Trump firma una orden para empezar a desmantelar el departamento de Educación
La reducción al mínimo del organismo pone en peligro a los alumnos más vulnerables


WashingtonDonald Trump ha dado este jueves la mayor estocada en su cacería de brujas contra las instituciones educativas de Estados Unidos. Tras despedir a 1.300 trabajadores del departamento de Educación, suspendió fondos federales a universidades como la de Columbia por las protestas contra Gaza, y detener al menos a dos estudiantes internacionales con estatus legal en el país para participar en las acampadas propalestinas del año pasado, Trump ha ordenado que se empiece a desmantelar el departamento de Educación. El ejecutivo no tiene autoridad para hacerlo, aunque sí puede ahogar económicamente a un organismo que básicamente se encarga de financiar los programas para los alumnos más vulnerables.
"Mi administración tomará todas las medidas legales para cerrar el departamento. Lo cerraremos y lo haremos lo más rápido posible", ha anunciado Trump en un acto en la sala Este de la Casa Blanca, rodeado de estudiantes. El magnate ya ha insinuado que pretende llevar a su cruzada al Congreso, que es la institución que sí tiene autoridad para cerrarlo.
"Eliminaremos el departamento de Educación, y todo el mundo sabe que es lo correcto, y los demócratas saben que es lo correcto, y espero que voten a favor", ha afirmado Trump, quien sabe que con la ajustada mayoría que tiene en las dos cámaras parlamentarias no tiene votos suficientes para cerrar el departamento. Una propuesta como ésta necesita una supermayoría parlamentaria y difícilmente los demócratas votarán a favor.
El magnate ha justificado la decisión como una medida para poner el sistema educativo al nivel de "Dinamarca" o "China" y ha vuelto a repetir la falacia de que es necesario devolver las competencias educativas a los estados. "Volveremos la educación a los estados, que es donde pertenece. Y es algo muy popular que hacer, pero lo que es más importante: se trata de sentido común", ha dicho el presidente. La realidad es que la gran mayoría del currículum escolar ya lo dictan los estados. Un 90% de la financiación la aportan los mismos estados, mientras que el 10% restante proviene de Educación, que financia aquellos programas destinados a los alumnos más vulnerables como el Title I.
. Entre estas funciones, según ha dicho, estaría el programa de préstamos estudiantiles, las becas Pell, la aplicación de los derechos civiles y los principales programas de subvenciones del Title I y la IDEA, que ayudan a cubrir el coste de la educación de los estudiantes con discapacidades. En su conjunto, estos programas representan la gran mayoría de las actividades del departamento.
El Congreso creó el departamento en 1979 para que se encargara de supervisar los fondos públicos educativos, crear políticas y, sobre todo, asegurarse de garantizar la igualdad educativa. Dejarlo prácticamente inoperativo forma parte de la guerra cultural del presidente, que en su programa electoral ya prometía perseguir y recortar fondos a todos aquellos centros que aplicaran políticas de igualdad, equidad e inclusión, y enseñaran teoría crítica de la raza o educación sexual. Por el contrario, prometía restaurar la lectura de la Biblia en todas las escuelas.
Pese a que la Casa Blanca asegure que mantendrá las "funciones críticas" del departamento, que a principios de año tenía 4.133 empleados, el despido de la semana pasada de unos 1.300 trabajadores ya generó preocupaciones sobre si sería posible garantizar el correcto funcionamiento de los programas educativos y préstamos. Al nuevo recorte también hay que sumar que 572 funcionarios aceptaron el plan de bajas incentivadas por Trump y que el mes pasado se despidieron a 63 trabajadores en período de prueba.