EEUU ve insuficiente las medidas de Israel por la llegada de ayuda humanitaria a Gaza

El secretario de estado estadounidense Antony Blinken pide acciones "concretas" y "medibles" a cambio de su apoyo a Tel-Aviv

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La ciudad de Gaza destrozada.

WashingtonIsrael ha escuchado la advertencia del presidente Joe Biden de que si no rebajaba su brutal ofensiva sobre Gaza habría consecuencias. Pocas horas después de la llamada entre el líder estadounidense y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, que ha supuesto un punto de inflexión en sus relaciones, la Casa Blanca anunciaba que el estado hebreo abriría nuevas vías para la entrada ayuda humanitaria. La madrugada del viernes, el gabinete de guerra israelí lo confirmaba. Aunque EEUU lo celebra, el secretario de estado estadounidense Antony Blinken ya ha avisado de que no creen que la medida sea suficiente para cumplir con las exigencias para mejorar la situación humanitaria. Washington no soltará tan rápidamente la presión sobre Tel-Aviv.

Entre las medidas anunciadas por el gobierno israelí, se incluyen el compromiso de abrir el puerto de Ashdod (ubicado a 37 kilómetros del norte de Gaza) y el paso fronterizo de Erez para crear una nueva ruta para que el ayuda humanitaria llegue al norte de la Franja. Por el momento no se puso una fecha para la reapertura de este paso que fue atacado por Hamás el 7 de octubre, pero sí que las autoridades israelíes dijeron que se activará de forma "temporal". Tampoco han especificado las cantidades ni los objetos que van a dejar pasar.

"Son pasos en la buena dirección, pero el test real son los resultados y eso es lo que esperamos ver en los próximos días y en las próximas semanas", ha dicho Blinken este viernes desde Bruselas. El secretario de estado estadounidense celebra que se abran nuevas vías para la llegada de ayuda, y espera que Israel cumpla con su palabra, pero también reclama acciones tangibles para garantizar la protección de los civiles y trabajadores humanitarios. Además, también ha dicho que Estados Unidos espera ver un "mejor sistema de coordinación" para que la ayuda se pueda distribuir de forma segura en Gaza. El convoy de World Central Kitchen que fue atacado el lunes estaba desplazándose por el terreno en comunicación con el ejército israelí, según denunció la ONG en un comunicado.

Biden ya exigió a Netanyahu el jueves que Israel debía implementar una serie de medidas "concretas" y "medibles" para solucionar la situación de la población y garantizar la protección de los civiles y trabajadores humanitarios en Gaza. En caso de no hacerlo así, podría haber consecuencias en el apoyo de Estados Unidos hacia Israel. El presidente pidió un alto el fuego y presionó al primer ministro israelí para que llegue a un acuerdo "sin demora" con Hamás para liberar al centenar de rehenes que todavía tiene. Este viernes, un día después de haber exigido a Netanyahu acelerar las negociaciones, Biden también ha pedido a Egipto y Qatar que empujen a Hamás para cerrar un acuerdo.

La muerte de los siete cooperantes de WCK se ha convertido en un punto de inflexión en las relaciones entre Washington y Tel-Aviv, después de semanas de tensión al alza entre ambos socios. La respuesta de Israel es un claro gesto para intentar desinflamar la situación, no sólo por las amenazas de Biden, sino también porque algunos congresistas demócratas están empezando a plantearse si utilizar su influencia para restringir el envío de armas al estado hebreo.

La presión también llega desde la Unión Europea y del Reino Unido, que también han mutado considerablemente su política hacia Israel: del apoyo total del principio a cuestionar cada vez más la ofensiva de Netanyahu en Gaza, que ha dejado la Franja devastada. Sin embargo, tanto EEUU como otros socios occidentales han seguido armando a Israel.

Investigación "independiente" y "exhaustiva"

Blinken ha vuelto a pedir desde Bruselas una investigación "independiente, exhaustiva y pública" sobre la que falló el lunes. El ejército israelí ha prometido realizar una rápida investigación para esclarecer qué ocurrió y de momento ya ha anunciado la destitución de dos oficiales implicados en el ataque. La explicación que da por el lanzamiento de tres misiles contra el convoy del WCK (en el que dos de los tres vehículos iban con el logotipo) es que fue un error de identificación.

Los primeros resultados de la investigación israelí no hacen más que renovar la desconfianza de las ONG respecto al ejército israelí. Tal y como dijo Blinken este jueves, la muerte de los 7 trabajadores de WCK no "ha sido el primer incidente de este tipo". Desde que comenzó la guerra de Gaza el pasado 7 de octubre, 196 cooperantes han muerto según datos de Aid Worker Security Database. Del total de voluntarios fallecidos bajo fuego israelí, 174 han trabajado para la ONU y al menos cinco para Médicos Sin Fronteras. En total más de 33.000 palestinos han fallecido ya en el conflicto desde que comenzó, mientras que la mayoría de los habitantes de la Franja están bajo riesgo de hambre "inminente", según avisó la ONU el mes pasado.

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