Guerra Israel-Palestina

Milei ratifica su apoyo a Israel en un viaje lleno de simbolismo

El presidente de Argentina estrecha lazos con el Estado judío mientras el Congreso debate su macroley

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El presidente de Argentina, Javier Milei, en el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén.

Buenos AiresEn medio de un gran dispositivo de seguridad y con un quipán en la cabeza, el presidente de Argentina, Javier Milei, ha visitado este martes el Muro de las Lamentaciones en Jerusalén. Con la frente y las manos apoyadas en la piedra del lugar más sagrado del judaísmo, el líder latinoamericano oró. A su lado estaba el embajador de Argentina en Israel, el rabino ortodoxo Shimon Axel Wahnish, referente espiritual de Milei, que le ha acompañado durante los últimos tiempos en el estudio de la Torá, la ley judía.

Visiblemente emocionado, Milei ha dado un abrazo al rabino, antes de saludar y hacerse selfies con los curiosos que se habían acercado a él para saludarle. Mientras tanto, en Buenos Aires, la Cámara de Diputados se preparaba para retomar el debate en particular de la llamada "ley ómnibus", que podrá modificarse artículo por artículo en una sesión que, como la de la semana pasada, se prevé larga.

En este primer viaje oficial a Israel, Milei se ha reunido con su homólogo israelí, Isaac Herzog, y ha vuelto a confirmar que trasladará la embajada argentina a Jerusalén, un gesto polémico que va en contra del derecho internacional y que Donald Trump ya hizo en 2017. También ha reiterado su deseo de incluir a Hamás en la lista de organizaciones terroristas de Argentina. Este miércoles, Milei mantendrá una reunión privada con empresarios israelíes y se entrevistará con el primer ministro Benjamin Netanyahu, que celebró la llegada de la comitiva argentina a Tel Aviv a través de las redes sociales. Después de Israel, Milei viajará a Roma, donde se reunirá con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el papa Francisco en el Vaticano.

El presidente de Argentina frente al Muro de las Lamentaciones, en Jerusalén.

Mileto y el judaísmo: una estrecha relación

Aparte de la geopolítica y las relaciones comerciales, el viaje de Milei a Israel tiene una enorme carga simbólica que impacta directamente en la comunidad judía de Argentina, la mayor de América Latina y la quinta más grande del mundo fuera de Israel. Se estima que en Argentina viven unos 250.000 judíos y en Israel unos 100.000 judeoargentinos.

Tras los atentados de Hamás del pasado 7 de octubre, y en plena carrera electoral en Argentina, Javier Milei se posicionó, sin fisuras, junto al estado de Israel, que, según sostiene hasta la fecha, tiene derecho a una legítima defensa. Milei se solidarizó en repetidas ocasiones con las familias de los secuestrados por Hamás, y en la recta final de su campaña incluyó cada vez más alusiones a "las fuerzas del cielo", una referencia al libro del Antiguo Testamento de los Macabeos que habla de un judío. Movimiento de liberación contra el ejército griego invasor en el año 166 a.C. Pocos días después, Milei oficiaba celebraciones de Hanukká en Buenos Aires, donde reiteró con euforia que “las fuerzas del cielo ayudarán a Argentina e Israel en ese momento”.

Aunque el primer registro de judíos llegados a Argentina desde Europa data del siglo XVII, no es hasta el XIX que se establecen grandes comunidades provenientes de Europa occidental (Francia y Alemania) y, más tarde, Europa del Este y el imperio ruso, huyendo de los pogromos y persecuciones hacia un país mayoritariamente despoblado que en 1853 garantizaba ya la libertad religiosa en la Constitución. La mayoría se establecieron en las grandes ciudades, pero otras adquirieron tierras para establecer pequeñas comunas en el interior del país y dedicarse a la agricultura y ganadería.

A finales del siglo XIX nacieron las primeras publicaciones en yidis en Buenos Aires, y en 1920 más de 150.000 judíos ya vivían en Argentina a pesar del creciente antisemitismo en forma de persecuciones, profanaciones, destrucción de bienes y comercios e incluso negación de refugio. Aun así, en los años previos y posteriores a la llegada de Hitler al poder, Argentina fue el país latinoamericano que acogió a la mayor cantidad de refugiados judíos –alrededor de 45.000– y, después de la Segunda Guerra Mundial, a unos 8.000 sobrevivientes del Holocausto.

Ataques antisemitas

Pero los episodios más traumáticos que aún resaltan en la memoria de la comunidad judía de Buenos Aires son dos atentados terroristas de los años noventa: el primero, contra la embajada de Israel, el 17 de marzo de 1992, con un total de 29 muertos y el 242 heridos; y el segundo, contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), el 18 de julio de 1994, que dejó 85 muertos y 300 heridos. Desde entonces, se extremó la seguridad en templos, escuelas, asociaciones y en cualquier edificio, espacio o recinto relacionado con la comunidad judía: el acceso es difícil y la vigilancia permanente.

"Actualmente hay un aumento del antisemitismo y hay que prestar atención a las cuestiones de seguridad", dice al ARA el vicepresidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Marcos Cohen. "Trabajaremos con este gobierno como hemos hecho con todos los gobiernos democráticos, sean de un color u otro: nosotros siempre establecemos vínculos con el gobierno para vivir nuestra vida judía", añade.

Mientras desde la DAIA consideran positivo el acercamiento de Milei al judaísmo, existen sectores dentro de la misma comunidad que lo consideran peligroso, precisamente por el nivel de exposición que implica. "No me hace sentir más segura, sino todo lo contrario", explica al ARA una mujer judía que prefiere no desvelar su identidad, y asegura que es una preocupación compartida por otros miembros de su entorno. En cuanto al traslado de la embajada de Argentina, Cohen lo considera un gesto "muy valioso", ya que "Jerusalén es la capital milenaria de nuestro pueblo".

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