El dilema de Macron: ¿un primer ministro socialista, conservador o uno tecnócrata?
Los socialistas, divididos ante un eventual nombramiento de Bernard Cazeneuve
ParísLos alumnos franceses volvían este lunes a las aulas después de las vacaciones de verano y el primer ministro en funciones, Gabriel Attal, ha celebrado la rentrée visitando una clase de 5º de primaria. Una alumna le espetó: "¿Usted sabe quién será el nuevo primer ministro?" Attal le ha contestado con sinceridad y con un mensaje para Emmanuel Macron: "Es una pregunta que se hacen muchos franceses, pero yo no sé la respuesta porque, como sabéis, en Francia es el presidente de la República quien elige al primer ministro ".
Casi dos meses después de las elecciones legislativas, sólo Macron sabe quién será el nuevo primer ministro. Mientras Attal visitaba una escuela, el inquilino del Elíseo ha vivido un día frenético de reuniones y consultas, pero todavía no ha revelado el nombre del futuro jefe de gobierno pese a las presiones de los partidos para que no alargue más la incertidumbre. Este lunes el presidente de la República ha recibido a los dos últimos expresidentes, el conservador Nicolas Sarkozy y el socialista François Hollande. También ha recibido a uno de los políticos que más suenan como primer ministro, el ex primer ministro y ex ministro de Interior socialista Bernard Cazeneuve. Hay otros nombres sobre la mesa, como el conservador Xavier Bertrand, quien también se ha reunido con el presidente.
Primer ministro tecnócrata
Según distintos medios franceses, que citan fuentes del Elíseo, Macron también estudia nombrar a un tecnócrata como jefe del gobierno. Se trata de Thierry Beaudet, actual presidente del Consejo Económico Social y Medioambiental de Francia (Cese). Beaudet, de 62 años, no milita en ningún partido político, es profesor de formación y preside el Cese desde el 2021. Paradójicamente, su nula experiencia política hacen que el presidente tenga dudas.
Sin embargo, la opción de un primer ministro y un gobierno tecnócratas, con expertos que no pertenecen a ningún partido político, toma fuerza después de que el Elíseo haya hecho circular la idea. Pero nada está decidido. Según medios franceses, Macron aún no habría descartado del todo a Cazeneuve, un socialista del ala más centrista, que podría ser tolerado por la derecha y por una parte de la izquierda. También sigue bien posicionado el conservador Bertrand, ex ministro de Salud y de Trabajo. Según Le Parisien, la opción de Bertrand está ganando bastante este martes.
Fisuras a los socialistas
Por ahora, la posición del Nuevo Frente Popular (NFP) es clara: no apoyarán a ningún primer ministro que no sea su candidata, Lucie Castets. Aunque no obtuvo una mayoría sólida en las elecciones, el NFP es la fuerza con más diputados en la Asamblea Nacional. Pero en el partido socialista, uno de los miembros del NFP, han empezado a salir fisuras y amenaza con dividirse si Macron acaba nombrando a Cazeneuve. Una parte del partido considera que el ex primer ministro permitiría desatascar la situación y romper con La Francia Insumisa (LFI), partido considerado de izquierda radical. Las posiciones de los insumisos incomodan a algunos socialistas.
El líder de los socialistas, Olivier Faure, defiende mantener la unidad del Nuevo Frente Popular y la consigna de no apoyar nombres que no sean Castets, aunque ha dejado entender que no censuraría a priori a Cazeneuve si es nombrado primer ministro . Pero una parte del partido –la mitad de sus miembros, según Le Monde, liderados por Hollande– considera que es hora de abandonar las posiciones inflexibles y negociar con el presidente. "Debemos reconocer que estamos en un impasse", admitía la socialista Hélène Geoffroy.
Objetivo: dividir a los socialistas
Si el presidente de la República nombra a Bernard Cazeneuve, será una estrategia precisamente para dividir a los socialistas y conseguir que al menos algunos diputados no voten a favor de una eventual moción de censura contra el nuevo gobierno. Sin los socialistas, los números no salen. Es la última carta que le queda a Macron antes de optar por un primer ministro tecnócrata. Si nombra a Bertrand, será un auténtico jarrón de agua fría por la izquierda. Se consolidaría la rotura entre Macron y la alianza de las izquierdas.
La idea del presidente es nombrar a un gobierno que escenifique un giro político para respetar el mensaje que dieron los franceses a las urnas, pero no un giro tan grande que signifique cargarse su legado político, como la reforma de las pensiones. Es probable que sólo elija Cazeneuve si le garantiza que no va a dar marcha atrás en las pensiones. Si no, optará por Bertrand o por un gobierno tecnócrata. La decisión parece inminente.