China suspende las adopciones internacionales: ¿y ahora qué?
La medida se toma en el marco de la crisis demográfica de un país cada vez más envejecido
BarcelonaDurante varias décadas, China ha sido uno de los principales puntos de adopción de todo el mundo. Paradójicamente, el país asiático, marcado por la política del hijo único, se convirtió en uno de los lugares a los que más extranjeros iban a buscar a sus hijos. Ahora, años después de que se cancelara el plan para detener la natalidad e inmersa en un grave problema demográfico, China ha decidido detener las adopciones internacionales. Y de raíz: según anunció este jueves la portavoz del ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, los procesos en marcha se detendrán "estén en el punto en el que estén".
De este modo, el gobierno chino pretende blindar a los niños y niñas nacidos en el país y, según lo que ha explicado Mao Ning, sólo dejarán una rendija abierta: personas extranjeras que tengan familia en China y que quieran adoptar niños de sus familiares de hasta tercer grado de consanguinidad. Según las autoridades del país, todas estas medidas se enmarcan en la voluntad de alinearse con los convenios internacionales y en la lucha por hacer más transparentes los procesos de adopción.
Las adopciones chinas en nuestra casa
Según fuentes del departamento de Derechos Sociales, en Catalunya existe actualmente un único expediente abierto pendiente de finalizar el proceso de adopción de un niño en China. Se trata de una familia con una criatura ya asignada: sólo falta el trámite de viajar a China para recoger al niño, dado que ya ha recibido la autorización del gobierno chino para sacar adelante la adopción y que, de momento, no han recibido ninguna novedad al respecto.
Desde el departamento apuntan a que el cierre chino era "previsible" y detallan que, en enero del 2022, el ministerio de Derechos Sociales ya aconsejó no admitir nuevas solicitudes de forma temporal. Con esta decisión no se detuvieron los procesos ya abiertos, pero se evitó el aumento de familias a la espera. Según Derechos Sociales, en el caso de "la mayoría de las familias que habían solicitado adoptar a China en los últimos años, o bien se derivó su solicitud hacia otro país, o decidieron cerrar definitivamente su procedimiento de adopción".
El gran boom de las adopciones catalanas en China tuvo lugar entre los años 2002 y 2006, coincidiendo con la emisión en TV3 de un 30 minutos que mostraba las condiciones de los niños y niñas en los orfanatos chinos. Tan sólo en esos cuatro años se llegaron a adoptar un total de 3.664 niños de un total de 4.539 solicitudes. Desde entonces, los datos fueron mermando poco a poco, hasta que en el 2019 ya no se registró ninguna adopción en el país, según las cifras recogidas por el Idescat. Desde 2019, en Catalunya sólo se han adoptado dos criaturas en China, ambas en 2020. A pesar de ello, cabe recordar que la cóvid bloqueó muchos procesos de adopción en todo el mundo.
Un problema demográfico
¿Cómo ha pasado China de las políticas antinatalidad a cerrar las fronteras a los adoptantes de menores desamparados? El hecho es que en menos de una década el país ha vivido un cambio demográfico que asusta a los gobernantes. Si bien en 2015 el país levantaba la política del hijo único, vigente desde 1982, la recuperación de la natalidad no fue como se esperaba. Esto ha llevado al gobierno de Xi Jinping a crear una serie de medidas que incentiven la natalidad, como ayudas económicas para tener hijos o la ampliación del permiso por maternidad.
Sin embargo, la nueva política sobre maternidad parece no estar calando entre las mujeres del país, que crecieron rodeadas de mensajes contrarios a tener descendencia. Esto ha llevado a que actualmente China sea uno de los países con menos nacimientos del mundo por mujer. Durante 2023, de hecho, la población del gigante asiático llegó a perder a más de 2 millones de personas a causa del envejecimiento. En todo el año sólo nacieron 9,02 millones de infantes.
El problema de la edad se ha convertido en una bomba de relojería para China. El envejecimiento de la población podría causar un gran problema en la economía del país: el grueso de trabajadores que potenciaron el desarrollo de la industria china se está haciendo mayor y, actualmente, el número de personas mayores de sesenta años ya roza los 300 millones, cerca de 21,1% de la población. Así, Xi Jinping debe encontrar soluciones para ampliar la base de personas en edad laboral. De no conseguirlo, la falta de manos podría acabar convirtiéndose en un problema para el gigante asiático. Un dato demoledor: se calcula que en 2035 la población de más de sesenta años superará los 400 millones de personas.