EEUU volverá a enviar ayuda a Ucrania, que acepta un alto el fuego de 30 días

Las delegaciones ucraniana y estadounidense se reúnen nueve horas en Jidah para desatascar las negociaciones

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, el consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Mike Waltz, el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano Andrii Sybiha y el jefe de la oficina presidencial de Ucrania, Andriy Yermak, reunidos en Jeedah, en Arabia Saudí.
11/03/2025
4 min

BarcelonaAcuerdo en Arabia Saudita. Estados Unidos volverá a enviar ayuda a Ucrania, que ha aceptado la propuesta estadounidense de un alto el fuego de 30 días. Así lo explicaron el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz, y el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, en una rueda de prensa posterior a la ronda de conversaciones. "Ahora la pelota está en el tejado de Rusia", asegura Rubio. "Esperamos que Rusia diga que sí a la propuesta de Ucrania de detener los combates" remachó. Por el momento no se ha determinado una fecha de inicio de la tregua, pero la Casa Blanca espera que se produzca "lo antes posible". Por otra parte, ambos países se han comprometido a trabajar para acordar un pacto para los minerales

Con una propuesta para negociar, pero con una declaración de intenciones llegaba la delegación ucraniana esta mañana a Jidah, en Arabia Saudí, pocas horas después de que Kiiv lanzara 337 drones contra los suburbios de Moscú en el ataque más masivo desde el inicio de la invasión a gran escala.

Las delegaciones de funcionarios estadounidenses y ucranianos se han reunido este martes a puerta cerrada con la intención de poner manos a la obra en un posible acuerdo de paz con Rusia. "El alto el fuego nunca ha estado tan cerca", auguraba esta mañana en un artículo en The Guardian Andrí Iermak, el jefe de gabinete del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

El encuentro es el último esfuerzo diplomático entre Kiiv y Washington para tratar de remediar el deterioro de sus relaciones. Después de la tensa abucheo del presidente Donald Trump y el vicepresidente JD Vance en Zelenski en la Casa Blanca -en el que no lograron firmar el pacto para la cesión de minerales-, todo habían sido malas noticias para Kiiv. Las reiteradas acusaciones del presidente republicano a su homólogo ucraniano de no estar dispuesto a buscar la paz se materializaban con el fin de la ayuda militar de Washington y con la decisión de suspender el apoyo en inteligencia.

Ucrania llegaba a la mesa de negociaciones con predisposición a ceder sus minerales y con una propuesta concreta: una tregua aérea y marítima. De hecho, la ofensiva aérea de esta madrugada estaba diseñada para enviar este mensaje al Kremlin: "[el presidente ruso Vladimir] Putin debería estar interesado en un alto el fuego en el aire". Así lo ha advertido el jefe del Centro por la Lucha contra la Desinformación del ejército ucraniano, Andriy Kovalenko. "No se trata sólo de refinerías de petróleo, los drones pueden apuntar a Moscú en cualquier momento", remachó este alto funcionario ucraniano.

Para el Kremlin, sin embargo, la coincidencia del ataque con las conversaciones de paz demuestra que Ucrania ha rechazado a los medios diplomáticos para poner fin a la guerra. "No cabe duda de que el ataque con drones estaba planificado y programado para coincidir con las conversaciones de hoy entre EEUU y Ucrania en Arabia Saudí para resolver el conflicto", afirma el ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado, que acusa a Zelsnki de una "falta total de voluntad política hacia la paz y la guerra".

¿Quién se sienta en la mesa?

Aunque ni Trump ni Zelsnki asistieron al encuentro, los mandatarios delegaron sus posturas a altos cargos de su confianza. La delegación ucraniana estaba encabezada por Andrí Iermak, jefe de gabinete y mano derecha del presidente ucraniano; Andrí Sibiha, ministro de Asuntos Exteriores; y Rustem Umerov, ministro de Defensa. Enfrente, se sentaban el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz, y el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio. Además, también ha asistido una representación de Arabia Saudita.

Las delegaciones han adoptado un enfoque mediático opuesto al del encuentro entre Zelenski y Trump en la Casa Blanca. Els pocs comentaris que s'han escapat de la sala amb les negociacions en curs ha estat un breu apunt de Mike Waltz entre passadissos, afirmant: "ens hi estem acostant", i un parell de missatges críptics que el cap de gabinet de Zelenski ha deixat anar a través de les xarxes: "Estem treballant" i un posterior emoji d'una encaixada de mans, acompanyada d'una fotografia oficial de les delegacions diplomàtiques.

Pero algunos analistas pronostican que la duración de la conversación era una buena señal. Yuriy Sak, asesor político del Ministerio de Industrias Estratégicas de Ucrania, ve como un "signo de esperanza" de que el encuentro se haya alargado más de tres horas, según afirma en la BBC.

¿Qué está en juego?

El objetivo principal del encuentro por Ucrania es hacer las paces con la administración Trump y conseguir el alto el fuego parcial que plantea Zelenski. Concretamente, esta tregua cubriría el Mar Negro y prohibiría los misiles de largo alcance, pero también incluiría la liberación de prisioneros, una de las demandas de Vladimir Putin.

Aunque no se espera que se trate en estas conversaciones, es de esperar que el gesto de Ucrania de sentarse a negociar vaya acompañado de concesiones por parte de Kiiv, como pueden ser la anexión rusa de los territorios ocupados ilegalmente o el compromiso de Ucrania de no integrar.

Por otra parte, la administración republicana quiere asegurarse algún beneficio por su intervención en el conflicto. Por eso Kiiv se ha mostrado dispuesto a firmar el acuerdo para dar acceso a Estados Unidos a los minerales críticos y las tierras raras de Ucrania. "Como hemos dicho al presidente Donald Trump, Ucrania trabaja y trabajará exclusivamente de forma constructiva para una paz rápida y sólida", dijo Zelenski el jueves. Pero Zelenski quisiera que esta concesión se hiciera a cambio de garantías de seguridad por parte de Estados Unidos, que aceptaran mantener tropas en territorio ucraniano una vez firmada la paz.

Paralelamente, el presidente ucraniano, que pese a no estar presente en la mesa de negociación ha viajado a Arabia Saudí, se ha reunido a puerta cerrada con el príncipe Mohammed bin Salman, con quien han discutido cómo conseguir una paz "sostenida, justa y comprensiva".

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