El cambio llega a Colombia: Gustavo Petro gana y la izquierda gobernará por primera vez

Derrota al populista Rodolfo Hernández con el 50,4% de los votos

Alba Santana
4 min
Gustavo Petro y Francia Márquez, presidente y vicepresidenta electas de Colombia

BogotàColombia tiene nuevo presidente: Gustavo Petro ha entrado definitivamente en la Casa Nariño y la izquierda gobernará por primera vez en la historia del país latinoamericano. Con el 50,4% de los votos, el candidato del Pacto Histórico se ha impuesto a su contrincante, el populista multimillonario Rodolfo Hernández, que obtuvo el 47,2% de los sufragios. "Lo que estamos escribiendo hoy es una nueva historia para Colombia, para América Latina y para el mundo entero”, ha clamado el próximo presidente del país ante la multitud que celebraba la victoria la madrugada de este lunes en un estadio de Bogotá.

Economista de 62 años, Petro sucederá al actual presidente, Iván Duque, y gobernará hasta el 2026. Después de una carrera electoral disputada, los colombianos se han decidido por el cambio propuesto por Petro, que promete dar voz a los “nadies” –como se refieren desde la izquierda colombiana a las personas vulnerables que no tienen representación en el país–. Los abanderados de los campesinos, de los indígenas y de las mujeres han prometido luchar por el cambio ahora que han conseguido echar del ejecutivo colombiano a los partidos tradicionales y al uribismo –movimiento de ultraderecha entorno al ex mandatario Álvaro Uribe.

De hecho, es una mujer negra, Francia Márquez, quien acompañará a Petro como vicepresidenta en este mandato. Ella lo tiene claro y lo ha repetido a menudo: representa todo aquello que la institucionalidad colombiana siempre ha invisibilizado: es mujer, negra y pobre. "Gracias a todos los colombianos que dieron la vida por este momento. Gracias a los que están vivos por creer que es posible cambiar la historia de Colombia”, ha dicho Márquez en medio de una multitud que gritaba su nombre. Ha sido el anuncio del inicio de aquello que, según la futura vicepresidenta, será el gobierno del pueblo con las “manos llenas de durezas” de tanto trabajar.

"Hoy es un día de fiesta para el pueblo. Que festeje la primera victoria popular. Que tantos sufrimientos se amortigüen en la alegría que hoy inunda el corazón de la Patria. Esta victoria es para Dios y para el pueblo y su historia. Hoy es el día de las calles y de las plazas", ha escrito el futuro presidente colombiano, eufórico, en un mensaje de su cuenta de Twitter. Poco después, su rival también utilizaba esta red social para aceptar la derrota y felicitar a Petro. "Acepto el resultado, como tiene que ser si deseamos que las instituciones sean firmes. Le deseo a Petro una buena dirección del país y que sea fiel a su discurso anticorrupción", ha dicho Hernández.

De exguerrillero a presidente

Colombia comienza un nuevo paradigma con unos resultados históricos que han puesto a la izquierda democrática a gobernar por primera vez. Hasta ahora, había estado siempre relegada a los movimientos guerrilleros y a un reducto político institucional. Gustavo Petro es la encarnación de este cambio, puesto que él mismo dejó las armas y la guerrilla del M-19 –de ideología marxista– y las cambió por la socialdemocracia, el movimiento que defiende y representa. En una estrategia para ganar más electorado centrista, Petro se ha esforzado para desmarcarse de las etiquetas que el expresidente Álvaro Uribe le ha querido adjudicar, como la de “castrochavista”.

La apuesta de la izquierda se ha colado entre la sociedad colombiana, que arrastra un malestar generalizado desde hace años. Los índices de pobreza están alrededor del 40%, una situación agravada por la pandemia y la profunda desigualdad del país. Todo ello ha afectado al gobierno de derecha los últimos cuatro años, encabezado por Iván Duque, una época que se ha saldado con niveles de desaprobación muy altos.

El punto álgido del malestar fue el estallido del pueblo en las movilizaciones sociales del 2019 y el 2021. Según los expertos, han sido clave para la victoria de la exguerriller natural del departamento de Córdoba. Los jóvenes del país que fueron la cara visible de las protestas del año pasado dijeron basta a los movimientos de derechas y conservadores. De hecho, desde la Primera Línea de Calí, epicentro de las manifestaciones del 2021, ya habían avisado que si Petro no ganaba y había indicios de fraude volverían a salir a las calles para reclamar el cambio negado en las urnas.

¿Qué le espera ahora a Colombia?

Los expertos anticipan la aplicación de una socialdemocracia progresista de la mano de Petro, como él mismo ha reivindicado a menudo. Apuesta por lo que denomina el “gobierno de la vida”, basado en la paz, la justicia social y la justicia ambiental. El exguerrillero apela ahora a “no construir más odios” y dejar atrás los sectarismos. Así, ha asegurado que los votantes del populista Rofolfo Hernández –más de diez millones de colombianos– también tienen cabida en su ejecutivo.

La demanda de sus seguidores es clara, y ha resonado en forma de cánticos entre los que lo aclamaban en el Movistar Arena de Bogotá: "Basta de guerra” y “Viva la paz”. “Nosotros queremos que dentro de su diversidad, Colombia sea una sola a través de la política del amor: con entendimiento y diálogo”, ha dicho Petro con tono conciliador. El líder colombiano apuesta por una educación pública y de calidad, una sanidad universal y el reparto más justo de los bienes del país. También sostiene que desarrollará el capitalismo para sacar a Colombia del “feudalismo”, una propuesta que dista de los sistemas socialistas que ha visto América Latina en las últimas décadas.

Las de Petro son unas promesas similares a las de otros líderes regionales progresistas, como las del presidente de Chile, Gabriel Boric. Y es que la victoria del Pacto Histórico en Colombia simboliza un cambio nacional, pero también en la región, que está viviendo un resurgimiento de movimientos de izquierdas, con Alberto Fernández en Argentina y Luiz Inácio Lula da Silva como favorito para las presidenciales del Brasil.

“No decepcionaremos el electorado que quiere un cambio en el país, porque a partir de ahora Colombia y la región cambian”, ha asegurado Petro mientras lanzaba el puño al aire. A pesar de esto, en medio de las celebraciones de la izquierda progresista, todavía queda por ver si Petro será capaz de liderar un cambio real y cumplir sus prometidas. Tiene hasta el 2026 para conseguirlo.

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