Austria volverá al confinamiento total a partir del lunes
Desde el 1 de febrero la vacunación será obligatoria
LondresEl avance de la pandemia en Austria ha llegado a límites insostenibles. A partir del 1 de febrero será el primer país en hacer obligatoria la vacunación contra el coronavirus y desde el lunes volverá al confinamiento total al menos durante tres semanas, hasta el 12 de diciembre. Con todo, transcurridos diez días, las medidas serán evaluadas de nuevo por si las condiciones permiten abrir de nuevo la sociedad. El que vivirá a partir de la semana que viene será el cuarto desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020. Austria admite así el fracaso de la medida que puso en vigor a principios de esta semana, de restringir los movimientos a los no vacunados. A finales del periodo considerado, los que todavía no se hayan vacunado tendrán que seguir encerrados en su casa y solo se les permitirá salir por razones esenciales: ir al trabajo, la compra de alimentos, hacer ejercicio o buscar atención médica.
Las personas que se nieguen a vacunarse a partir del momento en el que entre en vigor la ley podrán tener que hacer frente a sanciones económicas. Con todo, jurídicamente la medida puede resultar muy polémica y no sería nada improbable que acabara ante el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos. El gobierno tiene previsto preparar la vacunación general de la población para que sea realidad, a lo sumo, el próximo mes de febrero.
Ante las cifras tanto de contagios como de no vacunados, así como el impacto en los centros hospitalarios, el jefe de gobierno, Alexander Schallenberg, ha anunciado este viernes un nuevo paquete de medidas que, de hecho, harán volver al país a la época más dura de 2020. Restaurantes, pubs y todos los establecimientos de comercio no esenciales permanecerán cerrados, se suspende la educación presencial y los alumnos tendrán que seguir la formación a distancia. La nueva medida del gobierno tiene lugar después de que los estados federales del Alta Austria y Salzburgo anunciaran el jueves que impondrían confinamientos regionales de manera unilateral.
Austria se enfrenta actualmente a uno de los peores brotes de virus en Europa. Este viernes ha registrado 15.145 casos nuevos y tiene una incidencia para siete días de 989 casos por cada 100.000 habitantes. El país se ha quedado por detrás de buena parte de Europa occidental, entre otras razones por las relativamente bajas cifras de vacunación: 64,8% de la población objetivo. El movimiento antivacunas, sin embargo, es poderoso y ya se han registrado varios enfrentamientos en días precedentes contra las fuerzas del orden.
En una comparecencia este viernes, tanto el canciller Schallenberg como el ministro de Sanidad, Wolfgang Mückstein, han asegurado que el confinamiento por si solo no basta para acabar con el "círculo vicioso" de la propagación del virus y los cierres generalidades repetidos. Mückstein se ha mostrado confiado en que "el confinamiento romperá la cuarta oleada; la salida de la quinta oleada es la vacunación, la vacunación, la vacunación”.
Por su parte, el canciller Schallenberg ha criticado duramente las campañas de los "irresponsables" que se oponen a las vacunas, y ha admitido, también, que a pesar de los grandes esfuerzos "no se ha conseguido vacunar a suficiente gente". "Hay demasiadas fuerzas políticas en este país –ha continuado– que han hecho campaña en contra [de la vacunación]. Las consecuencias de esto son la saturación de las unidades de cuidados intensivos y un enorme sufrimiento humano".
Además de hacer un llamamiento a la vacunación de los que todavía no se han vacunado, el gobierno también ha insistido en la necesidad de las dosis de refuerzo, que en Austria se pondrán cuatro meses después de recibir la segunda.
¿Quiénes son los antivacunas?
Las mujeres en Austria son más escépticas que los hombres en relación con la vacuna contra el covid. Por otro lado, también hay diferencias claras desde el punto de vista regional en cuanto a la voluntad de inmunización. El miedo a problemas de fertilidad sería uno de los motivos exhibidos por las mujeres para negarse a recibir la vacuna.
Una encuesta hecha por Gallup a finales de julio indicaba que solo el 74% de la población estaba dispuesta a vacunarse. Con todo, las cifras actuales muestran que todavía hay un 10% de diferencia que no ha puesto el brazo para recibir la inyección. La misma encuesta recogía que del 26% que no quería la vacuna, el 15% se reafirmaba en que no se la pondría y el 9% que "probablemente" no lo haría. Los negacionistas por una razón u otra todavía llegaban al 30% en noviembre de 2020.
Por otro lado, hay variaciones regionales en cuanto al escepticismo antivacuna. En los estados de Salzburgo y el Alta Austria, los dos que declararon ayer el confinamiento, el porcentaje de opositores llega a alrededor de un tercio de la población.
El pasado 1 de febrero, una manifestación de unas 10.000 personas, que acabó en violentos enfrentamientos con la policía, y con 1.700 citaciones judiciales con motivo de los enfrentamientos, intentaron asaltar el Parlamento federal.