Pánico en las filas demócratas: ¿se debe sustituir a Joe Biden?

El primer debate electoral se convierte en un punto de inflexión para el partido del presidente

Cinto Mora i Abelaira
4 min
Biden hablando con los moderadores del debate momentos antes de que éste comience

Barcelona"Ha sido un inicio lento, pero un final fuerte [para Joe Biden]". Así describía la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, la intervención de Joe Biden en el primer cara a cara contra su rival en la carrera hacia el Despacho Oval, Donald Trump. Con su análisis posdebate en la CNN, la número dos del presidente intentaba minimizar las críticas ensordecedoras de miembros de las filas demócratas, que califican de "desastre" la actuación de Biden.

El equipo de campaña del presidente confiaba en que el debate les serviría para tomar aire y desvanecer las dudas sobre si está capacitado para ser reelegido, pero las esperanzas se han ido diluyendo a medida que Donald Trump, que sabe hacer de los platós su terreno de juego, iba dejado indefenso Biden. Los noventa minutos que ha durado el debate se han hecho eternos para muchos demócratas, que veían cómo se hundía la posibilidad de sacar un mínimo rédito electoral.

Si bien es cierto que los lapsus protagonizados por el actual presidente llevan meses arrastrando, Biden ha conseguido sobreponerse y hacer demostraciones de fuerza en momentos clave. En marzo, sorprendió con un discurso del estado de la Unión, de hora y media, en el que se mostró enérgico y ágil. En el discurso más importante del año, Biden lanzó duras críticas contra el candidato republicano y recibió largas ovaciones de sus colegas de formación en repetidas ocasiones. La idea del partido era que, si el primer debate iba mal, habría tiempo para compensar los errores porque faltan cuatro meses para las elecciones. Pero "no es que haya ido mal, es que ha sido una pesadilla", asegura Carlota García Encina, investigadora principal de EEUU y Relaciones Transatlánticas del Real Instituto Elcano.

Con el resultado de esta noche algunas voces demócratas comienzan a preguntarse si hay que encontrar una alternativa al presidente lo antes posible. David Axelrod, uno de los principales estrategas del expresidente Barack Obama, ha asegurado a la CNN que "habrá discusiones sobre si [Joe Biden] debe continuar".

¿Por qué no se ha buscado una alternativa?

Aunque en la mente de algunos demócratas estaba la idea de un cambio, eran una minoría. La gran mayoría no cuestionaba que Biden repitiera como candidato. Todos los presidentes demócratas se han presentado a un segundo mandato y, por tanto, él también tenía derecho a hacerlo. Además, las elecciones de medio mandato, celebradas en noviembre del 2022, en las que los demócratas sacaron un resultado mucho mejor de lo esperado, dieron impulso a Biden. Lo que acabó de confirmar su candidatura fue el hecho de que Trump se postulase y, por tanto, se repitiera el duelo Biden-Trump, que ganó el demócrata hace cuatro años.

Quienes también han mostrado su preocupación esta madrugada son los recaudadores de fondos de la campaña del presidente. Uno de ellos ha asegurado a Reuters que prevé "que la recaudación de fondos se acabe", ya que "el dinero sigue el entusiasmo". "¿Cómo le podemos decir a alguien "Da dinero para Joe"?", se ha preguntado.

John King, comentarista político de la CNN, ha asegurado en el análisis posdebate que "en estos momentos hay un pánico muy agresivo, ancho y profundo en el partido demócrata". King ha explicado que están habiendo conversaciones entre estrategas, recaudadores de fondos y miembros del partido en el que se debate qué deben hacer. "Algunas de estas conversaciones incluyen debates sobre si ir a la Casa Blanca y pedir al presidente que dé un paso al lado", ha detallado el analista, que ha afirmado que algunos miembros del partido se están planteando hacer pública su petición que el presidente deje paso a un sustituto.

Pese a las dudas internas, los pesos pesados ​​del partido han asegurado que los votantes deberían centrarse en el fondo y en el contenido del debate. Gavin Newson, el gobernador de California, ha dicho que considera "inútil" e "innecesario" el debate abierto dentro del partido. “Debemos cubrir los hombros del presidente. Nunca le daría la espalda al presidente Biden”, ha sentenciado. De hecho, según García Encina, el gobernador de California sería uno de los candidatos que sonarían para sustituir a Biden, así como la actual gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, y el actual secretario de Transportes, Pete Buttigieg. Los tres son del ala más fiel al presidente.

Dos meses para elegir sustituto

Sin embargo, hay dudas de hasta qué punto es posible y viable sustituir a Biden a cuatro meses de las elecciones y sin tiempo para hacer otras primarias. "Biden ya ha ganado a la mayoría de los delegados en las primarias, que se han comprometido a votarle en la Convención Demócrata de mediados de agosto", recuerda la investigadora. Sin embargo, subraya que hasta la convención Biden no será el candidato oficial. "La única opción para que Biden no sea el candidato del partido demócrata sería que se retirara", apunta.

Ante una eventual retirada de Biden, habría dos escenarios posibles. En caso de que Biden no designara a ningún candidato alternativo, explica la investigadora, “empezarían a emerger candidatos y deberían votarse en la misma convención”. La otra opción sería que Biden designara a un candidato como sustituto, como Kamala Harris. "Podría pasar, pero crearía más desunión porque obligaría al resto de candidatos a decidir qué hacer". El caso de la vicepresidenta es complejo. Después de unas expectativas iniciales muy altas, como primera mujer afrodescendiente en ocupar el cargo, "el hecho de no tener un equipo adecuado en Washington y que no hay unas tareas concretas asignadas a la vicepresidencia" han hecho que fuese perdiendo popularidad, apunta García Encina.

Vienen horas movidas en la casa de los demócratas. En la de los republicanos, en cambio, había brindis de euforia. Pero el camino es largo. “Voy a intentar ganar estas elecciones”, decía ayer por la tarde Biden, en un acto en North Carolina. Y añadía: "Quizá ya puedo debatir tan bien como cuando era más joven, pero sé hacer bien este trabajo". Barack Obama le daba la razón en un tuit en el que animaba a los estadounidenses a votar a Biden: “Una mala noche la puede tener todo el mundo. Créanme”.

La lectura de las principales cabeceras

Los análisis posdebate de las principales cabeceras estadounidenses decían ver una preocupación generalizada. "Una actuación torpe y un partido en pánico", titula el New York Times . “El presidente esperaba que el debate le sirviera para dar un impulso a su candidatura a la reelección contra Trump. En cambio, su actuación ha dado lugar a una ola de pánico en su partido”, asegura Peter Baker, analista de los últimos cinco presidentes de Estados Unidos.

El Washington Post , por su parte, abre su edición digital con la frase: "Biden lucha, Trump evade preguntas". El diario asegura que Biden estaba "disperso", con muchas dudas, y que ha tenido una actuación "inquietante para los demócratas". "Biden a veces parecía perder el hilo del pensamiento durante el debate", dicen Matt Viser y Marinne LeVine.

Fox News destaca la crisis que se ha destapado en el partido del presidente y asegura que hay "demócratas preocupados por los duros ataques de Trump, que dejan a Biden cerca el abismo en un debate decisivo". En la crónica del debate, Fox News se centra en las respuestas "divagantes" y la actuación "inconsistente" de Biden. En esta línea, el medio conservador destaca los intentos del Partido Demócrata de hacer desaparecer las dudas sobre la condición física del presidente y afirma que en una de las intervenciones, sobre economía, Biden parecía perder “el hilo”.

La CNN, la cadena que ha organizado el debate, tilda de "pobre" la actuación de Biden y asegura que Trump ha mentido continuadamente. Stephen Collinson, analista político con una larga experiencia cubriendo la política de Estados Unidos, asegura que “si Joe Biden pierde las elecciones de noviembre, la historia registrará que sólo tardó 10 minutos en destruir una presidencia.” Collinson ha calificado de "desastre político" el debate para el actual presidente y ha afirmado que "objetivamente, Biden ha hecho la actuación más floja desde que John F. Kennedy y Richard Nixon empezaron la tradición de los debates televisados ​​en 1960" .

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