Nueva tanda de sanciones contra Rusia, que incluye a dos hijas de Putin

Los EE.UU., la UE y el G-7 se coordinan para continuar castigando a Moscú después de la masacre de Bucha

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El presidente electo de los Estados Unidos, Joe Biden

WashingtonLa acumulación de evidencias de crímenes de guerra en Ucrania, y especialmente la masacre en la ciudad ucraniana de Bucha, en los suburbios de Kiev, ha sido el detonante para una nueva ronda de sanciones de los aliados occidentales contra Rusia. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, había advertido hace unos días: "Dejé claro que Rusia pagaría un precio severo e inmediato por las atrocidades en Bucha. Hoy, junto con nuestros aliados y socios, anunciamos una nueva ronda de sanciones devastadoras", ha tuiteado.

Dicho y hecho. En coordinación con la Unión Europea y el G-7, Washington ha anunciado este miércoles el resultado: castigos a dos bancos, a familiares de altos cargos rusos como las hijas del presidente Vladímir Putin, y la prohibición total de realizar nuevas inversiones en Rusia, que, según la Casa Blanca, "intensificará el éxodo masivo" de empresas de territorio ruso.

El golpe más contundente es precisamente la congelación total de los activos de dos de los principales tótems financieros rusos: Sberbank, la mayor entidad financiera y "capital en el sistema económico" del país, en posesión de un tercio de todos los activos bancarios rusos; y Alfa Bank, el mayor banco privado. Ambos habían sido afectados anteriormente, prohibiéndoles cualquier transacción con dólares, pero ahora el castigo es total: "la acción más severa que puede tomarse a escala financiera" impidiendo toda operación con los EE.UU., sea cual sea la divisa utilizada. Además, las sanciones también afectan a grandes empresas estatales, que se conocerán este jueves cuando el departamento del Tesoro haga públicos los nombres.

El gesto más simbólico son los castigos a individuos de las altas esferas rusas. Esta vez los nombres que más brillan son los de Maria Putina y Katerina Tijonova, las dos hijas adultas de Putin. Los EE.UU. creen que el presidente ruso podría esconder activos y patrimonio bajo el nombre de familiares, por lo que se han convertido en objetivo de las sanciones. En la lista también aparecen, por ejemplo, los nombres de la mujer y la hija del ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, o el de Dmitri Medvedev, ex primer ministro ruso y miembro del Consejo de Seguridad del Kremlin.

"La realidad es que [Rusia] está cayendo en un aislamiento financiero, económico y tecnológico –dicen desde la Casa Blanca–, y a ese ritmo, volverán a los estándares de vida del estilo soviético de la década de los 80".

La presión no acaba aquí

El próximo paso en el aislamiento internacional de Moscú llegará este jueves, con la votación en la Asamblea General de Naciones Unidas de la suspensión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, propuesta impulsada por Estados Unidos, que consideran una "farsa", "hipócrita" y "peligroso" que tenga un asiento en este organismo cuando las evidencias de atrocidades se acumulan. Para que esta propuesta sea efectiva, será necesario el voto favorable de dos terceras partes de los 193 miembros de la ONU. Si el equilibrio de blogs en el tema ucraniano se mantiene como hasta ahora, no habrá problema para que se apruebe la expulsión.

La presión de los EE.UU. para convertir Rusia en un paria mundial no termina aquí. Washington quiere eliminar a Moscú de todos los foros internacionales, y la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, en una audiencia en la Cámara de Representantes, ha asegurado que si no se le expulsa del G-20 y participa en la cumbre de finales de año en Indonesia, los estadounidenses no participarán en las reuniones donde haya enviados rusos.

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