El ataque ruso a Ucrania

Cuatro cosas que Putin ha aprendido en Siria y ahora pone en práctica en Ucrania

El país árabe ha sido un campo de maniobras para el ejército ruso desde 2015

Cadáveres en tierra después de un ataque ruso sobre un convoy de civiles a la ciudad de Zaporíjia, al sur del país
Ayham Al Sati
17/10/2022
4 min

MadridDurante los casi ocho meses de la invasión rusa de Ucrania, los medios de comunicación han retransmitido la contienda con todo detalle, como los ataques de este lunes en el centro de Kiev. Pero las técnicas de guerra del Kremlin no son nuevas, y en otros conflictos han pasado mucho más desapercibidas: muchas de las estrategias militares que ahora pone en práctica Moscú ya las había ensayado en Siria, en una guerra que ya ha cumplido once años. El 8 de octubre el Kremlin anunció al general ruso Serguéi Surovikin, curtido en la guerra en el país árabe, como comandante de su "operación militar especial" en Ucrania.

1.
Una base de entrenamiento militar

Miles de oficiales y soldados rusos, incluidos oficiales superiores, se han formado en Siria

Serguei Surovikin amb Vladímir Putin a la base russa de la ciutat siriana de Latakia.

Rusia empezó su intervención directa en Siria en 2015, cuando estableció su famosa base militar Hmeimim, convertida en plataforma de lanzamiento de sus operaciones aéreas contra los territorios que entonces controlaba la oposición. Esta intervención fue el factor directo para consolidar en el poder a Bashar al-Ásad, que en ese momento veía amenazada su supervivencia.

Para el experto militar sirio y general de brigada Ahmed Rahal, el establecimiento de esta base militar y los ataques que se dirigían desde ahí supusieron “lecciones prácticas para los generales rusos”, que finalmente “han llegado a Ucrania convertidos en expertos”.

A la vez, el analista ruso Dmitri Brega confirma al ARA que decenas de miles de oficiales y soldados rusos, incluidos altos mandos, adquirieron experiencia en acciones militares en Siria, un bagaje que después usaron en Ucrania. "Era prácticamente imposible servir al ejército ruso sin haber participado en alguna misión en Siria", explica. “La mayoría de los oficiales en las fuerzas armadas rusas, desde el nivel de brigada y división hasta los comandantes, pasaron por Siria en rotaciones rápidas de dos a tres meses. Para los oficiales superiores, la participación en la guerra siria se volvió casi obligatoria”.

2.
Banco de pruebas de nuevo armamento

Rusia ha probado en Siria más de 320 modelos de armas

Un avió Yak-130, com els que Moscou vendrà a Damasc. / MASTERMINDPRIME

Siria sirvió también como escenario para probar las armas que hoy vemos en los campos de batalla en Ucrania. "Hemos probado más de 320 tipos de armas diferentes en Siria", dijo el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, en una reunión con el personal del fabricante de helicópteros Rost Vertol.

"Durante los años de la campaña rusa en Siria se llevaron a cabo más de 45.000 ataques aéreos, y esta cifra no incluye las operaciones de transporte militar y aviones de reconocimiento, así como el manejo de helicópteros", afirmaba el ministro ruso. Y añade: “Hubo días con más de 100 ataques aéreos, pero la media fue de 70-80 ataques por día, dos o tres por cada avión”.

3.
Fuego intenso desde tierra y aire

Lluvias de misiles y uso desproporcionado de la fuerza

Un edifici afectat per un bombardeig a Khàrkiv

Rusia está intensificando su fuego contra sus objetivos Járkiv, Zaporiyia, Mariúpol o Nikoláiev, tal como lo hizo en Alepo, Homs, Hama o Daraa. “La intensidad del fuego o el uso excesivo de la fuerza es una de las tácticas militares más importantes que Rusia usó en Siria y después en Ucrania, donde en vez de apuntar al blanco con un misil dispara cinco, hasta que lo destruye del todo”, explica Rahal.

El experto asevera que el uso de esta táctica, en todo caso, indica la incapacidad de las fuerzas terrestres rusas para lograr los objetivos, por lo que recurren a fuego intenso. “En Ucrania tienen un auténtico problema a la hora de usar sus fuerzas terrestres (cosa que no hicieron en Siria porque ahí no querían tener bajas). En Ucrania intentan compensar las carencias en tierra intensificando el fuego”, apunta el militar sirio.

4.
La guerra de asedio

Una vieja táctica militar, en Alepo y en Mariúpol

Un tanc de combat rus a  Mariúpol

La guerra de asedio es una de las tácticas militares más antiguas, y Rusia la usó en Siria para someter grandes ciudades, como Alepo o Hama, bajo control de la oposición. Ahí, después de meses bloqueando el acceso de ayuda humanitaria y bajo bombardeos constantes, consiguió que los combatientes se rindieran después de negociar la evacuación masiva de civiles.

Rusia también ha usado la estrategia del asedio en la ciudad ucraniana de Mariúpol. El analista ruso cree que podría usarlo en el futuro “si el ejército ruso es capaz de elaborar un nuevo plan que sea mejor que el actual, puesto que hasta ahora ha acumulado muchos fracasos y hoy las fuerzas ucranianas están avanzando”.

Diferentes guerras, las mismas víctimas

Sin una solución pacífica a la vista, el panorama en Siria se complica día a día, donde Rusia ha conseguido su objetivo de mantener a Al-Ásad en el poder. En Ucrania, sin embargo, Rusia de momento no deja de perder terreno ante la contraofensiva ucraniana. "Hoy los rusos están perdiendo y se retiran, y los ucranianos están recuperando muchas de las ciudades", dice el militar sirio. "El sistema político en Rusia es inestable, hay un conflicto debido a las sanciones y el reclutamiento forzoso, cosa que puede afectar en gran manera a las capacidades y la motivación de su tropa –añade–. Rusia se ve obligada a cambiar de planes cada día, y los éxitos de las fuerzas ucranianas y el apoyo militar de Occidente las motiva a avanzar".

Pero más allá de las estrategias militares, en lo que más se parecen las guerras de Rusia en Siria y en Ucrania, como en todas las guerras del mundo, es en el sufrimiento de los civiles: la muerte y el desplazamiento de millones de personas por miedo a una máquina de guerra que trabaja para atemorizar a la población hasta que huyan o se sometan.

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