El Senado de Estados Unidos aprueba el fin del cierre de gobierno con una fractura de los demócratas
Los demócratas ceden al Senado, sin garantías respecto a su gran exigencia de ampliar las ayudas del Obamacare
WashingtonCon más de 2.700 vuelos cancelados en el país ya punto de cumplirse cuarenta días del cierre de gobierno en Estados Unidos, el bloqueo en el Senado se ha desatascado. Este lunes (ya el martes en Cataluña) se ha aprobado en la cámara alta el proyecto de ley para poner fin a la suspensión de pagos de la administración más larga de la historia, gracias al apoyo de 8 demócratas que han votado con los republicanos. El acuerdo, que se anunció el domingo, permitió que la votación se haya saldado con 60 votos a favor y 40 en contra.
Durante este casi mes y medio, la falta de acuerdo ha dejado sin sueldo a miles de funcionarios, ha congelado las ayudas alimentarias a más de 40 millones de estadounidenses y ha sembrado el caos en los aeropuertos de todo el país. Ahora bien, el inicio del fin del episodio también ha reabierto las fracturas del partido, abocando a los demócratas a una nueva guerra interna.
En total, ocho senadores demócratas cedieron sus votos a los republicanos para llegar a la mayoría calificada para desatascar el presupuesto, contradiciendo la directriz del líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer. La insubordinación de los legisladores supone una nueva estocada en una de las caras del establishment del partido demócrata, que en los últimos días ha visto cómo su peso dentro de la formación se deshacía bajo la victoria del socialista Zohran Mamdani en las elecciones de Nueva York.
El ascenso meteórico del nuevo alcalde de la ciudad ha enviado un mensaje muy claro sobre la necesidad de un nuevo relevo generacional al frente del partido. La expresidenta de la Cámara de los Representantes, Nancy Pelosi –una de las voces con peso dentro del partido–, ya captó el mensaje y anunció que a los 85 años ya no buscaría la reelección de su escaño. Algunas voces del ala progresista del partido ahora piden también que Schumer, de 74 años, dé un paso al lado a raíz de la fallida estrategia del bloqueo de gobierno y deje paso para que la congresista Alejandría Ocasio-Cortez –de la cuerda de Mamdani y Bernie Sanders– pueda presentarse para su asiento en el Senado.
A raíz de la aprobación en junio de la ley fiscal –conocida como Big, Beautiful Bill– que recortaba numerosas subvenciones sanitarias para los estadounidenses, los demócratas habían decidido presionar al gobierno Trump a través del bloqueo presupuestario para que aceptara ampliar los subsidios del Obamacare que caducan a finales de año. También era una forma de intentar marcar perfil y hacer oposición situando al partido demócrata como el protector del sistema sanitario. Durante cuarenta días ha sido un constante pulso entre Trump y los demócratas para establecer el relato sobre quién era el responsable del cierre de gobierno. Con la cesión de los ocho legisladores, al final se impone la versión republicana que ha sido culpando de todos los males a los demócratas, pese a haber sido sus senadores los que se negaban a incluir una partida en los presupuestos que garantizara alargar las ayudas del Obamacare.
La última propuesta presentada por los republicanos ha convencido a los últimos tres senadores demócratas que faltaban, Angus King (Maine), Jeanne Saheen y Maggie Hassann (New Hampshire), para obtener los 60 votos necesarios para hacer avanzar la financiación para el gobierno hasta el 30 de enero. Ahora bien, éste sólo es el primer paso para poner fin a la suspensión de pagos. El acuerdo ahora debe pasar por otros procesos de votación en el propio Senado y finalmente ser aprobado en la Cámara de Representantes. Está por ver cuál será el resultado en la cámara baja en perspectiva de la guerra abierta dentro del partido demócrata en las últimas horas.
Rotura de la disciplina de partido
El acuerdo preliminar ha podido salir adelante porque estos tres senadores han roto la disciplina de partido. King ha justificado su decisión de desbloquear el cierre de gobierno con el sufrimiento que estaba provocando la situación en miles de ciudadanos, y ha destacado que el grupo ha logrado un compromiso de los republicanos para celebrar una votación sobre si deben ampliarse los subsidios incluidos en el programa de subsidios sanitarios conocido como Obamacare.
El presupuesto acordado deja fuera la gran exigencia de los demócratas por la que se fue al cierre de gobierno: evitar que prescriba a final de año el pago de subsidios sanitarios acordados durante la pandemia como parte del Obamacare. El acuerdo de este domingo sólo incluye el compromiso por parte de los republicanos de que habrá una votación concreta en el Congreso sobre la cuestión. Sin embargo, esta concesión y nada es lo mismo: teniendo en cuenta que los republicanos tienen la mayoría de las dos cámaras del Capitolio, es muy difícil que la aspiración de los demócratas de extender los pagos de este programa prospere.
La única concesión que parece que los demócratas han logrado arrebatar a los republicanos es una disposición con un punto en el que se comprometen a la readmisión de los empleados federales despedidos durante el cierre y la garantía de que no habrá más recortes masivos de plantilla hasta finales de enero. También elimina la amenaza lanzada por Donald Trump de que los funcionarios no recibirían el pago retroactivo de los salarios no percibidos en estos 40 días.