Trump lucha por recuperar el foco mediático mientras Harris lidera las encuestas

Harris sigue liderando las encuestas por tercera semana consecutiva después de celebrar la convención demócrata en Chicago

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El expresidente y candidato republicano, Donald Trump, habla desde detrás de un cristal a prueba de balas en Carlonia del Nord.

WashingtonHace un mes, Donald Trump acaparaba el foco mediático y lideraba las encuestas tras sobrevivir en el atentado de Butler. Ahora es Kamala Harris quien encabeza por tercera semana consecutiva los sondeos electorales. La convención demócrata de Chicago y el entusiasmo del partido todavía acaparan titulares y Trump ya se apresura por intentar recuperar el foco. En realidad, hace un mes que el candidato intenta dar golpes de efecto que no acaban de reimpulsarle. El último: la alianza con Robert F. Kennedy.

El pasado viernes, en plena resaca de la convención demócrata, el candidato independiente Robert F. Kennedy anunció que retiraba su candidatura en diez estados clave por no perjudicar a Donald Trump. El expresidente republicano recibió con los brazos abiertos el apoyo de Kennedy, quien en su día también se había ofrecido a Harris, pero fue rechazado. A cambio, Kennedy será el copresidente honorario del equipo de transición presidencial que ayudará a Trump a elaborar su política ya elegir al personal para su nueva administración.

En una campaña electoral donde ambos candidatos tienen prácticamente las mismas posibilidades de ganar, que Kennedy haya cerrado filas con Trump podría preocupar a los demócratas. Pero la candidatura de Kennedy apenas recogía una intención de voto del 4% al tirar la toalla. Además, el perfil de votante que atrae a Kennedy tiene más simpatía por Trump, y en unas elecciones donde todo se lo llevan los dos grandes partidos, ya era probable que los seguidores de Kennedy hubieran acabado votando a Trump el 5 de noviembre.

El nerviosismo en las filas republicanas comenzó cuando Harris sustituyó a Biden en el boleto electoral. Hace tres semanas que Trump, desorientado, busca sin demasiado éxito nuevos flancos para atacar a Harris y también recuperar el foco. De momento, lo único que logra es proyectar la imagen de ir a remolque. Trump, que hasta ahora era quien había controlado el relato de la campaña obligando a los demócratas a ir a la defensiva, se pasó toda la noche del jueves comentando en directo en su red, Truth Social, el discurso de Harris en la clausura de la convención demócrata. En los primeros 27 minutos desde que Harris empezó a hablar, el equipo de campaña Trump-Vance envió cuatro comunicados respondiendo a las declaraciones de la demócrata. El regreso de Trump a X y la entrevista con Elon Musk hace dos semanas también es otra señal de cómo el expresidente está intento recuperar el protagonismo. Tras meses sin comparecer solo ante la prensa, en tan sólo una semana Trump dio dos ruedas de prensa.

Pero lo que enfada más al expresidente es la asistencia a los mítines. Acostumbrado a ser él quien llenaba estadios y tenía cientos de seguidores haciendo cola bajo el sol o la nieve, ahora se encuentra que Harris le disputa el título de estrella que mueve masas. La semana previa a la convención, Trump acusó falsamente a Harris de llamar con IA las fotos de las multitudes que asisten a sus mítines.

Irónicamente, quien sí utilizó la IA para llamar fotos fue el expresidente. El día antes de que empezara la convención demócrata en Chicago, Trump publicó en Truth una serie de imágenes y de fotografías falsas donde aparecía la cantante Taylor Swift pidiendo el voto por él, así como supuestas swifties (seguidoras de Taylor) mostrando soporte a Trump. En 2020, la artista estadounidense apoyó públicamente la candidatura de Joe Biden y justo después se registraron 35.000 nuevos votantes a través de la página Vote.org.

Republicanos por Harris

Más de 200 personas que trabajaron para el expresidente George W. Bush y los senadores republicanos Mitt Romney y John McCain firmaron una carta a principios de semana en la que mostraban apoyo a Harris. El documento llega justo después de que durante el último día de la convención demócrata se especulara si el expresidente George W. Bush o algún otro gran cargo de la vieja guardia del Partido Republicano sería el esperado invitado sorpresa de la noche. Pero estas quinielas quedaron eclipsadas por el rumor de una posible actuación de Beyoncé, que tampoco llegó a materializarse.

La carta, que no deja de ser un duro golpe para Trump de cara a los votantes republicanos más moderados, también es un reflejo de cómo el Partido Republicano ha acabado convirtiéndose en el partido de Trump. Un proceso que se culminó en Milwaukee, donde toda la familia Trump desfiló por el escenario frente a la ausencia de viejos pesos pesados ​​de la formación.

La desorientación que viven los republicanos en las últimas semanas es una gran ventaja para los demócratas, aunque no pueden confiar en que esta situación se alargue hasta el 5 de noviembre. Tanto Michelle Obama como Bill Clinton ya advirtieron la semana pasada durante sus intervenciones en el United Center de Chicago de que el exceso de euforia no debía comportar subestimar al rival.

Ahora mismo, Harris no sólo se enfrenta con el reto de saber mantener la euforia, sino también de controlarla por no caer en un exceso de confianza. Según el agregador de encuestas de RealClearPolitics (RCP), Harris tiene un 48,4% de posibilidades de conseguir la presidencia, frente al 46,9% de Trump. Los debates que habrá en septiembre serán claves para determinar si Harris sigue manteniendo el liderazgo en las encuestas o si la tortilla se vuelve a girar.

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