Marius Borg, el 'príncipe' sin corona desaparecido de Noruega
El hijo de la princesa Mette-Marit salió de prisión preventiva acusado de dos violaciones y desde entonces la prensa no ha logrado encontrarle más
BarcelonaLa familia real de Noruega vive una crisis reputacional de esas que quedan para siempre en los libros de historia. Es de las que suelen pasar a algún pariente lejano del rey, pero que en este caso ha tenido lugar en el mismo hueso de la monarquía. Desde que se conocieron las primeras acusaciones contra Marius Borg Høiby, el hijo que ya tenía Mette-Marit antes de casarse con el príncipe heredero Haakon de Noruega, la situación no ha hecho más que empeorar. El joven, de 26 años, estuvo en prisión preventiva durante una semana a finales de noviembre, cuando la policía de Oslo le encontró en el móvil pruebas de que le inculpaban de dos violaciones a dos antiguas parejas. Aquel descubrimiento de la policía, sin embargo, fue fortuito, ya que lo que buscaban en el móvil que le habían comisado eran pruebas sobre las acusaciones de maltrato a su pareja actual ya dos novias previas.
Con todo, el joven acumula cargos relacionados con seis víctimas, un dato gravísimo y que sería noticia si lo hubiera protagonizado un anónimo. el escándalo ya es mayúsculo. Pese a este panorama tan lamentable, el 27 de noviembre quedó en libertad después de que el juez determinara que ya no había riesgo de destrucción de pruebas ni tampoco de fuga. Desde entonces, Noruega estaba intrigada sobre qué se había hecho de éste. príncipe sin corona, ya que era muy raro que no se le hubiera visto nunca más, y más teniendo en cuenta que todos los paparazis del país lo tenían como trofeo de caza mayor.
El misterio se ha revelado esta semana gracias a unas declaraciones de su abogado, Øyvind Bratlien, quien ha confirmado que Marius por fin está recibiendo tratamiento. "Marius fue directamente a rehabilitación después de ser puesto en libertad. Todavía está en tratamiento y está decidido a continuarlo, aunque esto sea muy exigente", ha explicado el letrado al medio noruego Aftenposten. Evidentemente, al hacerse pública esta información, la prensa del país ha empezado a especular sobre dónde podría estar recibiendo el tratamiento.
La opción que más fuerza ha cogido es Londres, algo que no ha sido confirmado desde palacio. Sin embargo, parece que el reciente viaje privado realizado por el futuro rey noruego y su esposa, Mette-Marit, puede ser una buena pista sobre el refugio de la persecución mediática elegido para Marius. De hecho, resulta extraño que, teniendo posibilidades económicas para darle los mejores tratamientos, y sabiendo que el apoyo y la proximidad de la familia son esenciales en estos casos, le hayan enviado a curarse en Reino Unido.
La única interpretación posible es que, alejándolo, también se quieren curar ellos de la erosión que ha provocado este caso en la institución monárquica, que pronto encabezará el matrimonio que forman Haakon y Mette-Marit, ya que el rey Harald de Noruega, padre de él, tiene ya 87 años. El único peligro de todo esto será que quizás ahora le perseguirán los paparazis británicos, que siempre han sido los reyes de la selva en esta profesión.
El abogado que señaló que Marius puede salir legalmente del país –por extraño que parezca, dada la cantidad de acusaciones que pesan sobre él–, también explicó que el hijo de Mette-Marit cuenta con el apoyo total de la familia . Estas declaraciones coinciden con las que hizo Haakon cuando se conocieron las acusaciones de violaciones: "Como padres, hemos querido que Marius reciba ayuda. Hemos trabajado mucho para que llegue a un lugar donde pueda obtenerla", dijo entonces el príncipe heredero a preguntas de los reporteros.
De hecho, estas declaraciones de Haakon marcan una gran diferencia con otras monarquías que abusan más del privilegio, ya que ni Haakon es el padre biológico del joven, ni el joven ocupa ningún cargo institucional ni tiene sueldo público. Es decir, técnicamente, el futuro monarca no tenía ninguna obligación de dar explicaciones y acercar aún más el foco mediático a la casa real.
El impacto sobre la casa real
Sin embargo, en la mente de los noruegos, Marius es parte de la institución, ya que como niño ha tenido la misma vida que hubiera tenido si hubiera sido miembro oficial de la familia real, a la que llegó con cuatro años. De hecho, muchos ven en su figura un auténtico privilegiado, puesto que, al no ser miembro de la familia real, no ha tenido responsabilidades, pero, en cambio, sí ha disfrutado de todas las prebendas adjuntas a la familia.
Es por todo ello que las acusaciones en su contra han provocado un impacto directo en la popularidad de los príncipes Haakon y Mette-Marit. Ahora, muchos ponen en entredicho los valores que le han transmitido. Es decir, los valores de las dos personas que algún día ocuparán la jefatura del estado. De hecho, esto se ha convertido en un clamor popular en eventos deportivos como partidos de fútbol, donde se han sentido cánticos y se han visto pancartas que reflejaban el descontento de cierta parte de la ciudadanía.
De todo este serial, la mancha más negra es la duda que se cierne sobre Mette-Marit. La princesa no ha confirmado ni desmentido si es cierto que avisó a su hijo de que sería detenido el 18 de noviembre, la tercera vez que se le detuvo. Al saberlo, el joven no escapó pese a que pudo hacerlo, pero sí habría tenido tiempo para destruir pruebas, algo que nunca sabremos si hizo. En cualquier caso, si lo hizo gracias a la complicidad de su madre, esto dejaría a las supuestas víctimas en una posición de indefensión ante la justicia por culpa del privilegio de su presunto agresor. La ejemplaridad monárquica, not found?