Las Abuelas de Plaza de Mayo encuentran el neto número 138
La restitución de la identidad de las personas apropiadas por la dictadura es un evento que sigue conmocionando a Argentina
Buenos AiresLas Abuelas de Plaza de Mayo, que hace casi cincuenta años que se organizan de forma colectiva para encontrar a los más de 400 bebés que robaron a sus hijos e hijas durante la dictadura militar argentina, cerraron el 2024 con una buena noticia: la restitución de la identidad del neto número 138, hijo de Marta Enriqueta Pourtalé y Juan Carlos Villamayor, dos militantes de la organización guerrillera peronista Montoneros que fueron hechos desaparecer por los militares en diciembre de 1976. En ese momento, Marta estaba embarazada de casi nueve meses, y dio a luz en el centro de detención y tortura de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), hoy reconvertido en espacio de memoria y derechos humanos . Hace 25 años que la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) investigaba este caso, hasta que este jueves, el juez ha informado sobre los resultados obtenidos por el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) sobre el neto 138, y ha confirmado la su auténtica identidad.
La restitución de la identidad de las personas apropiadas por la dictadura es un evento que suele conmocionar a Argentina, pero en el contexto actual tiene un valor simbólico mucho más potente, puesto que una de las patas de la "batalla cultural" de Javier Milei es el fin del "negocio de los derechos humanos", como él suele referirse a la lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia que abanderan colectivos como las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, entre otros. Milei, y sobre todo la vicepresidenta Victoria Villarruel, promueven la llamada "teoría de los dos demonios", sostienen que en los setenta hubo una "guerra entre dos bandos" y son partidarios de reconstruir una "memoria completa" que incluya también a las víctimas de las organizaciones terroristas de izquierdas y peronistas.
En este sentido, sólo durante el primer año de gestión, Milei ha desmantelado organismos estatales que son fundamentales para la restitución de la identidad de las personas y la promoción de la memoria democrática, como Conadi.
"La verdad siempre sale a la luz", dijo en rueda de prensa Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas: "Esta restitución, una vez más, es la muestra de las consecuencias del terrorismo de Estado en el presente, y también de la necesidad de dar centralidad a las políticas de derechos humanos para que los crímenes contra la humanidad acaben". Las abuelas han celebrado estos días la restitución del neto 138, pero lanzaron una alerta: "Pedimos que se sostenga el trabajo de la Secretaría de Derechos Humanos, una herramienta imprescindible para la defensa de estos derechos fundamentales" y, además, un organismo que "ha acompañado a nuestra lucha en la búsqueda de las respuestas que los perpetradores [de los crímenes contra la humanidad] no nos han querido dar nunca".
Choque emocional para las víctimas
Aunque a veces los nietos se personan en las ruedas de prensa de presentación, en este caso el hijo de Marta Enriqueta Pourtalé y Juan Carlos Villamayor, de 48 años, no quiso aparecer, ya que, según dijeron organización, se ha visto muy conmovido por la nueva información sobre su vida. Aparte de familia en Argentina, el net 138 tiene un hermano que vive en España que también lo estaba buscando. "Al hijo de Marta y Juan Carlos, le abrazamos en la verdad y esperamos que pueda construir su vínculo amoroso con la familia que siempre lo buscó y quiso", ha dicho De Carlotto. A menudo, las abuelas explican el choque emocional que supone para una persona recibir esa información y cómo no siempre tienen ganas de acercarse a la familia biológica, al menos de entrada. Normalmente, sin embargo, se acaban acercando, aunque tarden un tiempo.
Acompañando a Estela de Carlotto estaba Taty Almeida, líder de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora: "Cada vez que recuperamos un limpio, es otra prueba evidente para decir a Villarruel, Milei y sus secuaces que dejen de negar lo que las pruebas están demostrando", y ha añadido: "Yo le preguntaría a Villarruel si está de acuerdo con que sus amigos, genocidas, se hayan apropiado de los bebés y después hayan asesinado a sus madres".
Las activistas, flanqueadas por nuevas generaciones que pretenden seguir con su legado cuando ya no estén, insisten en la condena social: "El pueblo argentino ya ha repudiado estos crímenes horribles, por eso hacemos un llamamiento para que lo siga haciendo", y han advertido: "Seguiremos trabajando para encontrar los 300 limpios y limpias que todavía faltan".