Egipto se reivindica en el conflicto de Gaza

El país árabe ha liderado los esfuerzos de mediación gracias a una posición privilegiada que le permite erigirse todavía como un actor central en la región

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Las fuerzas aéreas israelíes bombardean Gaza.

El CairoCuando a finales del año pasado hasta cuatro países árabes, con los Emiratos Árabes Unidos al frente, firmaron los llamados Acuerdos de Abraham para oficializar la normalización de relaciones con Israel, Egipto, que hasta entonces había sido, junto con Jordania, uno de los únicos dos países con vínculos abiertos con Tel Aviv, recibió la noticia con desazón. Para el Cairo, el pacto representaba una amenaza potencial a la tradicional influencia sobre la cuestión palestina y el conflicto con Israel que había retenido a nivel regional, una de las pocas plazas que todavía hacían del país un socio clave, sobre todo a ojos de Washington, en la zona.

La reciente ofensiva de Israel sobre la franja de Gaza, sin embargo, ha sacudido de forma fatídica el tablero, y Egipto se ha movilizado rápidamente para demostrar que sigue siendo un actor importante. En este sentido, los países firmantes de los acuerdos de normalización han tenido que ver no solo cómo no han podido evitar una nueva operación militar en Gaza, sino que, además, su nula capacidad para influir en las acciones de Israel ha quedado a cuerpo descubierto. Mientras tanto, en cambio, el Cairo ha dado un paso adelante para actuar de mediador entre Israel y Hamás, el grupo islamista que controla la franja, y ya ha anunciado, antes de que nadie, que destinará un paquete de millones de euros en inversiones para reconstruirla una vez cesen las hostilidades.

Para conseguirlo, las autoridades egipcias contaban con experiencia en la materia, puesto que fue precisamente el Cairo quien pudo, en última instancia, cerrar un alto el fuego entre las dos partes tanto en la ofensiva militar israelí Pilar Defensivo de 2012 en la franja, como en la guerra de Gaza de 2014. Así mismo, Egipto es el único actor en la región que disfruta de buenas relaciones tanto con Tel Aviv como con Hamás y el resto de facciones palestinas, y también es el único país que cuenta con una frontera con Gaza, donde está el único paso fronterizo que no controla Israel.

En esta ocasión, Egipto, en coordinación con Jordania y en contacto con Qatar, que son los dos otros países de la región con una importante influencia sobre las partes, ha enviado una delegación mediadora, probablemente encabezada por sus servicios de inteligencia, que suelen encargarse de esta carpeta, a Israel y a los territorios ocupados palestinos. Y según medios israelíes, también el gobierno de Benjamin Netanyahu ha confiado en la intervención de Egipto para poder mediar con Hamás. El ministro de Exteriores egipcio, Sameh Shoukry, ha sido, a su vez, el encargado de mantener el contacto con los homólogos de otros países como Israel, Arabia Saudí, Rusia y Alemania, según han informado a través de varios comunicados, que reflejan su centralidad.

Llamada de Joe Biden

También los Estados Unidos han admitido que han estado trabajando con Egipto para llegar al alto el fuego, uno de los principales objetivos del Cairo, y el jueves por la tarde el presidente de Egipto, Abdel Fattah al-Sissi, recibió una llamada de su homólogo en la Casa Blanca, Joe Biden, para intercambiar impresiones sobre cómo parar “la violencia y la escalada en los territorios palestinos”, según un comunicado de su portavoz, Basem Rady. Esta misma semana, Al-Sissi se había reunido igualmente con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el rey Abdulá II de Jordania para coordinar una propuesta de resolución sobre un posible alto el fuego presentada en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Por otro lado, Egipto ha optado por adoptar también una posición más abiertamente a favor del pueblo palestino que en el pasado, un cambio que los analistas atribuyen a su voluntad de marcar todavía más distancia con los países árabes signatarios de los Acuerdos de Abraham. Así, el ministerio de Sanidad del país ha anunciado que ha habilitado 11 hospitales para recibir a heridos palestinos, a pesar de que de momento han llegado con cuentagotas. Y el portavoz de Presidencia, Basem Rady, anunció el martes que el Cairo ha decidido destinar unos 400 millones de euros para reconstruir la franja una vez acaben las hostilidades, una decisión que contrasta con su postura después de la guerra de Gaza de 2014, cuando el país acogió una conferencia de donantes para la franja pero decidió no dar nada.

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