de su proyecto audiovisual 'Chef on tour'

Charles Webb cocinando en Barcelona
3 min

BarcelonaCharles Webb es, ante todo, un hombre movido por las pasiones. Lo demuestra con la primera frase que resuena en el móvil para realizar la entrevista y que conecta Barcelona con Londres, donde ha aterrizado hace pocas horas para asistir a un congreso internacional de alimentación. "Es un placer inmenso poder hablar contigo", comienza exclamando a las ocho de la mañana. Pese a que hace pocos días estuvo en la capital catalana para grabar un nuevo capítulo de su nuevo proyecto culinario, en estos momentos ya está concentrado en un reto diferente. Pero para Webb la carencia de estabilidad y arraigo a un punto específico del planeta es una virtud.

Así lo demuestran los más de noventa trabajos en los que ha trabajado a lo largo de su vida y los nueve países diferentes en los que ha vivido. "Mis platos tienen una mezcla de cocina irlandesa, italiana y mexicana, porque son los sitios donde más me he criado", explica el cocinero nacido en Chicago. Precisamente, ha sido esta mezcla de culturas gastronómicas la que ha seducido a miles de comensales de todo el mundo. También a Angelina Jolie, Brad Pitt, George y Amal Clooney, Sharon Stone y Madonna, entre otros, por lo que se acabó ganando el apodo de The star's chef (El chef de las estrellas).

Charles Webb en el restaurante Jacqueline de Enric Granados.

"¿Pero a quién le importa esto?", responde molesto sobre la etiqueta que le persigue desde hace casi diez años. "A mí sólo me emociona la gente que se emociona teniendo una buena experiencia gastronómica", añade el cocinero que ha trabajado en el Noma de Copenhagen. Sobre este mote, Webb está claro: "Este título no me representa". Pero durante años el hecho de ser El chef de las estrellas y uno de los abanderados de la cocina multicultural le ha permitido emplatar sus creaciones en algunos de los lugares más rocambolescos del mundo: cómo cocinar una cena por "uno de los grandes propietarios tecnológicos del mundo", de la que no quiso revelar el nombre, y " cincuenta de sus empresarios en una "isla desierta de Costa Rica" o ser el cocinero de los yates de los famosos amarrados en la Costa Azul.

'Chef on Tour' y Barcelona

Pero todo esto hace tiempo que le queda atrás. El chef de las Estrellas quiere volver a ser Charles Webb. Por eso ha puesto en marcha su proyecto Chef on Tour, donde a través de diferentes capítulos audiovisuales que difunde en Instagram enseña la "multidimensionalidad" de las cocinas de diferentes lugares del mundo que hasta ahora sólo había tenido la oportunidad de pasar de salpicadura. Este mismo proyecto también le llevó el año pasado a Barcelona para grabar uno de los capítulos de su proyecto audiovisual difundido por redes, y hace pocas semanas ha vuelto para grabar la segunda edición de Chef on Tour.

"Barcelona no estaba en mi lista de destinos porque hace muy poco que ya publicamos diferentes vídeos de la ciudad, pero tal y como está toda la situación aquí, ya sabes... el recibimiento que tienen los turistas últimamente, me veía con la necesidad de hacerlo", argumentaba Webb sobre la necesidad de promocionar la ciudad tras las manifestaciones en contra de la masificación turística. "Los turistas han empezado a sentirse rechazados por algunos sectores de la población, así que pensé que era buena idea que el mundo entendiera que Barcelona tiene los brazos abiertos a la gente y que existen muchos factores positivos de la ciudad", contaba Webb.

Un mundo digital

Algunos de los establecimientos que promociona de la ciudad son el restaurante Lluritu de Gràcia, el bar Cañete del Raval y Casa Alfonso, de la derecha del Eixample. Sin embargo, siente que ahora es más complicado saber distinguir cuáles son las propuestas gastronómicas de calidad de la ciudad, en gran parte por el impacto que han tenido los creadores de contenido en redes. "Te das cuenta de que ese sitio no es tan bueno, pero que Instagram le ha hecho popular, y por eso tiene tanto éxito", reflexiona el cocinero que es consciente de que las redes tienen un gran poder movilizador. Pese a que Webb también forma parte de este ecosistema digital con sus más de 54.000 seguidores, señala los perfiles que "no saben nada sobre gastronomía", pero que tienen grandes volúmenes de audiencia como los culpables de generar "locales bonitos con comida decepcionante" .

Respecto a su proximidad con este tipo de perfiles, Webb cree que "hay que relativizarse" y prefiere centrarse en el poder de la alimentación como motor de cambio. De ahí que el cocinero que tenga como lema "Help communities around the world", está concentrado en sacando adelante su proyecto Chef on tour que le ha llevado por ciudades de todo el mundo. Ahora los restaurantes de Estrella Michelin y los comensales vips quedan lejos y prefiere hablar del menú que sirvió a las favelas de Río de Janeiro de Brasil o los platos que sirvió en el mercado popular de Jerusalén.

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