Argentina

"¡Viva la libertad, carajo!": un "león" anarcocapitalista quiere gobernar Argentina

Javier Milei, que cuenta con el apoyo de los más jóvenes y de los más empobrecidos, irrumpe con las encuestas a favor en la carrera electoral para la Casa Rosada

Berta Reventós Meseguer
4 min
Javier Milei, a quién molidos empiezan a conocer como el Bolsonaro argentino, en una imagen reciente.

Buenos AiresDolarizar la economía, cerrar el Banco Central y reducir el Estado a la mínima expresión para poner fin a la inflación, el problema que más preocupa los argentinos en la actualidad. Son las propuestas económicas de Javier Milei, candidato a la presidencia de Argentina con la coalición La Libertad Avanza y diputado en el Congreso desde el 2021. Economista de formación, conferenciante y docente, este outsider de la política se autodefine como “anarcocapitalista” y pisa fuerte en las encuestas en la carrera por la Casa Rosada. Estas revelan una intención de voto de hasta el 30% de cara a las primarias abiertas de agosto, donde la ciudadanía definirá los candidatos a las presidenciales de octubre. Con la libertad como bandera, el “Bolsonarito” argentino –crítica que él toma como alabanza– explica sus ideas a sus 1,2 millones de seguidores de TikTok en vídeos de 30 segundos que sella con la enérgica consigna “¡Viva la libertad, carajo!

Mientras tanto, la coalición gobernante del Frente de Todos evidencia una fractura interna. El 25 de mayo, Día de la Patria, la vicepresidenta y líder simbólica del oficialismo Cristina Fernández de Kirchner llenaba a rebosar Plaza de Mayo y las avenidas adyacentes en un homenaje a su difunto marido y expresidente de la nación, Néstor Kirchner.

En una hora de discurso, desplegó sus dotes de oratoria para repasar los hitos de los gobiernos kirchneristas, tanto el de su marido como los de ella (2003-2015) misma, y pasó de puntillas por el actual ejecutivo de Alberto Fernández, que ni siquiera había sido invitado al acto. Sí que estaban sus ministros de Economía, Sergio Massa; de Interior, Eduardo 'Wado' de Pedro; y el gobernador de la provincia porteña, Axel Kicillof.

Los tres son posibles candidatos por el Frente de Todos. También tiene que elegir todavía la coalición opositora de derechas Juntos por el Cambio, que a día de hoy ganaría las elecciones de octubre, y donde suenan los nombres de Horacio Rodríguez Larreta, gobernador de la ciudad porteña, y Patricia Bullrich, presidenta y ala dura del partido Propuesta Republicana (PRO).

En la Plaza de Mayo, la devota militancia peronista aguantó estoicamente bajo la lluvia mientras Fernández de Kirchner cargaba contra los supuestos “genios” de las finanzas que habrían dejado el país con una deuda externa impagable –refiriéndose al préstamo que el Fondo Monetario Internacional concedió a Mauricio Macri– y que ahora quieren dolarizar la economía, refiriéndose a Milei.

“La propuesta de Milei no tiene pies ni cabeza”, sentencia el economista y director del Centro de Economía Política (CEPA), Hernán Letcher, en conversación con el diario ARA. “Para dolarizar, tendrías que retirar los pesos en circulación y sustituirlos por dólares. Y justamente el problema de la economía argentina es que tiene escasez de dólares, por lo tanto, nos estaríamos disparando en el pie”.

Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández.

Letcher advierte que una grave pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores es condición sine qua non para arrancar el proceso de dolarización de una economía, tal como pasó en Ecuador, Panamá y el Salvador: “Dolarizar y eliminar el Banco Central equivaldría a renunciar a nuestra herramienta de política económica”.

Pero Milei defiende a ultranza la desaparición del peso argentino y, con este, la del Banco Central, un “instrumento que usan los políticos para engañarnos”. Con el uso repetido del concepto “estafa”, seduce a parte del 30% de la población que vive bajo el umbral de la pobreza en el país. Hoy en día, en Argentina, la pobreza infantil roza el 60%, la inflación no deja de aumentar (cerca de un 9% en mayo), y la devaluación de la moneda es tan grande que ha entrado en circulación un nuevo billete de 2.000 pesos: es el de máxima denominación y equivale a unos cuatro euros.

Las villas porteñas –los barrios más empobrecidos, con infraestructura precaria y graves problemas de inseguridad– son los núcleos donde una propuesta que pone el statu quo en crisis gana cada vez más fuerza. “El votante de Milei se identifica sobre todo con el discurso antipolítica, fruto de la insatisfacción y el deterioro de la propia calidad de vida y de la situación económica general”, explica al ARA María Laura Tagina, doctora en ciencia política por la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y especialista en comportamiento electoral.

Apuntar a 'la casta'

Y es que Milei insiste en desmarcarse de los políticos profesionales, lo que él denomina la casta. En este sentido, Tagina teme una deriva autoritaria en un hipotético gobierno del economista incendiario: “Sería un presidente en minoría, con falta de apoyo en el Congreso, por lo que podría empezar a gobernar con decretos de urgencia; y de aquí a no respetar las instituciones hay un paso muy pequeño”.

En cuanto a la agenda social, la experta señala similitudes con la ultraderecha de VOX en España. En contra de una supuesta “ideología de género”, Milei derogaría la ley del aborto que los movimientos feministas ganaron en 2020, con el argumento que no permitir que una persona nazca es la privación de libertad más grande que hay; la reforma educativa pasaría por un sistema de bonos y, en salud, crearía un seguro proporcional a la capacidad de pago del receptor. También regularía la tenencia de armas y autorizaría la venta de órganos con el argumento de que “es un mercado más”.

“¿De qué libertad habla Milei?”, se cuestiona Letcher: “¿Eres libre si no te puedes permitir estudiar? ¿Si tienes que vender tus órganos para vivir?” Pero mientras las dos grandes coaliciones se pierden en disputas internas y desgobierno, Milei avanza por su cuenta con propuestas claras, directas y comunicadas con efectividad, no solo en las redes sociales, donde se adapta perfectamente a las dinámicas comunicativas del electorado más joven –donde se concentra su intención de voto–, sino también en platós de televisión, un medio altamente consumido en Argentina. Y la audiencia aumenta con rapidez cuando aparece el “león” Milei, el animal con el que él mismo se identifica y en el que anima los argentinos a convertirse: “No entré en política para guiar a corderos, sino para despertar a leones”, proclama.

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