Alemania

"Nunca más 1933": ¿qué hay detrás de las manifestaciones contra la extrema derecha en Alemania?

Cientos de miles de personas han salido a las calles para pedir la ilegalización de la AfD

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Una pancarta en la que se lee "Nunca más 1933" en Frankfurt

BarcelonaCientos de miles de personas han salido a las calles de Alemania para protestar contra la extrema derecha este fin de semana. Bajo el lema "Todos juntos contra el fascismo" se han organizado más de 90 actos en diferentes puntos del país para pedir la ilegalización del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD). ¿El motivo? La filtración de una reunión secreta entre miembros del partido y un grupo de neonazis en la que habrían estudiado un plan para expulsar del país a millones de inmigrantes.

La AfD es actualmente la quinta fuerza del Parlamento alemán, pero en los últimos años ha ido cogiendo cada vez más fuerza. De hecho, algunas encuestas la sitúan como segunda fuerza de cara a las elecciones al Bundestag, que deben celebrarse el próximo año. Para entender la complejidad de la situación sólo hace falta ver algunos carteles de las manifestaciones, donde se podía leer “Nie wieder 1933” (Nunca más 1933). Recordaban así el ascenso al poder de Hitler frente al silencio del pueblo.

Pero, ¿a qué se debe ese crecimiento de la extrema derecha en Alemania? El politólogo del Cidob Héctor Sánchez Margalef apunta al ARA tres grandes causas que habrían llevado al país europeo a esta situación. El primero es la mala situación económica que se vive, puesto que "en pocos años, han pasado de ser la locomotora de Europa" a prácticamente entrar en recesión. Sánchez Margalef también explica que la invasión rusa en Ucrania ha hecho "saltar por los aires la comodidad alemana, que vivía instalada en el pensamiento de que la fuerza de sus infraestructuras les protegería de los ataques externos". Aparte, la pandemia tampoco ayudó: en Alemania se creó un “caldo de cultivo conspiranoico contra las vacunas y los confinamientos”.

Todo esto habría creado un clima de insatisfacción entre la población que habría resultado, como está ocurriendo en el resto de Occidente, en una radicalización ideológica que también habría afectado al resto de partidos. De hecho, el pasado viernes, el Bundestag aprobó una ley para agilizar la deportación de los solicitantes de asilo que hayan sido rechazados. En este sentido, Sánchez Margalef explica que en estos momentos la gran duda en Alemania es saber si los partidos políticos “mantendrán o no el cordón sanitario que se ha aplicado hasta ahora en la AfD”.

En concreto, está por ver sí la Unión Cristianodemócrata (CDU), que actualmente es la segunda fuerza del Parlamento y apunta a ganar las próximas elecciones, mantiene el veto, algo que todavía está en el aire. Según explica el politólogo del Cidob, el presidente de la CDU, Friedrich Merz, escogido en 2022, "es más partidario de aceptar los votos del partido de extrema derecha que su predecesor", y el partido hermano de la CDU en Baviera , la CSU, "todavía se acerca más".

La extrema derecha es mainstream?

El profesor asociado de la Universidad Autónoma de Barcelona especialista en extrema derecha y fascismos Steven Forti explica que los partidos de extrema derecha han sabido catapultar sus puntos “dentro de la ventana de Overton”, que hace referencia a todos aquellos discursos aceptados por medios de comunicación y opinión pública. De hecho, Forti asegura que actualmente los ideales de la extrema derecha se han convertido incluso en mainstream, es decir, en una tendencia popular. “¿Cómo hablar de la teoría del gran reemplazo se haya convertido en habitual?”, se pregunta el profesor. Se refiere a la teoría conspirativa que asegura que la población blanca cristiana está siendo sistemáticamente sustituida por etnias no europeas.

Forti también explica el impacto que tienen estos discursos en la derecha tradicional, con quienes tienen más frontera de voto: “son los anillos más débiles. Se radicalizan”. Para ejemplificarlo, se refiere al PP en España o en Fuerza Italia. Ahora faltará ver si la CDU alemana se mueve en esa dirección o se mantiene fuerte en el cordón sanitario. Sánchez Margalef advierte que es complicado que "la copia gane el original" y que, por tanto, en este tipo de discurso, los partidos de extrema derecha son los que lo tienen todo para vencer.

Manifestaciones para detenerlo

¿Pueden las manifestaciones contra la extrema derecha contener ese auge? No está claro. Mientras Sánchez Margalef explica que hay indicadores que muestran que este tipo de acto ayudan a detener la radicalización, Forti dice que las consecuencias pueden ser diversas: “A algunos puede servirles para tomar conciencia ya otros los puede radicalizar”. Argentina es un ejemplo: las manifestaciones no pudieron detener a Milei. Sin embargo, en Alemania, más de 300.000 personas salieron a pedir la ilegalización de la AfD, y los organizadores pretenden continuar con los actos en un futuro.

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