Musk da vía libre a las falsedades de Trump en su entrevista en X
La conversación ha comenzado casi 40 minutos tarde después de que la plataforma haya tenido varios problemas técnicos
WashingtonNi un cuestionamiento, ni una sombra de duda, ni una pregunta sobre en qué se basan las afirmaciones. La entrevista de Elon Musk al expresidente Donald Trump en la plataforma X se ha convertido en un festival de mentiras que Musk no ha cuestionado ni por un solo momento ante el millón de oyentes conectados. Al contrario: todo han sido risas y asentimientos. La conversación, de más de hora y media, ha resultado mucho más reveladora sobre cómo Musk afronta la desinformación y el discurso de odio en su red social que sobre la agenda del candidato republicano.
La realidad es que Musk no ha escondido sus intenciones, ya que desde el principio ha asegurado que la cita de hoy era una "conversación" para que los "votantes independientes de mente abierta" se pudieran hacer una idea de cómo es hablar con Trump. El regreso del expresidente a la plataforma no es casual: empieza a sentirse acorralado por la remontada de su rival, Kamala Harris, y busca revertir la situación volviendo a X. Pese a que Musk le levantó el veto poco después de comprar la red en 2022, Trump había seguido utilizando Truth Social: aunque aquí la mayoría de usuarios ya son votantes suyos, en X el perfil es más variado.
La entrevista ha comenzado con unos 40 minutos de retraso después de que la plataforma haya experimentado varios problemas técnicos. Una situación similar a lo ocurrido con la entrevista que Musk llevó a cabo en la plataforma con Ron DeSantis durante el proceso de primarias. En ese momento Trump le hizo mofa y lo tachó de "desastre". Hoy, en cambio, ha felicitado a Musk por "batir un récord" con la cantidad de gente que había conectada.
Nada más empezar, el primer tema a discutir ha sido el atentado de Butler. Musk elogió a Trump por su "valentía" y aseguró que su reacción representa el espíritu americano. Por su parte, el expresidente ha vuelto a relatar con todo lujo de detalles cómo fue el tiroteo. Cuando lo relató por primera vez en la convención republicana, Trump dijo que sólo lo explicaría una vez porque le resultaba muy doloroso revivirlo. Hoy ha estado hablando de ello durante casi 20 minutos. Uno de los pocos titulares que ha dejado al respecto es que en octubre piensa volver a Butler.
El expresidente ha reciclado las mismas falsedades de siempre. Sin inmutarse ha vuelto a decir que "los inmigrantes están viniendo en caravanas que ponen a los mismos jefes de estado de los países" para enviarlos a Estados Unidos, y que estos migrantes son "criminales" y "personas improductivas". "Sacan a la gente de la cárcel al Congo y los envían hacia Estados Unidos", ha afirmado el expresidente. Una declaración que no se sostiene sobre ninguna base. Aun así, Musk en ningún momento ha puesto en duda la información ni ha tenido curiosidad por saber de dónde salía.
La permisividad con la que ha actuado Musk ante el discurso xenófobo de Trump y sus mentiras ha sido la tónica de toda la conversación, que ha durado dos horas. Poco antes de que se produjera el encuentro, Bruselas avisaba a Musk de que en Europa las redes sociales están obligadas a tomar medidas contra los contenidos que inciten a la violencia.
Trump ha tardado en decir el nombre de Harris, y cuando lo ha hecho ha sido para atacarla con los mismos argumentos: ha asegurado que es una "incompetente" y una "lunática radical" que está más a la izquierda "que Bernie Sanders". Una visión que parece compartir Musk: "Creo que tendremos muchos problemas con un gobierno Kamala, ésta es mi opinión". En una extraña divagación, el republicano ha terminado diciendo que Harris le parecía "guapa".
El expresidente también se ha enredado con las críticas a Joe Biden y ha acabado dedicando más tiempo a atacarle a él –que ya está fuera de la carrera– que a Harris. Reiteró que la guerra de Gaza y la invasión rusa de Ucrania son culpa de su gobierno, y que bajo su presidencia esto no habría ocurrido. Esta fijación con el actual presidente en el discurso de Trump es un ejemplo de hasta qué punto había construido su estrategia de campaña en base a Biden como rival (y parece que le echa de menos). También volvió a insistir en que todas las causas judiciales que pesan sobre él fueron orquestadas desde el seno del Partido Demócrata para intentar dejarle fuera de juego.
A lo largo de la conversación tampoco han faltado los jabones a ambos lados. Trump, que es conocido por ser crítico con los vehículos eléctricos, ha felicitado a Musk por Tesla y por su "increíble" coche eléctrico. También ha tenido un detalle con el presidente argentino, Javier Milei, al que ha calificado de ser un fan MAGA y ha asegurado que "hará a Argentina mayor de nuevo". La frase emula su lema de campaña "Make America great again".
Trump también ha insistido en la visión apocalíptica de que el mundo está a las puertas de una Tercera Guerra Mundial. Cuando ha terminado la entrevista, Musk ha dicho al republicano que cree que Estados Unidos se encuentra ante "una bifurcación del destino" y que cree que Trump es "el camino correcto a seguir". Las palabras de Musk no dejan de ser chocantes teniendo en cuenta que hace cuatro años apoyó la candidatura de Biden durante las elecciones del 2020. ~BK_SALTO_LINEA ~ Horas antes de la entrevista con Musk, Trump había calentado motores publicando en su perfil un vídeo con su anuncio de campaña que en sólo media hora ya había acumulado 4,4 millones de visualizaciones y más de 47.000 retuits.
En el vídeo, que por el montaje y la banda sonora podría pasar perfectamente por un trailer de Hollywood, Trump apelaba una vez más a su figura de "mártir político" que no se rinde pese a la persecución judicial y política que asegura sufrir. Destaca el hecho de que Trump ha utilizado muchas de sus imágenes como presidente, y, en cambio, en ningún momento aparecía su fotografía en el mitin de Butler donde aparece con el puño en el aire y la cara manchada de sangre.
Musk abraza Trump
La invitación de Musk a Trump para entrevistarle supone la consolidación del acercamiento que se había producido entre los dos magnates en los últimos meses. A principios de verano el Wall Street Journal publicaba en exclusiva que Trump quiere que Musk trabaje para él como asesor si es reelegido el próximo 5 de noviembre. El rol no estaba del todo definido, pero la intención sería que Musk ocupara un cargo que tendría influencia sobre las políticas relacionadas con las fronteras, la seguridad y la economía.
Aunque dentro del sector económico su relación quizá no tenga sentido (Musk es propietario de los coches eléctricos Tesla, mientras Trump ha prometido políticas para favorecer a los coches con motor de combustión), ideológicamente sí aprieta. Hace tiempo que Musk se ha erigido en el paladín en internet del avance delalto right y azote del "wokismo".
Tras el tiroteo de Butler, fue de los primeros en rechazar públicamente los hechos y enviar su apoyo al expresidente. También ha hecho tuits que difunden publicaciones que favorecen la campaña de Trump, e incluso ha tenido un papel destacado en la difusión de la desinformación que ha desatado los altercados de extrema derecha y racistas en Reino Unido. Asimismo, Musk salió en defensa de los procesados por el asalto al Capitolio del pasado 6 de enero y también ha compartido teorías conspiranoicas que aseguran que todo fue un montaje.
Musk ya había participado alguna vez en reuniones para asesorar a Trump durante su primer mandato, pero la colaboración sólo duró hasta el 2017. Aquel año Musk se retiró como gesto de protesta por la decisión de Trump de retirar Estados Unidos del Acuerdo de París contra el cambio climático. La relación durante un tiempo fue bastante mala entre los dos multimillonarios, quienes incluso se llegaron a insultar públicamente en las redes sociales.