Biden, "dispuesto" a reunirse con Putin si da señales de que quiera acabar con la guerra
En un encuentro con Macron, erigido como interlocutor europeo, Francia y Estados Unidos exhiben unidad contra Rusia
WashingtonPor primera vez desde que Joe Biden ocupa la presidencia de Estados Unidos, se ha podido oír este jueves en la Casa Blanca el tradicional saludo presidencial de 21 balas de cañón, una liturgia establecida en 1842, utilizada en señal de respeto a las visitas oficiales de jefes de estado. El homenajeado ha sido Emmanuel Macron, el actual presidente del "aliado más antiguo" de EE.UU. y un "socio indestructible en la causa por la libertad", según se ha referido Biden, haciendo patente el papel clave que tuvo Francia en la guerra de independencia contra Reino Unido. Se trata de la segunda visita de estado del presidente Macron al país, después de asistir a la invitación de Donald Trump en 2018. Es, de hecho, el primer mandatario en recibir este honor en dos ocasiones desde la fundación de la quinta república francesa en 1958.
Los dos presidentes han transmitido un mensaje de unidad ante retos globales como el cambio climático, la inflación o la ciberseguridad, pero especialmente en cuanto a la agresión rusa de Ucrania. "Como aliados en la OTAN, junto con la Unión Europea y el G-7, Francia y EE.UU. estamos haciendo frente a la ambición de conquista de Vladímir Putin y a la brutal guerra de Rusia contra Ucrania, que una vez más ha destruido la paz en el continente europeo", ha dicho Biden durante la ceremonia oficial.
Con el objetivo de avanzar hacia la paz, el mandatario norteamericano ha afirmado que estaría dispuesto a reunirse con su homólogo ruso. "Estoy dispuesto a hablar con Putin si decide que está preparado para buscar formas de acabar con la guerra", ha manifestado, a pesar de que ha añadido que antes, lo consultaría con los aliados de la OTAN. Aun así, ha dejado claro que, hasta ahora, el líder ruso no ha mostrado ninguna señal que facilite este encuentro, por lo cual, de momento, es "absolutamente decisivo" apoyar a la población ucraniana.
Macron ha enfatizado la defensa de los derechos humanos y la democracia que los dos países pregonan y ha añadido que, en la defensa de Ucrania, Francia y Estados Unidos se tendrán que convertir "una vez más en compañeros de armas". "Queremos construir una paz sostenible y duradera –ha dicho Macron–. Y eso pasa por el respeto a la soberanía y la integridad territorial de Ucrania". El presidente francés ha subrayado que fue Putin quien quiso empezar la guerra en febrero, y ha considerado "legítimo" que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, establezca condiciones previas en una negociación de paz.
Mensaje europeo al proteccionismo americano
Las deferencias y la pompa ceremonial han dado paso a la reunión bilateral en el Despacho Oval, donde Macron ha trasladado a su homólogo un mensaje proveniente de Europa: los impactos de la guerra de Ucrania están siendo más devastadores en el Viejo Continente que en Norteamérica, y es, por lo tanto, el momento de impulsar la cooperación entre las dos partes y huir del proteccionismo.
Macron ya lamentó el miércoles en Washington las medidas "superagresivas" impulsadas por Biden, especialmente la ley de reducción de la inflación (IRA, por las siglas en inglés), que deja la industria y el comercio de la UE en una situación "desfavorable" y que podría "dividir a Occidente". En la comparecencia conjunta de este jueves, los dos líderes han escenificado un acercamiento de posturas sobre esta ley, sobre la cual Biden ha identificado "algunos errores" en los que ha afirmado que trabajará para enmendar.
Esta norma, aprobada en verano en el Congreso y ratificada por Biden, incentiva la fabricación de coches eléctricos, siempre que sea en territorio norteamericano. Prevé la inversión de casi 400.000 millones de dólares en energías limpias y la lucha contra el cambio climático, principalmente a base de incentivos fiscales y subvenciones masivas a las empresas que abren fábricas en el país. La IRA ha sido duramente criticada por parte de los socios comunitarios, que temen que las empresas europeas opten para instalarse en el país norteamericano, en un momento en el que la UE está encontrando dificultades para desarrollar su propia industria en el sector del vehículo eléctrico.
Biden se ha referido a la preocupación europea apuntando que Francia y EE.UU. han tenido "ligeras diferencias", pero nunca en cuanto a los asuntos fundamentales de la ley. "Estados Unidos y la UE comparten el objetivo de construir un futuro verde y sostenible –ha dicho–, y la intención nunca ha sido excluir a los socios que están trabajando con nosotros, sino fortalecer nuestra industria". Por su parte, Macron ha reconocido un acercamiento de posturas durante el encuentro con su homólogo, en el que han compartido una "muy buena discusión" sobre este asunto. De hecho, ha salido con una promesa: "Resincronizaremos nuestros enfoques y agendas en sectores como el hidrógeno o los semiconductores".
Macron, el interlocutor europeo
"Macron no es solo el líder de Francia –ha dicho Biden–. Es uno de los líderes de Europa". El hecho de que el primer presidente en recibir el saludo tradicional de las 21 balas de cañón desde que Biden ocupa el Despacho Oval sea él, y no el flamante primer ministro británico Rishi Sunak o el canciller alemán Olaf Scholz, es significativo. Es el reconocimiento del papel central de Francia en la UE –es el único socio comunitario en el Consejo de Seguridad de la ONU– y un símbolo del regreso de la alianza transatlántica "al centro de la estrategia de EE.UU. en el mundo". Durante toda la rueda de prensa, los dos presidentes han hecho referencia a su "amistad", y Macron ha emulado el papel que había tenido la cancillera Angela Merkel. De hecho, se ha referido a Biden con la misma expresión que ella solía utilizar: "Querido Joe".
A pesar del acercamiento de posturas de cara a la galería, la relación entre los dos no ha sido la mejor desde que son presidentes. El año pasado, por primera vez en la historia, Macron convocó a consultas a los presidentes de Estados Unidos y Australia, después del anuncio de una alianza entre estos países y Reino Unido (AUKUS), gestada a las espaldas de Francia, para defender sus intereses en el Indo-Pacífico. Hace tiempo que Macron pide una mayor "autonomía estratégica" de la UE y, por lo tanto, una desvinculación de EE.UU., en cuanto a defensa, energía y alianzas comerciales. El encuentro de este jueves escenifica un acercamiento entre los dos presidentes, favorecido por la guerra en Ucrania, pero está por ver de qué manera se consolida.