La responsabilidad y la democracia
Nadie se extraña de que personas como Mazón lleguen al poder, y no es honesto estirarse el pelo ahora que es demasiado tarde. Después de las denuncias de censura, finalmente se pudo ver el documentalAlerta inundable, que denuncia cómo las presiones en la ACA han permitido edificar en zonas inundables. Quien debía protegernos daba los permisos. El programa terminaba con esta frase de una profesora de geología: "No vale jugar con el riesgo de los demás para llenarme yo los bolsillos".
Yo vivo entre dos rieras, junto al centro de Sant Feliu de Guíxols, un municipio con riesgo de inundación muy alto y con el Plan de Emergencia caducado de hace tiempo. Mi ciudad tiene 52 infraestructuras municipales y elementos patrimoniales en zona inundable: es la quinta población de Catalunya en ese riesgo. En el mapa de protección civil, mi casa se encuentra en zona roja, es decir, zona de peligro de inundación fluvial en un plazo de diez años.
Cada día, desde casa, veo cómo el Ayuntamiento está cubriendo una de las dos rieras. Visto el desastre de la dana, pensé que algún responsable detendría estas obras. Pero no. Al contrario. Pregunté a un exconcejal de Urbanismo de Sant Feliu. "Ecológicamente –le dije–, ya encuentro una tontería tapar una riera, pero, con lo ocurrido en Valencia, ¿no sería prudente detener estas obras?" Su respuesta me heló: me dijo que el agua corría más así. No contesté. ¿Cubrir una riera aumenta la capacidad de desagüe? ¿Y en caso de lluvia torrencial? ¿No hace una barrera la bocana? ¿No se atasca? Señores del ACA que dais el permiso: ¿de verdad que una riera cubierta desagua mejor que una a cielo abierto?
Cuando hablamos del declive de la democracia queremos decir esa desconfianza. La excusa de Mazón –"yo no sabía nada"– es la variante del "yo sólo seguía órdenes". Un ciudadano como yo, que no sabe nada de hidrología, debería poder confiar en los que mandan, y no ocurre. Hemos visto tanta irresponsabilidad en este país que poco más puedes hacer que dejar constancia por escrito y rezar para que el cargo público de turno tenga escrúpulos morales. Giorgio Agamben alerta mucho contra la confianza en el técnico que dice hablar en nombre de la verdad científica, cuando, en realidad, habla en nombre de unos "poderes que le han contratado para que hable".
Al fin y al cabo, personas de la categoría de Mazón acabarán por justificarse diciendo que fueron votados, y, por tanto, que la responsabilidad es colectiva. En parte es verdad, pero no del todo porque sin la responsabilidad personal del político no hay democracia posible.