Dos coroneles ucranianos detenidos por formar parte de un complot ruso para asesinar a Zelenski
Los arrestados han recibido drones y municiones del Kremlin y debían encontrar a los ejecutores entre la seguridad del presidente, según las autoridades ucranianas
BarcelonaDos oficiales de seguridad ucranianos han sido detenidos este martes en Kiiv en relación a una conjura rusa para asesinar al presidente Volodímir Zelenski, según han informado fuentes oficiales de la capital. De acuerdo con la información del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), además de Zelenski, el jefe de la inteligencia militar ucraniana (GUR) Kirilo Budánov, y el del propio SBU Vasil Maliuk eran objetivos del plan.
"La red, cuyas actividades estaban supervisadas por la FSB desde Moscú, incluía dos coroneles de la seguridad de la administración del estado (de Ucrania) que suministraban información secreta a la Federación Rusa" , dice el comunicado del SBU. Los dos coroneles detenidos en la operación se enfrentan a la acusación por delitos de alta traición y terrorismo, de acuerdo con la Fiscalía ucraniana.
El grupo supuestamente planeaba matar a Budánov antes de la Pascua ortodoxa, que este año cayó el 5 de mayo. Según el servicio de seguridad ucraniano, los implicados habían querido utilizar un topo para obtener información sobre su ubicación, con la intención de atacarla después con cohetes y drones.
De hecho, uno de los dos detenidos recibió del FSB dos drones FPV y munición con los que terceras personas debían ejecutar atentados contra los dirigentes ucranianos seleccionados. Según el SBU, uno de los coroneles llevó personalmente a Kiiv los aparatos y la munición para el lanzacohetes soviético RPG-7 y también minas antipersona MON-90, de fabricación soviética. El detenido habría recibido el material en otra región de Ucrania, y se han difundido supuestas conversaciones mantenidas con su enlace en el espionaje ruso.
Una de las tareas de la red desarticulada era, de acuerdo con el SBU, reclutar a "ejecutores" entre los militares encargados de la protección del presidente, que pudieran, en primer lugar, "capturarle como rehén y después matarle".
Un "regalo" para Putin
El jefe del SBU, Vasil Maliuk, ha asegurado que "el ataque terrorista" debía ser "un regalo para [el presidente ruso Vladímir] Putin antes de su toma de posesión", que ha tenido lugar este martes en el mañana. Putin ha jurado su quinto mandato a raíz de las elecciones del pasado mes de marzo, en la que el Kremlin no permitió ninguna oposición y en la que Occidente vio claros indicios de manipulación y fraude.
Maliuk ha celebrado que la operación ha terminado siendo un fracaso de los servicios especiales rusos, pero ha lanzado una advertencia: "Nunca debemos olvidar que el enemigo es fuerte y tiene experiencia, no se puede subestimar". El SBU ha indicado que tres trabajadores del FSB ruso eran los supervisores de la organización y el ataque. Según la BBC, uno de ellos es Dmitro Perlin, que ha estado reclutando topos desde antes de que Rusia lanzara la invasión a gran escala en Ucrania. Otro trabajador del FSB, Oleksi Kornev, habría mantenido reuniones "conspiratorias" en estados europeos vecinos antes de la invasión con uno de los coroneles ucranianos arrestados este martes.
No es la primera vez que sale a relucir un intento de atentado contra el presidente ucraniano. Durante los primeros días de la guerra, Zelenski sobrevivió a tres por parte de mercenarios del grupo Wagner y las fuerzas especiales chechenas, según publicó entonces el diario británico The Times. Y el mes pasado, un ciudadano polaco fue arrestado y acusado de cooperar con los servicios de inteligencia rusos también con el objetivo de matar al líder ucraniano. Según la Fiscalía de Polonia, el hombre habría recogido información sobre un aeropuerto polaco cerca de la frontera ucraniana que Zelenski ha utilizado para realizar algunos de sus viajes internacionales.