Estados Unidos

¿Biden debe continuar? El Partido Demócrata tiene cuatro meses para darle la vuelta al desastre

El baile de nombres ya ha empezado, aunque el presidente ya ha dicho que no piensa dar un paso al lado

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El candidato a la reelección y presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante el primer debate electoral.

WashingtonCuando el equipo del presidente Joe Biden pidió hacer el primer debate electoral casi cuatro meses antes de las elecciones lo hacía pensando que, si su candidato no se acababa de salir o sufría algún pequeño lapsus, aún tendrían tiempo para reconducir la su imagen. El jueves por la noche, lo que se encontraron fue un Biden frágil, con la voz afónica, que tartamudeaba y le costaba rebatir a Donald Trump. Ahora estos cuatro meses que los Demócratas veían como una almohada de aire se han convertido en un pozo asfixiante del que no saben cómo salir. Cuatro meses es un intervalo de tiempo muy corto, tanto para rehacer la imagen de Biden como para buscar a un nuevo candidato y relanzarlo.

La catástrofe que supuso la actuación de Biden todavía lleva cola, y durará. El viernes por la noche el New York Times publicaba un editorial muy claro y duro: "El mayor servicio público que el Sr. Biden puede hacer ahora es anunciar que no seguirá postulándose para la reelección", defendía. Aunque las horas posteriores al debate columnistas de The Atlantic y otros medios liberales (afines al partido Demócrata) habían publicado artículos similares, que ahora sea el consejo editorial del New York Times quien se posiciona añade gravedad al asunto. Aún así, el texto se alinea con la idea de que Biden tuvo una "mala noche", y asegura que si decide no retirarse y continúa en la carrera electoral "sería la elección inequívoca de este consejo". En las pasadas elecciones, la cabecera ya pidió el voto para el demócrata.

Biden ya dejó claro el viernes que no piensa dar un paso al lado. En un mitin que celebró en Raleigh (Carolina del Norte), un estado en el que perdió contra Donald Trump en el 2020, aseguró que no tiraría la toalla pese al mal resultado del debate. "Estoy aquí porque quiero ganar las elecciones en noviembre, y si ganamos a Carolina del Norte, ganamos las elecciones", dijo en un tono mucho más enérgico que el del jueves. No habían pasado ni 24 horas desde los tartamudeos y la voz rota del debate, y Biden mostraba la seguridad y firmeza que le habían faltado entonces. La tos, con menos frecuencia, sí persistía aún (supuestamente, Biden ha sido resfriado). Todo, para convencer al resto del país de que lo ocurrido en el debate fue una "mala noche". "Sé que no soy un hombre joven", admitió: "Ya no camino con tanta facilidad como antes. Ya no hablo tan fluidamente como antes. No debato tan bien como antes. Pero sé lo que sé: sé decir la verdad, sé distinguir el bien del mal, sé cómo hacer mi trabajo, sé cómo hacer las cosas. Y sé lo que millones de americanos saben: cuando caes, te levantas”.

Aunque desde fuera pueda parecer lógico que Biden renuncie, la perspectiva interna es muy distinta: renunciar ahora a presentarse a las elecciones pondría en duda su figura como presidente lo que queda de mandato y, además, pondría en cuestión la actuación de la Casa Blanca, que hasta ahora se ha dedicado a combatir todas las dudas y preguntas en torno al estado de salud y las capacidades del presidente.

Todo el círculo interno de Biden que en su día aseguró que el presidente no era demasiado viejo para presentarse a la reelección quedaría aún más en evidencia. Por no mencionar todas las cuestiones que alimentaría, desde cuál debe ser el estado de salud real de Biden cuando no hay cámaras de por medio hasta por qué se esperó tanto. Preguntas que muchos ya se están haciendo ahora mismo después del debate del jueves.

Precedentes lejanos

Además, la última vez que un candidato demócrata renunció a la reelección fue en 1968, cuando Lyndon B. Johnson se retiró y en la convención del partido se eligió a Hubert Humphrey, que perdió contra Richard Nixon. Por tanto, el precedente no es muy alentador.

Malgrat el pánico dentro del Partido Demócrata y las voces que piden buscar a un nuevo candidato, las figuras cercanas a Biden han cerrado filas con él y han defendido que se quede. El propio Barack Obama salió en defensa de su exvicepresidente, en un tuit en X en el que defendía que había sido "una mala noche": "Estas elecciones siguen siendo una decisión entre alguien que ha luchado para la gente toda su vida y otro que sólo se preocupa por sí mismo".

Pero las muestras de apoyo no están siendo suficientes para frenar el baile de nombres que ya está en marcha desde el mismo momento en que los agónicos 90 minutos de debate terminaron. Aunque todo son cábalas, la vicepresidenta Kamala Harris, el gobernador de California Gavin Newson, el gobernador de Pensilvania Josh Shapiro y la gobernadora de Michagan Gretchen Whitmer son algunos de los nombres que aparecen en las listas.

Aunque parezca que el debate del jueves ha dejado a los demócratas con un gran problema (qué hacer con Biden y si sustituirlo), la realidad es que también tienen otro: ponerse de acuerdo. El pánico dentro de las filas del partido no sólo ha puesto de relieve la fragilidad de la candidatura demócrata, sino también las divisiones internas entre quienes quieren que Biden siga y quienes no. Y esto no tendrá que resolverse en un margen de cuatro meses, sino antes de la nominación, que será en agosto. Un mes.

1.
Kamala Harris

Vicepresidenta, 59 años

Kamala Harris

La segunda de Biden sería la sucesora más lógica a la hora de buscarle un sustituto, si no fuera porque la vicepresidenta no ha terminado de cuajar. Harris, que ha sido la primera mujer afroamericana en asumir el cargo, ha intentado ganar protagonismo durante el último año haciendo suya la campaña por el derecho al aborto y mostrando un perfil más duro en la guerra de Gaza.

2.
Gavin Newson

Gobernador de California, 56 años

Gavin Newson

Uno de los hombres cercanos a Biden. Tras el debate dijo lo siguiente en la MSNBC: "No das la espalda sólo por una mala actuación". Se ha erigido en un defensor de los derechos LGTBI+, el aborto y control de armas. Durante la presidencia de Trump convirtió su estado en la "resistencia".

3.
Josh Shapiro

Gobernador de Pensilvania, 51 años

Josh Shapiro

Lleva en política desde 2000, habiendo servido cuatro mandatos como congresista en el estado. Shapiro logró ser elegido gobernador en el estado donde Biden perdió contra Trump en el 2020 con un margen de 14 puntos porcentuales sobre su rival republicano. Pensilvania volverá a ser un estado clave estos comicios.

4.
Gretchen Whitmer

Gobernadora de Michigan, 52 años

Gret Whitmer

El nombre de la gobernadora de Michigan también ha sonado en otras ocasiones como posible sucesora de Biden. Durante la pandemia de la Covid se enfrentó a la administración Trump por su gestión. Poco después saltó a los titulares cuando las autoridades descubrieron un complot pro-Trump para secuestrarla.

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