Grecia

La Iglesia ortodoxa griega quiere excomulgar a los diputados que han legalizado el matrimonio homosexual

El gobierno conservador de Kyriakos Mitsotakis ha roto un tabú al reconocer los derechos de las familias LGBTIQ+

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Miembros de la comunidad gay, lesbiana, bisexual y transgénero (LGBT) durante una protesta en reivindicación de sus derechos, en el centro de Atenens, en una imagen de archivo.

AtenasLa Iglesia ortodoxa griega sigue profundamente molesta por la decisión del gobierno conservador y el Parlamento griego de legalizar el matrimonio entre parejas del mismo sexo y reconocer a los niños de las parejas LGBTIQ+ y los nacidos a través de la gestación subrogada. Tres semanas después de este hito en el país heleno, el Santo Sínodo ha propuesto excomulgar a los diputados que apoyaron la ley y han asegurado que no bautizarán a los hijos de las parejas LGBTIQ+. Este tipo de exabrupto de los prelados griegos no es nada nuevo en Grecia: en el 2020, en plena pandemia de la cóvid ​​19, quisieron excomulgar al primer ministro Kyriakos Mitsotakis por haber propuesto que la comunión se dejara de hacer con la misma cucharilla en la boca de todos los fieles.

Nada de lo que opine o diga la Iglesia ortodoxa, sin embargo, preocupa a Angelos [que pide no publicar su nombre real], un médico de 54 años. Tiene dos hijas gemelas de tres años y medio. Hasta hace sólo unas semanas no tenían, oficialmente, ni padre ni madre. Al menos no en Grecia. "Vivía en Noruega cuando opté por la gestación subrogada. Como allí no es legal, hice el procedimiento en California, Estados Unidos. Todo el proceso duró unos cuatro años, más de lo que yo pensaba. Cuando volví a Noruega, pude registrar a las gemelas", explica.

Cansado de vivir en Noruega, hace dos años decidió regresar a su país. El problema era que las gemelas, oficialmente, no tenían a una madre. "En Grecia se podía registrar a un niño con el certificado de nacimiento sin un padre, pero no sin una madre", explica. El vacío legal llevó a Angelos a tomar la decisión de no registrar a las niñas, porque no quería que en el registro saliera el nombre de la madre biológica. "Decidí esperarme. Si la situación no hubiera cambiado, mi intención era llevar a Grecia ante los tribunales europeos para no garantizar los derechos de los niños".

Ahora ya no necesitará: con la nueva ley, la situación legal de Angelos y sus hijas cambiará radicalmente, ya que podrá inscribirse en el registro como progenitor de las gemelas sin la necesidad de una figura materna.

Legalmente, las niñas no han estado bajo la responsabilidad de nadie desde que llegaron a Grecia. "Por suerte no han tenido problemas de salud graves y las he podido llevar a médicos privados. También van a una guardería privada; pero no sé qué hubiera pasado si las hubiera llevado a los servicios públicos. Con esta ley toda la comunidad está más protegida, pero quien de verdad queda más protegido son nuestros niños. Es posible que yo haya cometido errores en la forma en que he gestionado las cosas, pero mis hijas no tienen por qué asumir ni pagar por estos errores".

¿Un destino fuera de la pareja?

También la situación de la Georgia Kalantzi dará un giro de 180°: por fin podrá registrarse como progenitora de su hijo, también de tres años y medio, su pareja, otra mujer. Hasta ahora, si le hubiera ocurrido cualquier cosa a Georgia, el niño habría sido enviado con un familiar directo de ella oa los servicios sociales. Georgia Kalantzi y su pareja incluso se habían planteado marcharse de Grecia por este motivo. Tanto ella como Angelos forman parte de la ONG Rainbow Families Greece.

Grecia ha sido el primer país ortodoxo en legalizar el matrimonio entre parejas del mismo sexo. La aprobación de la ley, muy celebrada por la comunidad LGBTIQ+, puesto que era una de sus principales demandas, también garantiza sus derechos familiares, hasta ahora descuidado. A partir de ahora, se podrá reconocer la tutoría legal de ambos miembros y se abren las puertas a que puedan adoptar. Para Rainbow Families Greece, "esta ley es un gran paso para la igualdad, pero no es suficiente porque todavía no aborda otros ámbitos, como los derechos de las personas transexuales, entre otros", asegura Georgia Kalantzi.

Otro de los aspectos que no aborda la ley es el de la gestación subrogada: no se hace mención alguna a que las parejas del mismo sexo puedan optar a los tratamientos de reproducción asistida ya la gestación subrogada. El hecho de que no se haya tratado este punto ha creado bastante malestar entre la comunidad LGBTIQ+ por una razón muy sencilla: en Grecia, la gestación subrogada está permitida, previa autorización judicial, desde 2002, para parejas heterosexuales que no pueden concebir de modo biológico. La comunidad LGBTIQ+ considera que el hecho de que las parejas homosexuales no puedan acceder a este método supone una discriminación. "En cuanto a la gestación subrogada, se trata de un debate y una conversación pública muy violentos. O se permite a todo el mundo o se prohíbe a todo el mundo", añade Angelos.

Una sorpresa para la sociedad griega

La puesta en marcha y aprobación de esta ley, una sorpresa mayor para toda la sociedad griega, que no esperaba que un gobierno conservador como el de Kyriakos Mitsotakis liderara esta iniciativa con esta celeridad, se topó con el rechazo de una parte importante de Nueva Democracia, el partido de gobierno, y de la todopoderosa e influyente Iglesia ortodoxa griega, que desde un inicio ya anunció que en modo alguno apoyaría a ésta nueva legislación.

Mitsotakis, sabiendo que una parte de su gabinete y partido no estaba a favor de la ley, no impuso la disciplina de voto, pero la normativa se aprobó con los votos de una parte de los socialdemócrates del Pasok (con 11 abstenciones), Syriza y los partidos Rumbo a la Libertad y Nueva Izquierda, la escisión reciente de Syriza. Votaron en contra los partidos de extrema derecha: Espartanes, de ideología neonazi, los diputados ultrarreligiosos y ultraconservadores de Niki y Solución Griega, ultranacionalista y religioso. También votó en contra al partido comunista (KKE). "Nos sorprende mucho que un gobierno conservador como el de Nueva Democracia haya dado ese paso; y sobre todo nos sorprende la rapidez con la que se ha redactado el borrador y se ha aprobado la ley", admite Georgia Kalantzi. También Angelos considera que el paso dado por Mitsotakis ha sido muy inteligente. Y concluye: "Está claro que está bien aconsejado".

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