Trump dice que "dejará correr" el acuerdo en Ucrania si las partes "lo ponen difícil"
Marco Rubio dice, al terminar la cumbre de París, que Washington tomará una decisión "en cuestión de días" y que Trump ya ha dedicado "demasiados esfuerzos" a la cuestión
BarcelonaEstados Unidos añade presión a Ucrania y dicen que, si se alargan las negociaciones, dejarán de buscar un acuerdo. "Idealmente lo conseguiremos. Pero si por algún motivo alguna de las dos partes lo pone muy difícil, lo dejaremos correr. Espero que no tengamos que hacerlo", ha dicho este viernes a la prensa el presidente Donald Trump durante la presentación del nuevo administrador de los centros de salud del Medicare. El jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, se expresó en el mismo sentido esta mañana desde París, donde advirtió de que si no es factible un acuerdo "en cuestión de días", Washington dejará de mediar y se centrará en "otras prioridades". "Si no es posible terminar la guerra en Ucrania, debemos dedicarnos a otra cosa", remachó.
Unas palabras con una ambigüedad calculada: no queda claro si Rubio quiere decir que Estados Unidos abandonará los esfuerzos para lograr la tregua de 30 días que prometieron entre Ucrania y Rusia, o si se refiere más en general a abandonar cualquier compromiso con Kiiv y dejar que Putin dicte los términos de un arzobispo. Sea como fuere, el mensaje presiona al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ya sus socios europeos para que se avengan a un acuerdo que no les conviene, ya que no parece que Trump tenga intención de apretar a Moscú. Rubio ha asegurado que Trump "se ha pasado 87 días al más alto nivel de su gobierno repitiendo los esfuerzos por acabar con esta guerra. Ahora estamos llegando al punto en el que debemos decidir si es posible que se acabe". Caja o faja. Y Rubio se ha lavado las manos: "Esta no es nuestra guerra; nosotros no la empezamos".
Kremlin ha respondido como quien sabe que tiene la sartén por el mango: para ellos no hay prisa por alcanzar un alto el fuego. El enviado de Trump, Steve Witkoff, se reunió tres veces con el presidente ruso, Vladimir Putin, y declaró que quiere construir una amistad con el hombre fuerte de Rusia. Putin no ha cedido con la oferta de alto el fuego y ha continuado bombardeando las ciudades ucranianas, atacando a civiles, como en el bombardeo de Sumi, en el que fallecieron, el lunes, 34 ucranianos, la mayoría de los cuales viajaban en un autobús por el centro de la ciudad. Preguntado por los periodistas sobre si Moscú tiene previsto responder a la propuesta de alto el fuego de Trump, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, se sacudió la cuestión con un "no es tan sencillo" y dijo que Rusia quiere un acuerdo que "asegure nuestros propios intereses" y que todavía quedan "discusiones muy difíciles". energéticas expiró la semana pasada y no se ha comprometido a renovarlo.
Kiiv no ha reaccionado, pero es sabido que, si Estados Unidos acaba renunciando a la negociación, el acuerdo que permitiría a Washington la explotación de los minerales estratégicos ucranianos también sería en el aire. el acuerdo, que de facto comprometería a Washington con la defensa de Ucrania.
Rubio ha hecho estas declaraciones al terminar la cumbre de dos días en París, en la que se ha reunido con representantes ucranianos y europeos. Rubio ha elogiado los esfuerzos europeos: "Creo que Reino Unido, Francia y Alemania nos pueden ayudar, hacer avanzar las cosas y acercarnos a una resolución", ha dicho. Y ha celebrado que británicos y franceses estén dispuestos a enviar tropas para supervisar el cumplimiento de un hipotético acuerdo. Pero también ha dicho que a Washington se le termina la paciencia. Trump, aseguró, "ya ha dedicado mucho tiempo y energía" al tema y hay "otras cosas importantes que están pasando que merecen tanta o más atención".
Mensaje de optimismo
Aunque los participantes en la cumbre de París han querido transmitir un mensaje de optimismo, no parece que en las últimas semanas haya habido progresos significativos para un acuerdo aceptable para Kiiv y Moscú. Rubio ha transmitido el contenido de las conversaciones con su homólogo ruso, el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, y el presidente francés, Emmanuel Macron, ha hecho lo propio con el ucraniano Volodímir Zelenski, pero en realidad lo único que ha cambiado es que Estados Unidos ha aceptado dar a los europeos un sitio en las negociaciones. La próxima semana estadounidenses, europeos y ucranianos volverán a encontrarse en Londres.
Al día siguiente de haber visitado a Donald Trump en la Casa Blanca, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha recibido en Roma su número 2, el vicepresidente JD Vance. Aparte de hablar de la guerra comercial, Vance ha dicho que analizarían juntos el punto en el que se encuentran las negociaciones sobre Ucrania. Meloni destacó la cooperación bilateral entre Estados Unidos e Italia, que se erigió en un socio "extremadamente importante en Europa" para Washington. Tras el encuentro, el vicepresidente ha almorzado con la primera ministra ultraconservadora y los miembros más destacados de la coalición de gobierno: el ministro de Exteriores, Antonio Tajani, y el titular de Transportes, el ultra Matteo Salvini. Al terminar, Vance se ha trasladado a la basílica de San Pedro del Vaticano para asistir, junto a su familia, a la Misa de la Pasión del Señor, en la que no ha participado el papa Francisco, que sigue convaleciente. En la agenda del Vaticano no está previsto que el papa reciba a Vance; quien lo hará será el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin.